Repuntan las enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes
Pediatras participantes en el 32 Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, que estos días se ha celebrado en Málaga, han alertado del repunte de casos de enfermedad de transmisión sexual entre los adolescentes.
Y es que, los adolescentes son reacios al uso del preservativo, cuando lo usan a menudo no lo usan bien y tienen muchos mitos en relación a los métodos de protección ante las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. El resultado es un repunte de estas patologías en los últimos años en esta franja edad y una cifra de embarazos que aunque en disminución continúa siendo elevada y que roza los 10.000.
En concreto, los expertos han avisado de que patologías como la gonorrea y la clamídea se han incrementado en los últimos años con las consecuencias que pueden tener en la vida fértil futura de la mujer, debido a la desinformación y los mitos que comparten una gran mayoría de los adolescentes en temas de salud sexual.
“A menudo, piensan que la píldora anticonceptiva engorda, no hay evidencias en ningún estudio, y que los preservativos son caros, incluso en las farmacias se pueden adquirir tres a un precio de un euro, difíciles de conseguir e innecesarios porque sus relaciones son esporádicas. Muchos adolescentes sostienen el pensamiento mágico de ‘eso no me va a pasar a mí’ y les cuesta reconocer que son activos sexualmente, especialmente en el caso de las chicas por miedos sociales”, han recordado los expertos.
Los estudios reflejan que la edad de la primera relación sexual completa se ha adelantado en las mujeres hasta tres años respecto a la generación anterior, siendo ahora de media a los 16 años. En esa primera ocasión es más habitual que la pareja sexual use preservativo pero se ha comprobado que a menudo deja de hacerlo en ocasiones posteriores.
Asimismo, los especialistas han recordado que también hay miedo a que la familia descubra su uso, sobre todo en las chicas, o a que lo descubra el compañero sexual. “Además, piensan que hay que usarlo justo antes del coito sin tener en cuenta los efectos del líquido preseminal y consideran que rompe el romanticismo del momento o que va a disminuir el placer, ya que centran todo la experiencia en la fase coital”, han añadido.
Respecto al anticonceptivo de urgencia, los pediatras han subrayado la necesidad de explicar a los adolescentes que la píldora del día después “no es abortiva”, porque se centra en impedir que el óvulo salga del ovario. Sin embargo, han recordado que no conviene usarla habitualmente, no por sus efectos secundarios ya que no es una “bomba hormonal”, sino porque “no es eficaz”.
“También hay un gran desconocimiento sobre cuál es el método antinconceptivo de urgencia más eficaz por su efecto antiimplantatorio, algo que no sucede en otros lugares de Europa donde se usa con este fin. Se trata del DIU que debe ser colocado en los cinco días posteriores a la conducta de riesgo. La edad no es una contraindicación y se puede colocar desde la menarquía. Hay que apostar por la doble protección que incorpore cualquier método hormonal para prevenir los embarazos no deseados además del preservativo”, han zanjado.
Todos los medios incitan a los jóvenes a disfrutar del cuerpo siempre y como sea. Con las hormonas a tope ¿ que esperan o es que somos tontos? Ya lo decía aquél que ya se murió siendo alcalde: – A colocarse y al loro. O sea entontecerles sin darles una preparación justa y noble.
Como dice Jorge, dada la educación que reciben y los mensajes de los medios de comunicación, es lo normal. Lo raro es que los porcentajes no aumenten. Pero bueno, sus padres sabrán… y si no lo saben, deberían plantearse averiguar cómo viven, piensan y obran sus hijos adolescentes.
Atención padres…
No es cuestión de mitos, como apunta la crónica, sino que muchos prefieren pegarse el pelotazo homornal de una píldora del día después (o, directamente, si “pasa algo”, recurrir al aborto). Aparte de lo moralmente reprobable de ambas cosas, la juventud no suele pensar, por ejemplo, en el contagio de enfermedades venéreas, y por eso se produce este repunte. Hacía años que ni oíamos hablar de la sífilis, y está subiendo como la espuma, sin ir más lejos.
Promiscuidad, ir folleteando con prostitutas e inmigrantes…lo normal.