Una familia de Yemen obliga a su hija de 3 años a casarse a cambio de comida
El aumento de los precios de los alimentos y la caída de los ingresos en Yemen obligan a los habitantes a tomar medidas desesperadas, advirtió la semana pasada Oxfam, una organización internacional que lucha contra la pobreza. La entidad ha denunciado que una familia obligó a su hija de 3 años a casarse, asegurando que el precio que pagaron por la dote de la menor era la única forma de sobrevivir.
La crisis humanitaria ocasionada por la guerra que afecta al país árabe desde 2015 ha dejado casi 10 millones de personas al borde de la hambruna. Los combates han obligado a muchos habitantes a huir a zonas aisladas, vivir sin ingresos y con escasas oportunidades laborales.
La organización ha señalado que aunque el matrimonio precoz es una práctica habitual en Yemen, es alarmante obligar a casar a las niñas a una edad tan prematura en un intento desesperado por comprar comida. Según Oxfam, en el país árabe las menores no están obligadas a consumar el matrimonio hasta los 11 años, pero mientras tanto deben trabajar en el hogar de su esposo.
“Mi suegra me pega y cuando me escapo para regresar a la casa de mi padre, él también me pega por fugarme. No quiero estar casada. Quiero volver a la escuela”, contó Hanan, una niña yemení de 9 años, en un testimonio ofrecido a la organización internacional.
El anuncio se realizó a propósito de la cumbre de donantes que se celebró en Ginebra (Suiza), el pasado martes, para movilizar recursos y brindar apoyo urgente a millones de civiles yemeníes que enfrentan una “calamidad humanitaria abrumadora”, según palabras de António Guterres, secretario general de la ONU.
Según datos de Naciones Unidas, unos 360.000 niños sufren de desnutrición aguda severa y luchan por su vida diariamente. Además, se estima que más de 80.000 niños menores de cinco años han muerto de inanición y cada día 8 niños mueren o resultan heridos en las zonas de conflicto.
“En Yemen, los niños ya no pueden hacer de manera segura las cosas que a todos los niños les gusta hacer. La guerra puede alcanzarlos dondequiera que estén, incluso en sus propios hogares”, señaló este domingo Henrietta Fore, directora de Unicef.
Habria que vivir en sus zapatos, nosotros tenemos agua y comida cuando queramos, pero en paises pobres y en guerra prefieren casar a sus hijas con alguien que les de comida a que se mueran, en Africa los niños hasta se prostituyen por un poco de agua
Administrador: Indigno, usted lo niega todo pero insiste en estar aquí, incordiando como un niño caprichoso. ?Por qué no se marcha? Demuestre un asomo de dignidad y lárguese.
Robarle la infancia a un hijo menor es un delito. Aún así, en algunos países que siguen a no sé qué clase de religiones o tradiciones, ésta es una práctica “normalizada”. Realmente es un grave error el que cometen al caar a menores a cambio de lo que sea, pues no es más que una forma “legal” en estos países, de trata de personas.
Estos seres del tercer mundo no sienten ni el más mínimo afecto por sus hijos. Para ellos son moneda de cambio, un insecto cuida más a sus criaturas que ellos. Me dan asco, por mi, podrían acabar con todos ellos.