El centro de coordinación de los Mossos, a las 8:15 del 1-O: “Informad de los movimientos de Policía y Guardia Civil”
La cúpula de los Mossos intentó entorpecer desde primera hora del 1-O que los agentes de Policía y Guardia Civil cumplieran el mandato judicial de impedir la celebración del referéndum ilegal independentista. Según ha explicado el comisario de Información de la Policía en Cataluña, Manuel Quintela, en su declaración como testigo en el juicio del “procés”, a las 8:15 de la mañana los agentes de la Policía autonómica recibieron del Cecor, el centro de coordinación de los Mossos, una orden muy clara: “Prioridad a todas las unidades: informad de todos los movimientos de Policía y Guardia Civil”.
El mando policial ha ratificado “rotundamente” que en la jornada de la consulta soberanista hubo “seguimientos y observaciones” por parte de los Mossos, pues a partir de ese comunicado inicial “constan una serie continua de comunicados informando del movimiento de nuestras unidades”. De hecho, ha precisado, las escuchas a esas comunicaciones del Cecor han dejado al descubierto que únicamente en Barcelona se produjeron 271 chivatazos alertando de la presencia de “escudos” y “banderines” (palabras clave con las que se referían a policías y guardias civiles) en los centros de votación. En algunos casos, ha añadido, incluso los mossos se dirigieron a los colegios para avisar a los ciudadanos concentrados de la inminente llegada de los agentes. El comisario ha explicado que en esas comunicaciones los mandos del Cecor instaban a los mossos, refiriéndose a la “clave 21”, a “no utilizar los canales de comunicación abierta sino el teléfono”.
El testigo ha referido diversas actuaciones bajo sospecha de los Mossos para ilustrar lo que, en su opinión, fue una actitud mayoritariamente “pasiva” caracterizada por la “inacción, inadecuación e ineficacia”. “Recibían instrucciones de que se apartaran cuando llegábamos nosotros”. “Y lo siento mucho, porque hay excelente profesionales y algunos estoy seguro de que estaban deseando actuar, pero la verdad es ésta”, ha recalcado. De hecho, el propio jefe de la región policial del Camp de Tarragona les dejó claro que el 1-O harían “lo que la Generalitat nos diga”.
Por lo pronto, ha recordado, ninguno de los 178 requerimientos de refuerzos por parte de los binomios de mossos desplazados a los centros de votación fue atendido por la cúpula del cuerpo. El comisario ha contado incluso que cuando una patrulla de los Mossos interceptó un coche con urnas y pronto los agentes solicitaron refuerzos al verse rodeados, media hora después tuvieron que desistir y marcharse ante la falta de respuesta. “Quisieron actuar y no tuvieron el respaldo de sus compañeros”, ha denunciado.
Asimismo, ha echado un jarro de agua fría sobre la intervención de urnas por los agentes autonómicos que revelan los comunicados del Cecor -85 en Barcelona capital y 131 en toda Cataluña-, que según ha matizado fueron en realidad “entregas voluntarias” por parte de los ciudadanos una vez cerradas las votaciones.
El mando policial se ha detenido en la situación que se encontraron los agentes al llegar a los colegios. “Aquello estuvo perfectamente organizado”, ha recalcado antes de explicar que “una primera barrera” de ciudadano se interponía ante las unidades policiales para que los que estaban dentro tuvieran tiempo de esconder las urnas. “Había personas responsables”, ha añadido, que dejaban claro a los agentes, una vez estos les avisaban “reiteradamente” de la orden judicial que venían a cumplir, de que “les daba igual y no iban a entregar el material”
El testigo ha defendido la actuación “proporcional de la fuerza” por parte de la Policía, caracterizada por intervenciones “rápidas” porque “nuestro objetivo era el referéndum, y no las personas”. En total, 72 agentes resultaron heridos.
“Tuvimos incidentes en la mayoría de los centros a los que acudimos y los más graves en el colegio Ramón Llull de Barcelona”, donde hubo siete agentes lesionados y un ciudadano perdió la visión en un ojo por el impacto de una pelota de goma. Tras lamentar este hecho, el comisario añadió que la Policía tiene recogidas “cinco agresiones” previas a los agentes de ese ciudadano herido. “Se utilizó la fuerza con toda la mesura posible”, ha insistido. “Sufrimos todo tipo de agresiones, golpes y patadas, a veces por detrás, y hasta lanzamiento de vallas”, ha recordado. “Los funcionarios fueron perseguidos centenares de metros tras ser rodeados y tuvieron que lanzar pelotas de goma”. En un colegio de Torreforta (Lérida), ha explicado, “golpearon con una urna en la cabeza” a un agente y en las Escuelas Pías de Barcelona un mossos se interpuso ante la Policía “con los brazos en cruz” impidiendo su entrada y gritando “¡Dejadlos votar!”. Y ha señalado a la ex consellera Clara Ponsati por “dirigir la resistencia a la actuación policial” en el colegio donde acudió a votar.