Cuando el Ejército libanés llegó a lo más bajo: Margarita Robles pasando revista a tropas del Líbano.

Luis Romero.- Se llama Enrique Area Sacristán, es teniente coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca. Se trata sobre todo de una referencia cabal y decente para miles de españoles que no quieren dejar de serlo. Recientemente le ha sido impuesta una sanción económica por la ministra de Defensa por defender la unidad de España en este altavoz patriota que es Alerta Digital. De todo lo vivido desde la imposición de la sanción hemos hablado con Enrique Area, santo y seña del idealismo amasado en rectos principios.

¿Cómo ha vivido estas últimas jornadas desde que se hizo pública la sanción administrativa que le fue impuesta por la ministra de Defensa por defender la unidad de España en un artículo en AD?

La verdad es que la he vivido con una supina tranquilidad porque sabía, desde que me dijo el instructor en el trámite de audiencia y antes de realizar la instrucción del procedimiento, y por lo tanto sin saber absolutamente nada sobre mi defensa, que lo tenía muy mal, por lo que muy posiblemente, se deduce, estaba siendo presionado desde el Ministerio para que me impusieran una sanción a toda costa. Lo que se reafirmó con la negativa del instructor a atender a mi abogado cuando éste le preguntó por el expediente por teléfono. El instructor de un procedimiento por cualquier tipo de falta debe ser independiente y solo analizar los hechos del caso en cuestión. La justicia debe ser independiente.

De todos los testimonios de apoyo recibidos, ¿destacaría alguno?

Todos han sido muy cariñosos y comprensivos conmigo. Destacaría la cantidad de compañeros que se han prestado a resarcirme económicamente de la sanción voluntariamente.

Los apoyos desbordantes a su persona en redes sociales y también en AD tal vez revelen la falta que nos hace personas que, como usted, sean percibidas como referencias patrióticas

Bueno, es un caso de injusticia clara en la que un profesional del Ejército, muy querida esta institución por todos los españoles de bien, han visto que la justicia en el Ejército depende en algunas ocasiones de profesionales de uniforme verde oliva, dependientes directamente del MINISDEF, que en lugar de impartir justicia, atendiendo a los dictámenes técnicos, se encuentran influidos por políticos de tendencias detestables, cuya misión es presentar varias posibilidades de finalización de la instrucción a favor o en contra del investigado o expedientado sin tener en cuenta estos dictámenes y los hechos objetivos y por tanto empobrecen la impartición de justicia.

La carne contra el espíritu o la diferencia entre el materialismo que defiende la ministra y el sentido de la trascendentalidad humana que defendemos nosotros. En ese contexto, ¿qué importancia moral puede tener una chapucera sanción administrativa instruida por funcionarios lacayunos?

Yo no los definiría como funcionarios lacayunos. Es muy difícil sobreponerse cuando se está presionado por el Sistema, por el Estado, y tener la valentía de oponerse a los propósitos aberrantes moralmente de quien representa a una Institución. Los llamo débiles o flojos de moral. No todo el mundo tiene valor para enfrentarse a un Sistema corrupto.

¿A qué le impele el juramento que hizo a la bandera que pueda entrar en colisión con lo que los mandos políticos exigen a los militares?

Me niego a pensar, ni siquiera someramente, en esa posibilidad. Los políticos deben de ser los españoles más ejemplares. Desgraciadamente tenemos bastantes en las corrientes de izquierda que no se sienten ni siquiera españoles e incluso se manifiestan en contra de la Unidad de España. Tiempo al tiempo. Dios proveerá.

Mi teniente coronel, ¿está llegando España a una situación límite?

España lleva en situación límite desde que se aprobó una Ley permisiva con aquellas organizaciones que luchan contra el propio sistema democrático.

Enrique Area.

Lleva usted algunos años colaborando en AD y me consta que en todo este tiempo ha desarrollado una relación muy estrecha y cercana con su director?

Si, así es. Con Armando Robles hablo prácticamente todos los días. Soy un escritor muy prolijo y desbordo al director de AD y a muchos de mis lectores.

¿Es usted molesto porque ha venido a recordarnos que el Ejército debe seguir siendo un revulsivo de la conciencia nacional?

En el Ejército no creo que sea molesto. En el MINISDEF sí. Hay que tener en cuenta que los representantes de las carteras del MINISDEF forman parte de los Gobiernos que se van alternando de una ideología y de otra y según sea de un lado o de otro o, simplemente por una situación en la que se pone científicamente en un brete decisiones socio-políticas te conviertes en alguien incómodo como ocurre en otras Instituciones del Estado copadas por la política.

Pocos lectores saben que es usted vasco de nacimiento y también de origen. ¿De qué forma sus orígenes vascos han forjado su compromiso ético con España?

Desde muy joven viví en mi propia familia, en la de mi mujer y en la de mis más queridos amigos el estalinismo de la organización ETA, apoyada por parte de instituciones gobernadas por unas muy determinadas organizaciones legales aunque no legitimadas por su comportamiento inmoral. Yo tuve que irme a vivir a Málaga con 19 años, a casa del hermano menor de mi padre, por estar amenazado por la banda terrorista. El sentimiento de vivir extrañado de mi familia durante un año y medio, después ya ingresé en la Academia General Militar, fue muy desagradable aunque me sentí muy arropado por mis tíos y primos.

Un mensaje para los lectores de AD, que tanto le admiran…

No tengo nada más que agradecimiento y admiración por mis lectores que me soportan con mucha paciencia y que, muchas veces, aguantan con estoicismo los cilindros que, a veces, escribo de Sociología política.