Carta abierta a Antonio Hurtado: Un demócrata habla de razones, no de cojones
Antes de nada enviarte un fuerte abrazo y desear que te recuperes de esas dolencias que andas pasado últimamente. Excuso decir que no voy a responderte en la misma tonalidad que utilizas en tu carta que inexplicablemente arrojas contra mí, ente otras cosas, porque me gusta tener respeto, incluso con aquellos que no lo tienen conmigo, dentro de los límites de la lógica.
Con carácter previo indicarte, amigo Antonio, que entiendo que un buen demócrata y centrista debería enarbolar razones y no cojones. No creo que alguien a quien presentan como un icono del centrismo deba dirigirse a nadie en esos términos, más propios de ideas y maneras totalitarias y alejadas de lo que debe ser una persona de centro, liberal y de progreso. Y ya sabes que las palabras definen los fondos. En tu escrito, veo una total ausencia de respuestas a las preguntas que planteo y mucho menos de argumentación mínimamente sólida. Mucha defensa de la virilidad, eso sí, pero razonamientos ninguno.
Pero vamos por partes, y para que todos sepamos donde estamos. Los problemas principales que preocupan y mucho en el CDS son dos: 1.- ¿Cuáles han sido las causas por las que el CDS no ha podido presentarse y qué es lo que pasó para que sí lo pudiéramos hacer en las europeas y las catalanas y ahora no? Y 2.- ¿Tiene alguna viabilidad que el CDS pueda presentarse a unas próximas elecciones, o se volverá a repetir el mismo problema y no podremos concurrir más bajo las siglas del CDS a unas elecciones?
A eso es a lo que hay que responder amigo Antonio, y no a otras tonterías que sólo pretenden desviar la atención de lo importante y que sólo sirven para escurrir el bulto de posibles responsabilidades. Luego, no te preocupes te responderé sobre mi actuación, no te preocupes, que yo no soy de los que eluden responder. Voy a intentar dibujar algunas líneas para que todos podamos responder a ambas preguntas, porque en las dos tu ahora queridísima Fátima Arbelo tiene mucho que decir.
Lo primero es que en las últimas elecciones europeas y catalanas la Junta Electoral Central y los juzgados dieron la razón a Francisco Cabra frente a las pretensiones del Partido Popular y de Fabián Villalabeitia que impugnaron nuestra presencia en las elecciones. Ese tema estaba ganado, y ni Fabian ni el PP podían echarnos abajo las candidaturas por esa vía. Pero en estas últimas, y sólo 6 días antes de convocarse las elecciones apareció en escena Fátima Arbelo, aduciendo que había sido elegida Presidenta Nacional del CDS el día 6 de febrero, es decir mes y medio antes, dato que no figuraba en el Registro de Partidos Políticos hasta ese día.
Por tanto. lo que diferencia estas elecciones de las anteriores se llama Fátima Arbelo, y si ella no hubiera aparecido, nada de esto habría ocurrido. Eso lo sabe hasta el más tonto y cualquier intento de disimularlo va a ser vano. Pero es que resulta que una artimaña tan burda como esta no podía prosperar sin la necesaria colaboración de Francisco Cabra. Algo tan ridículo como eso se habría resuelto con sencillez en un contencioso-electoral para el que había dos días de plazo desde la primera comunicación de la JEC. Cabra no dijo a todos, que estaba presentado, cosa que resultó ser mentira. Cabra no lo presentó engañándonos a todos, dejó pasar los plazos y Fátima Arbelo, que hasta ese momento no era nadie, tomó carta de naturaleza en este asunto. Haber logrado dos afiliados (ella misma y Tomás Acero) en todo Aragón durante un año y medio, y lograr reventar al CDS ante las elecciones es todo el bagaje y resultados que tiene Fátima Arbelo en su haber. Así que sus co….rajes no los veo por ninguna parte. Todo lo demás que ha ocurrido ha venido derivado de ahí, y desde luego mantengo que los tres estaban en el mismo tinglado, y sobre todo con la participación y colaboración de Cabra, porque de otra forma no puede explicarse que algo tan ridículo y burdo como eso pudiera prosperar. Por tanto, querido Antonio podéis intentar levantar cortinas de humo, pero que el CDS no esté en las elecciones no es culpa de nadie más que de ellos tres, ni de si yo soy bajito, feo o con mala leche, ni de si en la procesión del Cautivo de este año había más o menos Regulares. No confundáis a la gente, porque la afiliación no es tonta y eso es un hecho irrefutable.
Con respecto a la segunda pregunta que se hace toda la militancia, y que no es otra de si es posible salir del atolladero legal en el que nos han metido estos tres sinvergüenzas, quisiera decirte lo siguiente. Primero el tema es muy complicado, porque entre otras cosas, tu amiga Fátima Arbelo no quiere hacer ningún congreso que no vaya con las cartas marcadas, igual que le pasa a Cabra, y por supuesto vuestro amigo Fabián. Los tres saben, que en un Congreso sin apaños, sin trucos y en el que puedan votar todos los afiliados, ninguno saldría elegido. Y como lo saben, todas las maniobras que hacen van en la dirección de agarrarse a la silla como garrapatas al precio que sea. Sin embargo hay elementos que se les escapan de manera notoria para alcanzar su objetivo. Y ojo, porque ahí tenemos el porqué se están dirigiendo los ataques de manera personalizada hacia varias personas del partido. Lo primero que se les escapa es la Secretaria General, Elicia Rivas, a la cual nadie salvo la Asamblea puede cesar, y que es la que puede convocar a la propia asamblea. Lo segundo son el resto de los órganos del partido, como el CEN o la Comisión de Garantías elegida en la última Asamblea. El partido no tiene Presidente, pero no está descabezado y dispone de sus órganos directivos. Y tercero son los propios afiliados, y aquí a Fátima Arbelo se la nota una especial obcecación con Madrid, que supone casi el 70% de la afiliación. De ahí los ataques personales hacia Elicia Rivas y hacia mí así como su obsesión porque se la reconozca como representante legal a toda costa, sirviéndose de cualquier escusa por variopinta y absurda que parezca.
Pues bien, efectivamente, la estructura del partido, es decir, la Comisión de Garantías, la Secretaría General, el CEN, la Asamblea y el Congreso son soberanos y suficientes para llevar a cabo los procedimientos que conduzcan al CDS a un Congreso en el que libremente se elija una nueva presidencia del partido, y acabe con la situación jurídicamente insostenible en la que estos tres individuos nos han metido. En este punto quiero preguntarte algo, amigo Antonio. ¿Está Fátima Arbelo dispuesta a presentarse y/o no impugnar un Congreso en el que todos los afiliados del CDS podamos elegir libremente una nueva dirección y a cerrar en ese congreso la vía que abrió y que tantos problemas ha dado? Porque si ella está dispuesta, no tiene nada que ocultar, no se quiere agarrar a la silla como los otros dos, los problemas legales del CDS estarían resueltos, y no habría nada más que hablar. Decidiría democráticamente y de forma libre la militancia y aquí paz y después gloria. Pero si ella no está dispuesta, y va a impugnar lo que diga ese Congreso, entonces tendremos que esperar a que los juzgados se pronuncien sobre su impugnación y volveremos a tener problemas, aunque sabiendo lo que hay que hacer esos problemas son superables. Así que en su mano está. Que diga claramente lo que quiere hacer. ¿Quiere Fátima Arbelo ser Presidenta a toda costa aunque no tenga legitimidad o quienes la pagan y la dictan lo que tiene que hacer continuarán intentando que el CDS levante cabeza?
Y por último, no quiero olvidar el responder a tus ataques personales contra mí. En primer lugar, si yo tengo que coger las maletas o no, lo decidirán mis compañeros de Madrid, o yo mismo, o la Comisión de Garantías si hago algo punible, pero de ninguna manera creo sea algo que pertenezca a tu órbita de decisiones. Tus palabras están muy alejadas del espíritu y las formas de un auténtico centrista, pero quizás sea algo que se contagia a la gente en cuanto se está cerca de Fátima Arbelo. Pero en esto quiero decirte, que no hay nadie en este partido al que le importe menos el cargo que a mí y lo vengo demostrado. De hecho dimití tres veces de todos mis cargos, (una para defender a Miguel Marinas como candidato al Ayuntamiento de Madrid porque Cabra quería imponer a Antonio Fidalgo contra la decisión del Comité de Campaña, la segunda para oponerme al intento de Cabra de decidir el orden de las listas electorales cuando yo había comprometido mi palabra en su autonomía y tras una bronca porque no le permitimos hablar en el acto de presentación de Humanes, y la tercera cuando Cabra se negó a mantener una reunión semanal para organizar los asuntos nacionales). También anuncié por escrito que tras el Congreso de Madrid dejaría todos mis cargos y no me presentaría, y mandé una carta a todo el CEN en el que comunicaba estos aspectos. Así que tengo muy demostrado que no tengo el menor ego en esto, ni quiero ser presidente de esta nuestra comunidad.
En cuanto a lo que yo podía saber o no saber, y a tu acusación de estar en el mismo saco de Cabra. Mira Antonio, sólo te lo voy a explicar una vez más porque este tema lo hemos hablado personalmente varias veces. Cuando se está en unas elecciones y se tiene el cargo de Secretario Nacional de Comunicación e Imagen, lo primero es proteger la imagen del partido contra todo ataque externo que perjudica tus listas y tus expectativas electorales. Y los ataques que se producían a diario y la basura que tus ahora amiguísimos de ruta, y que andan alrededor de “tu presidenta” no eran críticas, eran ataques públicos, que embadurnaban nuestros muros de Facebook, que se enviaban como notas de prensa a los medios de comunicación y destrozaban nuestro trabajo diario.
En ese momento, lo primero eran las elecciones, y entre la gente que estaba trabajando en el partido había una consigna: llegar a las elecciones, y tras las elecciones reformar todo esto, para que eso acabase. Ese proyecto no nos lo hemos cargado los que estábamos todo el día centrados en sacar el partido adelante, sino los que dedicaban su tiempo a lanzar mierda desde la valiente posición del anonimato que ofrece internet. La información (más escasa de la que supones) a la que yo tenía acceso era de dominio público y en nada afectaba a presentarnos a unas elecciones. Que Cabra pasa las cuotas varias veces los sabíamos todos, tú incluido, o que sus formas eran impresentables, pero eso no ponía en peligro el presentarnos a unas elecciones. Cuando los tres unieron sus esfuerzos, y Fátima por supuesto, para cargarse el trabajo que otros habían levantado, es cuando vino el problema de verdad. No sigáis mintiendo a la gente, e intentéis confundirla. El CDS no ha tenido problemas para presentarse a unas elecciones por Cesar Román, ni por Elicia Rivas, ni por Antonio Hurtado, ni por ninguna otras cosa más que por estos tres sinvergüenzas.
*Presidente del CDS de Madrid, miembro del CEN y secretario nacional de Comunicación e Imagen.
Los tres presidentes nos han mentido y nos han estafado. ¡POR UN CONGRESO LIBRE, EN EL QUE PUEDAN PRESENTARSE Y VOTAR TODOS LOS AFILIADOS Y EN EL QUE SE ELIJA UNA DIRECCIÓN NACIONAL SIN TRAMPAS! ¡DEMOCRACIA SRES! ¡DEMOCRACIA INTERNA YA!