Si Notre Dame estuviera en España…
Ahora que se quema Notre Dame y los Franceses andan haciendo aportaciones millonarias, y los políticos europeos piden donativos para la cultura Europea, y que la Francia de los Franceses tan suyos ellos, han puesto toda la carne en el asador, dicen que en unos cinco años tendrán restaurada la catedral, aunque los menos optimistas dicen que necesitarán 20 años.
Ahora conviene recordar que el día 29 de mayo de 1966, que era domingo de Pentecostés, un rayo cayó sobre la Catedral de León, incendiando en un fuego toda la cubierta.
Allí se cayó la techumbre, los florones de madera de la techumbre, y todo de todo, pero este país de gente brava con los medios que tenía acudió hasta el que pedía limosnas a la puerta. Allí fueron los equipos apagafuegos de la Base aérea de la Virgen del Camino, los soldados de reemplazo y los que no de Almansa, los bomberos de Zamora, Valladolid, de la base aérea de Villanubla, de Palencia de Santander de Oviedo de Gijón de Avilés y hasta los de la base de Torrejón de Ardoz. En esta España profunda y malévola que dibujan los políticos, hubo que poner la Guardia Civil en la carretera para mandar gente a casa porque ya no cabía más gente trabajando. Esas cosas que tenemos los españoles que somos solidarios y además desescombramos estupendamente.
El gobernador civil, Don Andrés Seoane que además era encargado de Patrimonio y según cuentan los cronicones, con un par se metió a rescatar algunas joyas de la Catedral, mientras caía la techumbre que se oyó hasta en Ponferrada, que a algunos del susto se les atragantó el botillo, y como coordinador y conocedor del tema, evitó que se usara agua, porque las techumbres en los arcos de bóveda se hacían con piedra volcánica o toba de Renedo de Valdebuey, que aunque admite bien el calor absorbe el agua, y evitó que se usara demasiada agua y se usó espuma. Ahí con un par, y con conocimiento de causa evitó males mayores.
No hubo heridos salvo el bombero Manuel R. Valencia, que fue atendido por una lesión leve, y el soldado de reemplazo del Regimiento de Almansa José A. Álvarez, que tuvo que liarse a leches con un vecino que quería meterse a ayudar en la plaza de Regla, y ya sabemos cómo son estos tíos de León, bravos y cabezones como su nombre indica, y el hombre con toda la pasión del momento quería entrar a salvar su Catedral. Vamos, nada de importancia, más que estas cosas que tenemos los Españoles cuando andamos en caliente.
No había imágenes, pero Radio París, y Londres informaron rápidamente, y al día siguiente la prensa italiana.
Rápidamente acudió Enrique Tarancón que entonces era metropolitano de Oviedo Y monseñor Almancha que tenía ya 79 años pero el hombre vivió aquello con un medio soponcio que casi le deja en el sitio, pero antes de que se apagaran las últimas llamas, ya estaban trabajando en como reconstruir la techumbre, así que el mismo día 30 de mayo y sin saber cómo se iba a pagar la falla verbenera en la que se convirtió la Catedral, se empezó a desescombrar, Y tres días después el día 3 de Junio se solicita al ministro una subvención de 5.000.000 de pesetas, para empezar a hacer el nuevo tejado. Aquí cuando se quieren hacer las cosas se hacen, y el día 14 de junio el ministro de Hacienda Juan José Espinosa San Martín se fue echando chispas a León con el cheque en la mano.
El ministro de Educación, con un sobrante que tenía a mano puso otras 312.308 pesetas, y la fundación Rogelio Fernández puso a trabajar a las empresas de León y pagó la estructura de la nave central. La catedral metodista de Washinton también puso algunos cuartos, porque ellos copiaron para su catedral las vidrieras de León.
Desde el mismo día que se quemó entraron los técnicos y aunque cerrada la catedral, las puertas estaban abiertas para que se fuera secando y enfriando la piedra.
En menos de una semana se habían puesto más de 50.000 tejas.
La empresa de don Rogelio Fernández de León hizo todas las cerchas ya de Hierro, y el tío, con más luces que muchos arquitectos, dijo que aquello lo hacía él de hierro para evitar que se volviera a quemar, y para evitar los problemas de dilatación ideó un sistema con rodamientos que impide que la estructura rígida se vea afectada. Algo que tendrán que hacer los franceses si no quieren volver a tener que destrozar un bosque, porque fue una solución técnica que no ha requerido después más que pequeñas obras de mantenimiento menor.
En definitiva, las obras se acabaron el 15 de octubre de 1966, cinco meses después la catedral estaba ya abierta al culto y al público, aunque oficialmente no se recibieron las obras hasta el 28 de mayo de 1.967 Y ese día se hizo una solemne misa de Acción de Gracias y Tedeum por no haber sufrido daños en lo artístico.
Y es que en España cuando se quiere, se puede, y en estos casos los franceses deberían hablar con los españoles que en estas cosas somos maestros de “chaperones”, manque tengamos políticos ineficaces que hacen minutos de silencio y declaraciones “solennes”. Lo que necesitan los franceses son hombres como aquel gobernador civil Don Andrés Seoane que Dios tenga en su gloria y ministros que vayan con los cheques en la mano. Luego la gente de bien que siempre tuvimos, desescombra, recoge, hace cerchas, coloca tejas, barre, y se pone de monaguillo si llega el caso.
En cinco meses, tuvimos catedral de León, abierta, misas solemnes, Tedeums y obras pagadas. Y es que España es mucha España cuando quiere y los políticos no meten las narices y dejan trabajar a los hombres de bien.
En Francia dicen que serán necesaqrios entre 20 y 25 años para reconstruir la catedral de París. La de León sufrió el mismo daño y se reconstruyó en menos de un año. Y fue por una decisión personal de Franco, que vino al año siguiente a la reapertura. Yo era pequeño y recuerdo haberle visto a pocos metros de distancia. En la época de Franco con menos dinero y menos medios se hacían cosas en el campo del patrimonio cultural (y en todos los campos) que ahora no se hacen. Cada cual que saque sus propias conclusiones.
Totalmente de acuerdo con usted, don Gerardo.
Los españoles somos buena gente…, a pesar de los políticos.
Y FRANCO DEBERÍA HABER OBTENIDO EL PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA, PUES CONSIGUIÓ QUE ESPAÑA FUNCIONA, CON ESCASOS IMPUESTOS, Y UN SECTOR PÚBLICO MUY REDUCIDO, no como ahora, que todo el mundo quiere ser funcionario, es decir, chupar de la teta pública.
El gobernador civil de León entonces era Luis Ameijide Aguiar, no Seoane