¿Qué es eso el “franquismo”?
Pues la evidencia de un nuevo título insultante para designar un periodo histórico de cuatro décadas, llenas de honras y glorias nacionales, capitaneadas por un providencial Caudillo salvador de una Patria amenazada por la bota aplastante del comunismo ateo, anticatólico, antisocial y antiespañol.
Los enemigos de las identidades católicas de las patrias y del Dios que da sentido a toda civilización que se precie, del orden, la justicia social, la paz y la verdadera libertad, como marco de auténtico progreso integral, no pueden perdonar su derrota por las fuerzas del bien y la Verdad eternas. Eso es el sionismo masónico, el enemigo permanente de aquél a quien crucificó y sigue persiguiendo en la interminable lucha entre el bien y el mal. Es la eterna pero no interminable lucha de las tinieblas contra la luz, inextinguible, del Reino e Cristo, que no será derrotado ni tendrá fin.
Para empezar, el concepto denigrante y degradante de “franquismo”, nace de la revancha de los derrotados, que en vez de reconocerle como providencial Caudillo, salvador de una Patria, de un catolicismo, alma identitaria del bimilenario pueblo español, de un continente expuesto al comunismo, como una caída de fichas de dominó sucesivas y de una catolicidad convertida en cadena de mártires y destrucción de su irrepetible patrimonio artístico y social, además de teologal y salvífico-trascendente, le llama “dictador”, en el sentido tiránico y genocida de un Lenin o un Stalin.
Sería lógico el “franquismo”, si Franco hubiese tenido una filosofía propia, un régimen original, un pensamiento que le hubiese titulado como una tendencia del pensamiento científico-especulativo, como lo tuvo el racionalismo de Descartes, el inmanentismo de Kant, el positivismo de Locke y el americanismo positivista de las últimas filosofías apartadas del pensamiento escolástico y clásico, el iluminismo revolucionario del siglo XVIII…
Pero Franco como Caudillo, se limitó a defender la Fe católica secular, la justicia, la paz, el orden y el progreso en la unidad de las tierras de España.
Nada original e ideologías propias ni tiránicas, como también lo hicieron la pléyade de héroes históricos inspirados en la misma Fe, heredada desde el inicio de la predicación de Santiago y la conversión de los arrianos en el año 589… Gracias a los cuales, España siguió siendo la luz y el brazo privilegiado del Catolicismo contra herejes, musulmanes, liberales e invasores. Sus nombres históricos son interminables.
Exactamente, no es propio hablar de Stalinismo ni de Leninismo, porque no fueron originales en doctrina propia, sino como servidores de un error filosófico-social-teológico, inventado por Marx.
Ser servidor de una filosofía anterior no es ser propietario de la misma, sino continuador, y en esta ocasión, milagrosamente defensora de la única y verdadera ideología divina, humana, social, racional y salvífica de las patrias y del alma humana, trascendente y eterna, creada para la bienaventuranza compartida con su Creador.
Vemos así como el término de “franquismo” no tiene más sentido que el del insulto y la ingratitud contra la Historia y contra el guía salvador puesto por la divina Providencia.
Por eso Gil de la Pisa, ilustrísimo filósofo y católico de pura cepa, ha escrito con toda propiedad que:
“El día más glorioso de los últimos 500 años, después del Descubrimiento de América, no hay otro semejante al 18 de Julio del 36.
Fue la única Victoria lograda en los últimos 500 años contra la SINÁGOGA DE SATANÁS…”.
La trascendencia de esa victoria para toda la historia mundial, merece ese título.
“La justicia engrandece a las naciones; el pecado es la decadencia de los pueblos” (Proverbios, 14, 34).
“Al ministro inteligente da el Rey su favor; al inepto, su desprecio” (Proverbios, 14, 35).
“El deseo del justo se logra, pero el impío no puede esperar más que ira” (Proverbios, 11, 23).
¡Es de bien nacidos, ser agradecidos!
*Párroco de Villamuñio (León).
El franquismo era y es bastante mejor que la MIERDOCRACIA ACTUAL.
Esa es la realidad.
– No había tanto gasto público, ni tantos enchufados en todas partes.
– NO EXISTÍAN LAS AUTONOMÍAS, A DIOS GRACIAS.
– Se pagaban muy pocos impuestos, pues el país funcionaba bastante bien, sin tanta burocracia como ahora, etc.
EN DEFINITIVA, VIVÍAMOS BASTANTE MEJOR, Y HASTA PODÍAMOS AHORRAR, ALGO QUE AHORA ES PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE, pues todos tenemos que vivir al día…
El Padre CALVO es un Sacerdote de los pies a la cabeza, no como otros muchos compañeros suyos, y Obispos felones.