El PSOE ganará las autonómicas en Asturias, pero tal vez no tenga mucho que celebrar. Si el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) atina en la encuesta preelectoral que difundió ayer, los socialistas serán el partido con más apoyos en las urnas y con más escaños en el próximo Parlamento regional. Y, sin embargo, ese triunfo puede no resultarle suficiente para conservar en sus manos el Gobierno regional, porque la radiografía del organismo demoscópico oficial retrata una acusada división política de Asturias en dos bloques. Izquierda y derecha pugnan por sumar los 23 escaños que permiten controlar la Junta General, para la que se eligen 45 diputados, y aunque el PSOE empieza en cabeza la campaña, las dos formaciones de la derecha –PP y Foro Asturias– tienen a tiro la mayoría si arrinconan sus diferencias y cierran un pacto.

El sondeo prevé que el órdago de Francisco Álvarez-Cascos a sus antiguos compañeros del PP encontrará eco entre los electores. El CIS da por segura la formación de un grupo parlamentario de Foro Asturias, al que atribuye siete escaños. Su irrupción se haría a costa de la representación de PSOE y PP, que perderían diputados con respecto a la situación actual, salida de las urnas en 2007. Los socialistas ganarían los comicios con 19 escaños, dos menos que ahora, y los populares bajarían cuatro para quedarse en 16. Izquierda Unida, por su parte, vería desaparecer uno de sus cuatro diputados actuales y sólo lograría tres. Ninguno de los demás partidos minoritarios sin representación en el Parlamento lograría votos suficientes para estar presente en el hemiciclo en la próxima legislatura.

De esa manera, el próximo Parlamento regional puede quedar dividido en dos bloques bien diferenciados. La izquierda sumaría 22 votos entre PSOE e IU y la derecha reuniría 23 entre PP y Foro. En las últimas semanas los populares han mostrado una actitud vacilante –algunos dirigentes lo aceptan y otros lo rechazan– hacia un pacto con Foro, mientras que en público Cascos se ha negado a hacer ninguna concesión a su antiguo partido. Pero si el CIS acierta con su mapa electoral, en manos del ex vicepresidente de José María Aznar estará recomponer la unidad de la derecha y propiciar un relevo en el Gobierno regional.

En intención estimada de voto, el Foro entra en escena con un 15%. Todas la demás formaciones pierden gas con respecto a sus resultados de hace cuatro años. El más castigado es el PP, al que la escisión le cuesta 9,3 puntos porcentuales y lo deja en el 32,2%. Baja también el PSOE, que aún así resiste el castigo por la crisis en primer lugar de las preferencias de los electores. Cae algo más de seis puntos y retrocede hasta el 35,7%. IU, por su parte, se deja un punto y medio para acabar en un 8,2%. A la coalición puede pasarle factura y arrebatarle el escaño que pierde su ruptura con el Bloque por Asturies, con el que concurrió en 2007. El Bloque dejó el Gobierno regional y rompió con IU a raíz de la adaptación a Asturias del paquete de medidas anticrisis promovido hace un año por José Luis Rodríguez Zapatero. El CIS le atribuye una intención de voto del 1,1%, insuficiente para retener el escaño de Roberto Colunga.

Los resultados de la encuesta vienen a matizar las previsiones de otros sondeos difundidos por partidos y medios de comunicación en las últimas semanas. El CIS no valida la ventaja que algunas de esas encuestas otorgaban a la derecha y en su lugar apunta un empate virtual. Su estudio, además, es el más amplio de los divulgados, con una muestra de 1.200 personas en 33 concejos y una metodología que tiene en cuenta la división de la región en tres circunscripciones electorales. A pesar de todo, sus estimaciones sólo son un punto de referencia porque tienen un margen de error que llega a siete puntos en el oriente. El propio CIS reconoce que sus datos admiten interpretaciones diferentes.