La activista en huelga de hambre cumple una semana de protesta por las condiciones de la nueva perrera de Getafe
“Una proteccionista convencida de los animales” que lleva más de 15 años al pie del cañón. Así se define Beatriz Menchén. Una madrileña de 41 años que, allá por 1995, empezó a trabajar en una perrera de Getafe en donde se sacrificaban absolutamente todos los animales y peleó hasta gestionar su propia perrera en la que pudo revertir la situación. Su sueño se cumplió durante varios años. Ahora, sin embargo, las tornas han cambiado y se encuentra en huelga de hambre para protestar contra la política de sacrificios que lleva a cabo la actual empresa (Vetmovil) después de que en septiembre le arrebataran la gestión por medio de un concurso público.
Desde el pasado 26 de abril, sólo se alimenta a base de agua y un suero de glucosa denunciando la práctica de Vetmovil que, según los datos de Menchén, ha sacrificado al 66% de los perros y gatos que han recogido desde septiembre.
Aunque Vetmovil rechaza los datos esgrimidos, el Ayuntamiento se ha visto obligado a reaccionar vista la repercusión que está teniendo la protesta de la activista. El alcalde de Getafe, Pedro Castro, ha anunciado que retirará la concesión de la perrera municipal a la empresa Vetmovil si las inspecciones que la Guardia Civil está llevando a cabo demuestran que existen irregularidades. Y en caso de tener que abrirse un nuevo concurso público, el consistorio incluirá una cláusula humanitaria con la que obligar a la concesionaria a buscar familias adoptivas para los animales en vez de sacrificarlos indiscriminadamente.
En 2010 se abandonaron en la Comunidad de Madrid un total de 8.016 perros y gatos, 7.193 de los cuales fueron adoptados. Según la Consejería de Medio Ambiente, “el perfil del abandonador es un varón español mayor de edad, que convive con el animal y no muestra ningún interés en proporcionarle los cuidados veterinarios que necesita”. Una tendencia que la Consejería combate apostando por fomentar la tenencia responsable de animales de compañía, el control de abandonos y la superpoblación.
Beatriz , por su parte, ha manifestado que se encuentra “bien aunque no es fácil hacer una huelga de hambre”, y se mantiene firme. “Tengo muchas esperanzas, pero esto lleva su proceso y hasta que no termine no dejaré la huelga ya que les he pedido que aunque los animales estén en manos de Vetmovil, que les exijan que paralicen las eutanasias”, ha agregado.