Francia: ¿una revuelta contra las élites de Europa?
Por Bruce Bawer.- París, 8 de diciembre de 2018: un manifestante lanza un bote de gas lacrimógeno contra la policía durante una manifestación de los ‘chalecos amarillos’ en las inmediaciones del Arco del Triunfo. (Foto: Chris McGrath/Getty Images).
Durante años, los que escribíamos y nos preocupábamos por el auge del islam en la Europa occidental sabíamos que, al final, si los gobiernos de estos países no cambiaban el rumbo drásticamente, algo iba a pasar. Hasta ahora, los nativos han sido, en su mayoría, notablemente mansos. Han tragado mucho. Sus líderes han llenado sus países con enormes cantidades de inmigrantes de Oriente Medio y el norte de África, de los cuales una desproporcionada cifra dejaron claro que no tenían ninguna intención de unirse plenamente o contribuir a sus sociedades de acogida sino, más bien, se contentaban con coger, herir, dañar y destruir, y estaban decididos, a la larga, a conquistar y gobernar.
Nadie le ha preguntado nunca a los ciudadanos de la Europa occidental si querían que sus países se transformaran radicalmente de esta manera. La transformación, además, se intensificó cada año. En algún momento, sin duda, las poblaciones nativas de la Europa occidental reaccionarían.
¿Pero qué forma tomaría? Los que estamos profesionalmente preocupados por estos temas hemos pasado horas sopesando esta pregunta. Nos preguntábamos unos a otros: ¿qué crees que pasará? Algunos profetizaron la balcanización. Ya había zonas de exclusión, enclaves en la periferia de las grandes ciudades donde los “infieles” no eran bienvenidos y la policía y los bomberos eran por sistema bombardeados con piedras si se atrevían a inmiscuirse. Era suficientemente fácil imaginar que esas zonas se expandirían, que su soberanía de facto bajo la ley de la sharia se reconocería oficialmente y que se establecería algún tipo de relativa estabilidad.
Otros observadores predijeron que los nativos provocarían disturbios; no las élites cuyas vidas personales se veían mínimamente afectadas por la presencia musulmana en sus países, sino las personas menos privilegiadas cuyos barrios y colegios se han convertido en zonas peligrosas, a los que se les han subido repetidamente los impuestos para pagar enormes salarios a miembros de organizaciones de inmigrantes, y cuyos médicos y hospitales se han visto tan sobrecargados por los recién llegados que los tratamientos vitales se racionaron cada vez más y las listas de esperas fueron cada vez más largas.
En 2016, los británicos conmocionaron al mundo al votar a favor del Brexit, y unos meses más tarde los estadounidenses obraron un milagro aún mayor al elegir a Donald Trump para la presidencia. Algunos analistas esperaban que las elecciones en Francia, Suecia y los Países Bajos también arrojaran unos sensacionales resultados, pero a pesar de los progresos logrados por los partidos a favor de controlar la inmigración, como la Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) de Marine Le Pen, los Demócratas Suecos y el Partido de la Libertad de Geert Wilders y el Foro por la Democracia de Thierry Baudet, ambos de los Países Bajos, esas victorias fueron menores de lo esperado.
Por otro lado, el año pasado los austriacos eligieron como canciller a Sebastian Kurz, enérgico detractor de las cuotas de asilo impuestas por la UE, y este año el cargo de primer ministro italiano fue para Giuseppe Conte, que ha adoptado una firme postura contra los inmigrantes ilegales y que ha vetado los barcos de inmigrantes en los puertos italianos.
La noticia más importante en este frente, sin embargo, no se ha producido en las urnas.
Este año los británicos han expresado cada vez más indignación por la chapuza de Theresa May con el Brexit y, durante el verano, salieron a las calles a protestar por el encarcelamiento ilegítimo de Tommy Robinson, que en ese país se ha convertido en el rostro de la resistencia a la islamización. Además, en las últimas semanas, ciudadanos franceses de todo el espectro político, sobre todo los provenientes de pequeñas localidades y áreas rurales, no sólo han llevado a cabo protestas públicas por temas corrientes –esa perenne actividad recreativa gala–, sino que han provocado revueltas y cometido actos de vandalismo en París y otras grandes ciudades, y saqueado lugares emblemáticos como los Campos Elíseos, obligando al cierre de la Torre Eiffel y el Louvre, e incluso causando daños al Arco del Triunfo.
Al principio se dijo que los franceses estaban enfadados por una subida de los impuestos al combustible que había sido motivada por las prioridades medioambientales del presidente Emmanuel Macron. “El precio de la gasolina se ha puesto de no creer”, dijo el otro día Ghislain Coutard, al que se le atribuye la creación del llamado movimiento de los chalecos amarillos, y después habló de que algunos amigos suyos “están apenas sobreviviendo” a causa del coste de poseer un coche. “El menor problema con el coche se convierte en una catástrofe –explicó–. Tienes que meterte en deudas y después nunca terminan”. Por desgracia, incluso después de que Macron, al darse cuenta de que se había pasado, canceló la subida del impuesto, las revueltas continuaron.
Los periodistas se han visto en apuros para obtener explicaciones claras y concisas de los agitadores y sus motivos y objetivos. Quizá los agitadores no encuentran las palabras, quizá están expresando una rabia que aún tienen que saber articular. O quizá son reacios a decir en alto lo que piensan por temor a que los llamen xenófobos, islamófobos o racistas. En una entrevista el otro día, el filósofo francés Alain Fienkelkraut atribuyó las revueltas a la inseguridad económica y cultural por parte de las clases étnicas baja y media francesas, personas que han sido expulsadas de los centros de las grandes ciudades por la subida de los alquileres, que han visto sus trabajos y pequeños negocios destruidos por las tasas y regulaciones “verdes”, que sienten que han perdido en una lucha de poder con los inmigrantes musulmanes, y que sienten que sus clases dirigentes han tenido más simpatía hacia los inmigrantes que hacia ellos.
Ahora las revueltas se han extendido a Bélgica y los Países Bajos. Allí, también, los objetivos de los agitadores pueden ser imprecisos. Associated Press citó a una anciana mujer holandesa que se quejaba de los impuestos, la escasez de la vivienda y la pérdida de prestaciones sociales: “La red de prestaciones sociales con la que crecimos ha desaparecido –dijo–. El Gobierno no está ahí para la gente. Está ahí para proteger sus propios intereses”. Por supuesto, esos “intereses” incluyen priorizar las gratuidades para los inmigrantes a costa de los holandeses que han aportado toda una vida de trabajo. Aún hoy, sin embargo, para muchos nativos europeos occidentales, puede ser más fácil ser un insurrecto que habla honestamente sobre el islam y la inmigración.
¿Se extenderán aún más estas revueltas? En cierto modo es difícil imaginarse a los escandinavos de a pie provocando revueltas, son demasiado suaves. Su idea de una manifestación pública consiste en una tranquila vigía a la luz de las velas. En cuanto a los alemanes, son demasiado ordenados para estallar con levantamientos espontáneos.
Sí, se les da muy bien marchar en fila india a las órdenes de algún maníaco fascista histérico, pero no se sienten individualmente inclinados a estallar con violencia. De nuevo, esa impresión podría ser equivocada. Después de todo, fue bastante sorprendente ver a tantos británicos normalmente educados, e incluso reprimidos, amontonarse en las plazas londinenses para expresar su solidaridad con Tommy Robinson. Así que tal vez estos agitadores franceses sí se extiendan por toda la Europa occidental. Quizá ya llega: el comienzo de la resistencia de los ciudadanos de la Europa occidental contra el desastroso proyecto multicultural y globalista de las élites europeas. O tal vez es sólo un paso más que nos acerca al día del juicio final del continente.
Deberemos averiguarlo a tiempo.
Dice este buen hombre que a los alemanes se les da bien msrchar a las ordenes de algun loco fascista histerico..,¿Pero el loco fascista histerico no fue el que movilizó a su pueblo contra los problemas de los que se queja él autor en este artículo?
Por lo que he leido en otros medios estos manifestantes son más de izquierdas que de derechas.
Y me lo creo. Por una razón muy simple. La derecha evita salir a la calle aunque esté indignada y si se manifiesta no lo hace de esa manera lanzando cócteles molotov y demás, intrumentos típicos de izquierdistas radicales callejeros.
No suele ir encapuchada, y suele portar grandes banderas de su país aunque estén protestando contra el gobierno de su país.
Ni una sola bandera de Francia.
En otros medios han entrevistado a unos cuantos, y muchos tienen como referente el marxismo leninismo.
En FRANCIA hubo una REVOLUCIÓN en 1.789 porque los ABUSOS fueron ya el COLMO y lo mismo pasa AHORA en EUROPA en PRELOGÓMENOS DE REVOLUCIÓN por culpa de Incultos con dinero que pagan a los DIARREICOS MASONES de cerebro SÍMICO.
El manifestante sólo está regresando el bote de gas que la policía lanzó a un conjunto de manifestantes y de entre ellos, uno, precisamente el de la imagen se agachó, lo tomó y lo lanzó de regreso. Yo estuve viendo en tv en vivo y obervé el momento exacto en que eso sucedió.
Las elites politicas occidentales vendidas solo son mercenarios al servicio del poder mayor que es la Banca, ONU, UE, FMI, ONGs, Medios Corruptos, y Corporaciones Supranacionales, todas bajo el auspicio del Globalismo o Sionismo internacional. La Izq o Der trabajan para el mismo amo, los nativos europeos son para ellos el verdadero problema para ejecutar su genocida plan Kalergiano.
A mi me costó entender como españoles se dedicaban a meter “salvando” miles y miles de africanos medioismizados a cambio de dinero para ellos mismos salvar sus culos en la vida. Terrible; si metes 1o mil negros te pongo un piso en la avenida de Burgos. Así funciona el luciferati Soros. ¿y quien detiene a este vampiro de almas o al menos a alguno de sus mamporreros como Sanchez?.
Se ha venido denunciando durante más de 30 años la inmigración salvaje y totalmente controlada fomentada por las élites, la devastación industrial de Europa y USA, la pauperización de las clases medias-productivas, la imposición de la ideología de género, la rapiña fiscal para financiar a las masas clonizadoras, los sueldos de mierda aunque se tengan dos carreras, los privilegios medievales de la castuza política, el machaque de quien piensa algo distinto a lo de las élites… La repuestas de las mafias elitistas ha sido do tazas y media, por ello los sufridores han dicho ” BASTA YA NO TENEMOS NADA… Leer más »
Esta revuelta la veo mas falsa que un billete de 40€. En Carcasona, la ciudadela tiene tres murallas, dos para porteger a los ciudadanos de los peligros exteriores, y la tercera es la muralla que construyeron los ultimos nobles que vivian alli para protegerse de las algaradas del populacho empobrecido por los impuestos.
Supongo que para construir la tercera muralla, hubo algaradas que justificaron la aprobacion de expolios para construir dicha muralla interior.
A ver quien le niega al gobierno galo la aprobacion de mas partidas presupuestarias en seguridad y fuerzas del orden.
Rien de nouveau sous le soleil
Efectivamente señor Bruce Bawer. Las clases medias Occidentales de todo tipo, media baja, media alta y media media, de Europa y también de EEUU, básicamente blancos y de tradición cristiana se han cansado ya de trabajar y pagar cada vez más impuestos, viviendo ya de hecho en un infierno fiscal, con la gran paradoja de que los beneficios de esos impuestos que cada vez cuesta más el pagar apenas repercuten en su beneficio, por no decir nada. Están siendo suplantados por invasores musulmanes y negros, que reciben los beneficios sociales que la población nativa paga, y ha costado muchas y… Leer más »
Lo explica mucho mejor que yo, más pormenorizadamente y la conclusión es que esa luz al final del túnel no puede más que convertirse en un foco luminosos antes de pocos años.
Hay que conjugar la paciencia con el realismo, la erupción salvífica que recorre Europa llegará a España, como dicen ahora los gilipollas, si o si
Si con la patita te refieres a Galicia, te digo que NO. Siempre hay cuatro gatos que hacen ruido, pero cuando llega la hora de votar no gobiernan porque nadie les cree. Nosotros somos iguales al norte de Portugal, por algo estuvimos unidos y siempre nos ponemos de acuerdo para hacer cosas. La eurorregión Norte, fue creada por Galicia y norte de Portugal, luego se unieron otras comunidades, pero eso no implica que seamos separatistas. Eso son los nacionalistas vascos, catalanes, valencianos y podemitas, que se empeñan en meternos en el mismo saco. Supongo que seremos el único Parlamento Autonómico… Leer más »
Exigencias (vivienda, ayudas, etc) y métodos (violencia) típicos de podemitas
Esperemos que la policía actúe con contundencia antes de que prenda la llama
Así es: en el barrio de Gamonal, Burgos, hace unos tres o cuatro años, hubo una algarada similar, y fue provocada por podemitas y similares.
Si usar la violencia está mal ¿Usar la autoridad no es lo mismo?