Yo estaba allí
En la prensa del 10 de enero del 2014 se publicaba un Manifiesto Fundacional de un nuevo Partido llamado VOX, redactado por Ignacio Camuñas, que era uno de sus promotores/fundadores.
Atraído por su contenido, asistí a la presentación formal del Partido a los dos días. Y esa misma tarde procedí a darme de alta como afiliado.
Me propusieron ( y acepté) ser coordinador de Madrid Noroeste, que abarcaba los barrios de Fuencarral/El Pardo, Tetuán y Moncloa/Aravaca.
Más de quinientos mil habitantes, nada menos.
Comenzamos a hacer reuniones semanales en las que se iban incorporando cientos de personas atraídas (como a mí me pasó) por el Manifiesto.
Alejo Vidal Cuadras, Ignacio Camuñas, Ortega Lara y Santiago Abascal componían un atrayente cuarteto de dirigentes para acompañar el proyecto. Rajoy había mostrado su ineficacia y cobardía para atacar en profundidad el caos de Zapatero (excepto en lo económico).
Llegaron las elecciones al Parlamento Europeo de mayo y por dos mil votos no salió Alejo, cabeza de lista.
A las 48 horas Santiago Abascal le “exigió” su dimisión (para ponerse él). Alejo se resistió, aunque, sorprendentemente, hizo “delegación de funciones” en el Vice Presidente, González Quirós.
Seguidamente empezaron a correr rumores de que Abascal e Iván Espinosa de los Monteros cobraban 5.000 euros/mes. Algo que ni siquiera el Comité Nacional sabía!. En principio lo negaron rotundamente. Posteriormente acabaron reconociéndolo. Algo “empezaba a oler mal en Dinamarca”.
Para finales de aquel mismo mes de Mayo iba a celebrarse una primera Asamblea General en la que, según los Estatutos, se debería elegir el Comité (12 miembros) para posteriormente y entre ellos, elegir al Presidente.
Santiago Abascal, llevado por su (erróneo) principio contrario, pretendió forzar los Estatutos para que la Asamblea sólo eligiera al Presidente y éste (él) designase al Comité. Muy poco democrático, ciertamente.
Ante tamaño desafuero, muchos (con Ignacio Camuñas a la cabeza) optamos por abandonar el barco. Nuestros principios democráticos nos impedían seguir a bordo.
(Al cabo de los años, Abascal no sólo ha conseguido imponer su tesis, sino que recientemente ha logrado eliminar todo vestigio de democracia interna en “su” Partido: nada de primarias. Las candidaturas directamente confeccionadas “desde arriba”. El no va más de lo anti democrático!).
Y ahí está VOX, con los mismos principios, tan atrayentes para MILLONES de ciudadanos, pero también con los mismos tan poco (nada) democráticos dirigentes.
Tendrán éxito electoral, seguro. Muchos de buena fe, atraidos por el mensaje. Pero a medida que vayan viviendo desde dentro la falta de democracia interna, también seguro que se irán por donde han venido.
Como hicimos muchos de los que “estábamos allí”.
El paso del tiempo hace cambiar las circunstancias. No a las personas.
¡Al tiempo!