Cuarenta años de cine y televisión (memoria de la historia, que a veces tiene que llorar)
Cuarenta años de cine y televisión, subvencionando la parcialidad a sensu contrario en forma de papilla espesa y confusa ¿para compensar? cuando no había nada qué compensar, han dado el resultado apetecido por los perdedores: Las nuevas generaciones –buena parte al menos- que se han criado desde entonces, con 40 años máximo de edad actual, se creen cómodamente la historia tal como se les cuenta en el cine y en la televisión subvencionados o en manos indebidas para la verdad. Todo un arte.
¿Se preguntan -deberían hacerlo- cómo es posible que venciesen los malos siendo menos (40%) y con menos reemplazos (15), sin el oro –una de las mayores reservas del planeta- ni industria, ni territorio, ni nada, que hasta ni la iglesia –cobarde o abducida por cierta teología que hace una cruz con la hoz y el martillo- los quiere, pese a que los benefactores de la República –venida en el 31 de un golpe de Estado y sin el apoyo del pueblo que no la votó nunca- la martirizaron y asesinaron con crueldad curas, monjas y religiosos por miles hasta 8.000 y le quemaron y profanaron hasta 20.000 iglesias, conventos, ermitas y monasterios?
Como los libros no son de su gusto, que hay que esforzarse, leerlos y contrastarlos, son carne de imagen distorsionada y de cómic, y en los guiones se han desfigurado las realidades -hasta quedar irreconocibles- por quienes con la peor baba y odio medular han aprovechado lo que se les entregaba por unos cretinos vividores vestidos de vencedores, de gala.
Barra libre de subvenciones para cine y televisión, y cadenas regaladas para tergiversar a su antojo. Nada menos. ¿Libertad de culto y de expresión? He oído de esos educandos que las armas de Franco eran mejores porque eran alemanas o que el ejército había luchado contra –asesinando- el pueblo, el pobre pueblo español que vivía en Guernica, pero no en Cabra, claro, que se obvia, y así lo que quieras. Vamos, que los señoritos latifundistas de las brigadas navarras que caminaban con la cruz alzada, de las banderas del tercio, de las mehalas de regulares, de las falanges, de los quince reemplazos, vamos, que les masacraban ayudados por los italianos y los alemanes, mientras a ellos no les ayudaban más que unos filantrópicos comunistas de la caridad del cobre en brigadas, con un total de 65.000 combatientes adoctrinados, que sabían de chekas y de pogromos y que estaban al quite y en posición en las primeras fechas y con el oro del banco de España remitido a Moscú a cobro revertido. Un horror.
Es terrible que ignoren que el ejército, que no era español ni siquiera republicano en aquellos tiempos, sino autotitulado rojo, así de claro, con la bandera de la URRSS al frente en cada trinchera –no la tricolor de la república burguesa que tanto execraba Largo Caballero, el escayolista que tiene un escarnecedor monumento en la Castellana- y que llamó a 27 reemplazos (un 80% más), sumaban el 60% de los combatientes. Ah, y he oído de estas gentecillas con tragaderas de pavo, que todos los generales estaban con los nacionales, cuando tan solo se sublevaron 4 de los 18 altos generales de división y tenientes generales y 18 de los 32 de brigada.
Esto es así de torticero y todo un peligro, que de la inopia sólo sale ineptitud. Ignoran que las grandes batallas –Jarama, Brunete, Belchite, Teruel, Alfambra, Ebro- en el bando republicano, en el ejército rojo, los que dirigían eran comunistas adoctrinados en la academia Frunze de Moscú -cuerpos de ejército, brigadas y divisiones-: Estrategas como Lister (cantero), Modesto (aserrador) el Campesino (bandolero), Etelvino Vega (chapista), Durruti (ferroviario) que siempre las perdieron y pagaban su ineptitud estratégica y táctica –muchos no sabían leer un mapa- con las vidas de sus soldados que convertían en carne de cañón. Los generales de división y de brigada que se habían quedado en el bando republicano –la gran mayoría- eran auténticos monigotes de estos comunistas subidos al machito que se hacían temer por ellos y disponían de las vidas y haciendas de quienes no pensaban a su manera, de ellos (their way), la marxista-leninista.
Gracias a Dios y a un enorme sacrificio, la victoria se decantó por el bando nacional porque había un estratega que ahora hay que desenterrar y arrastrar a lo Chapalangarra para satisfacer el revanchismo de unos bolcheviques, masones y desastrosos perdedores por goleada. Este bando evitó la caída de España en manos de Stalin, de la internacional comunista y de la II GM y luego más de diez años de maquis comunistas, a los que vino a relevar ETA –marxista leninista- hasta ayer mismo, que los hemos sentado –bueno la masonería, el PP y el PSOE, mayormente, que yo no y una enorme mayoría tampoco- entre la gente de orden, y un deseo de olvido porque los que habían quedado, o estaban cansados o tenían prisa en vivir a la grand du monde y había que parar ya, pagando lo que fuese hasta hipotecarse; sentándolos en los escaños a opinar como descabalar a España y a su historia –gran mérito el de Suarez absolviendo al genocida de Paracuellos- y abriendo los micrófonos y cediéndoles la enseñanza, la justicia y lo que hubiesen exigido, pero no más muertos, que no sean de hambre a lo bolivariano, que son los aceptables hoy día.
La campana de Gauss de la población española indica que el 37,6 de la población que está entre los 18 y los 40 años, en buena parte se ha criado con esa papilla tóxica, de la ciencia elástica, que no es la matemática ni la química, porque con eso no se iba a ninguna parte, que si no lo hubieran hecho, pero sí en la técnica comunista-separatista y de la manipulación histórica –contando cuentos chinos a los jóvenes que han convertido, en buena parte, digo, en zombis adoctrinados y votantes- cuya competencia en educación durante generaciones -nada menos- se les ha ido cediendo estúpidamente por quienes no debieron hacerlo. La fiera no se acalla con la gasolina.
Razas superiores personificadas en Ibarreche y Pujol (el “Boquica” redivivo) –como sacados de la guardarropía cornejera de la guerra de las Galaxias-, han hecho lo que les ha apetecido con la historia de España, mientras en pago les construían un complejo en su subconsciente de que los perdedores por goleada habían sido poco menos que abusados por sublevados pederastas. La Academia de la Historia en silencio, claro. No tiene nada que decir al respective. ¿Porque les pueden desacademizar y hace frío? Que emitan un dictamen definitivo si están de acuerdo en eso y nos lo aclaren a todos de una vez ¿No son tan sabios? Que no lo dejen a merced de Bono. ¿Les resulta incómodo? ¿Mejor hablar de Bermudo el Gotoso, de Recesvinto, o de Alfonso II el Casto, que son menos polémicos para los comunistas?
Hasta la Iglesia española lo acepta y calla putamente. ¿No tiene nada qué decir? ¿Va a apoyarse en el socialismo materialista? ¿Qué puede esperar? ¿No les hace libre la verdad, acaso? Que lo vaya pensando porque se queda sin parroquianos, sin libertad y sin caridad, y la solidaridad no da para eso, para limpiar el desprecio y el bochorno. Después les caerá el martirio ineludible a lo Diocleciano, o a lo Carrillo.
¿Tenían complejo de algo quienes se bajaban los pantalones hasta los tobillos en la abdicación transacional de la santa transición? Sí. Tenían el complejo de que les había tocado la lotería cuando recibían los réditos año tras año de una paz carísima en vidas de españoles de ambos bandos tras 986 días de guerra civil y que había que repartir premios entre los ¿Abusados?
¿Fueron abusados los comunistas en las Casas de Campo, o en las checas, o en Paracuellos, o en la España profunda de Andalucía, Cataluña o Extremadura? ¿En Barbastro, en Solsona, en Castro Urdiales, en Santander? Seamos serios en la memoria de la historia. Les narcotizaron, muerto Franco, y se dejaron abducir tendidos en el diván de los expertos y abandonados a su criterio. Olvida… olvida… olvida, majo, que ya te diré yo lo que debes entender donde dice Diego.
Ahora se puede comprobar el resultado de esos burdos errores de bulto de la transición, que no son transitorios, sino que los tenemos recrecidos por el paso del tiempo, y se nos vienen encima como un armario ropero y hay que poner orden seriamente, hay que cerrar el grifo de la manipulación, recoger velas y recuperar para el gobierno de la nación lo que democráticamente corresponde al buen juicio y verdad, educación, sanidad y justicia, si no queremos su fin, el de nuestros niños y de nuestras costumbres, que son poco discutibles zapaterilmente –nada- si no lo es en el campo del honor. Díganlo el señor Aznar, el señor González, el señor Rajoy y otros generosos personajes de las dádivas gratuitas que son los responsables, con mayorías absolutas del pueblo soberano, suficientes para corregir los rumbos y errores, que esas mayorías no eran para otra cosa.
Se requiere un discurso tan efectivo como lo fueron los catorce de Fichte a la nación alemana en el invierno de 1808, cuando estaba ocupada por las fuerzas napoleónicas, para despertar el sentimiento nacional de resistencia y combate y la posterior creación de Alemania como nación, y que el mismo Fichte dedica a los españoles que habían dado un ejemplo universal por su resistencia a Napoleón y la defensa de su tierra a navajazos y pedradas contra el invasor. El ejército español, entérense, estaba en aquel entonces en Dinamarca, debidamente desconectado de su verdadero objetivo, la defensa de España. Eran las misiones en el exterior que se llevaban entonces para poder manipular las legitimidades. ¿Les suena? El cuestionado ahora es Colón y la España imperial al gusto marxista. De Lenin o Stalin, de la URRSS, nada de nada. No se habla. Una manta de silencio. Bono no opina, ni la iglesia, ni la Academia. Unos santos barones. El asesino, hete aquí, es Franco. ¡Voilà!
¿Es España un caso patológico? Sí. En España fueron derrotados y combatidos hasta la saciedad los comunistas estalinistas-leninistas y esos nunca perdonan. Saben de subversión, de técnicas manipulatorias y de crear coreas, vietnams, venezuelas y cubas donde no las había y se alimentan de un odio incombustible en formato demagogia-mentira tres veces al día o las que hagan falta. ¿Alguien se lo cree?
Si cae la memoria de Franco, sin distingos ni matices y lo que hizo, si se la cargan del todo como pretenden, a ciencia y conciencia de la Academia de la Historia antigua, siguiendo el panfleto de la izquierda contra toda verdad, caerá su obra instauratória de la monarquía constitucional apoyada y aceptada mayoritariamente por el pueblo soberano –del que emanan la soberanía y los cuartos, no lo olvidemos- en la Constitución del 78, lo que nunca pasó con la II República y su golpe de Estado, que careció siempre de plebiscito y de legitimidad. No les quepa duda. Van a por eso. Nadie cree en una legitimidad del ABC, ni de la señorita Pepis. Si se horada la peana, caerá el santo de bruces, por más que se agarre a las paredes o al gotelé. Lo saben quienes lo fomentan y conocen los “derechos sucesorios” de don Mendo.
La Historia suele venir en un paquete, no cabe el esto sí, me gusta, esto no, porque no me agrada. Esas cosas pasan en los cuentos de Calleja y los de hadas, muy concretamente.
¡Aprendamos del pasado, coño!
Esto que se ha hecho durante todos estos años esun ataque a la verdad que no debemos permitirlo. Nos va la dignidad en ello…