¿Es el Tribunal Supremo el vasallo de la Gran Banca en España?
El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media que serían los herederos naturales del legado del General Franco y que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet), iniciando asimismo una deriva autoritaria que habría ya convertido a la pseudodemocracia española en rehén del establishment y que tendría como objetivo último la implementación del Estado Tardofranquista.
El Tardofranquismo sería hijo del Tejerazo o golpe blando de 1.981 en el que los líderes políticos confinados en el Congreso fueron “invitados” a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el establishment asociado al sistema monárquico, al sistema político bipartidista y a la “unidad indisoluble de la nación española” y estaría plasmado en la todavía vigente Constitución de 1.978, Carta Magna que estaría blindada ante cualquier cambio institucional que se pueda producir en el Estado español con lo que se cumpliría una vez más la profecía:“Todo está atado y bien atado”.
La Gran Banca devenida líder del establishment
Tradicionalmente, la finalidad de la banca era canalizar el ahorro privado hacia la inversión, pero dada la ausencia de cultura de ahorro doméstico y público, ha originado que el proveedor de recursos para dinamizar la economía en forma de inversiones se haya trasmutado en un parásito hematófago que succiona todas las ubres del Estado para saciar el apetito insaciable de sus accionistas y altos cargos directivos. La casta dirigente bancaria se habría transmutado así en una camarilla de poder (equivalente a un miniestado dentro del Estado), que utilizaría el nepotismo para perpetuarse en el poder con carácter vitalicio, recurriendo a los llamados “contratos blindados” para asegurarse un retiro dorado.
Así, la cartografía de la corrupción abarcaría a todas las Comunidades Autónomas estando los políticos presuntamente implicados en casos de corrupción, nepotismo y tráfico de influencias protegidos en un primer estadio por el status de “aforado” y en segunda estancia por la benignidad de los magistrados del Supremo a la hora dictar sentencias condenatorias, de lo que sería paradigma el llamado “Master Casado” o el reciente esperpento jurídico en el que el TS anula su propia sentencia que obligaba a la Banca a pagar los impuestos de las Hipotecas y que hubiera supuesto para la Gran Banca una sangría estimada por Moddy´s en 4.000 millones €. Asistiríamos pues a la escenificación de una lucha enconada entre un Tribunal Supremo, devenido en garante y tabla de salvación de las élites político-financieras del establishment inmersas en el top-ten de la corrupción, el nepotismo y el tráfico de influencias y el Tribunal Constitucional convertido en la única salvaguarda de los valores primigenios de la democracias formales.
¿Alguien lo duda…?
Que el Tribunal Supremo le de la razón A LA BANCA, es solo cuestión de tiempo.
Exactamente el que queda hasta el día 5 de noviembre…, y/o la fecha en la que publiquen la Sentencia correspondiente, que ya deben de estar “cocinando”.
Don Germán: si tras esta exposición plumeril por parte del Constitucional resulta que, aún así, éste no le rinde vasallaje a la banca, desde luego está haciendo méritos para lograr el status de esbirro del año.
Todos somos vasallos de lo que llaman el Sanedrin financiero internacional. Estamos tan en sus manos que sería irrisorio pensar en librarse de ellos sin acudir a la cristianización de España profunda, a la reunificación de los reinos y la desaparicion de la monarquia capitalina, y luego ya despues de esta refriega, meter a todos los que hagan meritos en una cuerda con camino a la repoblacion de la patria. Si el papa tiene que caer cosido a flechazos como un muñequito de costurera entonces por lógica los demás…..
Por supuesto que sí, y lo veremos el próximo día 5 de noviembre, Dios mediante.
CON EL DINERO NO SE JUEGA.