África en llamas: Más allá de la yihad
Por Daniela Vallarino.- Tras el largo periodo de colonización europea en África, hace apenas 70 años el mundo empezó a ver surgir una nueva cantidad de países en este continente. Países con fronteras establecidas por externos, sin considerar la historia y las relaciones entre los pobladores originales. Un continente trazado a conveniencia de los colonizadores, quienes en muchas ocasiones dejaron de herencia a un grupo en el poder sobre los demás, dejaron tensiones internas, abandonaron naciones a su propia suerte o se quedaron para explotar los recursos naturales, fomentando relaciones de poder convenientes para sus actividades. Así nacieron los países independientes africanos, lo cual ha tenido como consecuencia numerosas guerras y conflictos en tan pocos años… o conflictos que parecen no tener final.
En octubre de 2017, un camión-bomba explotó en la capital de Somalia; mató a casi 600 personas y se convirtió en el segundo más letal de la historia moderna. En 2013, el mismo grupo yihadista, Al- Shabaab, asaltó un centro comercial en Nairobi, asesinando a 67 personas. En el mes de mayo de este año, al menos dos ataques han sido perpetrados contra civiles dentro de iglesias cristianas en Burkina Faso. Estos son algunos de los miles de casos que muestran la escalada de violencia que tiene lugar en muchos países africanos, especialmente del norte de África.
La zona del Sahel en el Norte de África es la más pobre del planeta, también es considerada el área de retaguardia, de adiestramiento y campo de batalla de Al-Qaeda, del Estado Islámico y de diversos grupos yihadistas. Es la puerta de entrada a occidente. Ahí y en el Sahara, se tiene la presencia de diversos grupos terroristas; unos han expresado su lealtad a Al-Qaeda, otros al Estado Islámico, otros a ninguno de los dos. Los más fuertes hoy en día son Boko Haram en Nigeria y Camerún; Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) en el Sahel y Al-Shabaab en Somalia y Kenia.
Por otro lado, en Libia, considerado el mayor semillero y principal base del Estado Islámico, desde el final del régimen de Muamar Gaddafi en 2011, el país no ha superado la situación de guerra civil y Estado fallido que dejó el vacío de poder que todos pelean por llenar, generando violencia generalizada y falta de control territorial, lo cual ha facilitado la expansión de la organización del Estado Islámico. Derna, ciudad oriental de Libia, fue el primer territorio fuera de Siria e Irak que pasó a formar parte del Califato del Estado Islámico. Más allá de una pelea entre islamistas o antiislamistas, es el interés por el control de los campos de gas y petróleo lo que lleva al enfrentamiento entre grupos armados yihadistas y grupos tribales. La guerra en Libia y las revueltas árabes en la zona produjeron una expansión de Al-Qaeda regional por el norte desértico de Mali, Mauritania y Níger.
La fuente principal de financiamiento para los grupos yihadistas son el mercado negro de recursos naturales, especialmente el petróleo y las piedras preciosas, y el contrabando de armas, personas, secuestro, extorsiones, robos y demás actividades ilícitas de las que se benefician para financiar sus actividades y compra de armamento. De ahí la importancia del control de los recursos naturales y del territorio.
En África Subsahariana, Nigeria afronta la violencia de la milicia más sanguinaria y más numerosa del continente, Boko Haram, que juró lealtad al Estado Islámico y que se ha expandido a Camerún, Níger y Chad.
Somalia es considerado un Estado fallido en donde las autoridades nacionales no han logrado, en ningún momento, controlar el territorio, en guerra civil desde 1991. Aquí se ha asentado el grupo insurgente islamista Al-Shabaab.
La guerra inacabada que continúa y continuará en Mali contra el terrorismo, que empezó como un intento de acabar con las milicias tuareg; la guerra civil en República Centroafricana; el Estado fallido de Somalia; el conflicto de Sudán del Sur; las violentas acciones de Boko Haram en el norte de Nigeria y Camerún son resultados de los factores inatendidos de pobreza, desigualdad, falta de oportunidades y debilidad estructural de las instituciones gubernamentales que parecen ser la raíz de los problemas de este continente, golpeado desde su conquista, por la falta de entendimiento e interés de los más poderosos.
Existen características dentro del continente africano que facilitan el establecimiento de estos grupos: pobreza, descontento de la población, fronteras porosas, debilidad de las instituciones estatales, la lucha por el control de recursos naturales, limitada capacidad de las fuerzas armadas nacionales, corrupción.
La ineficiencia y la falta de cooperación entre los Estados del Sahel ha favorecido la actuación, movimiento y crecimiento de los grupos ligados a Al-Qaeda. De igual manera, la presencia de tropas occidentales en los esfuerzos antiterroristas exacerba en la población el sentimiento de injerencia, lo que a su vez facilita la extensión de las ideas fundamentalistas en los jóvenes. También, el choque de intereses de las distintas potencias mundiales, como entre estadounidenses y chinos por el control de las materias primas de África, en muchos de los casos recrudecen los problemas.
Los conflictos en el continente africano, el aumento del terrorismo y fortalecimiento de los grupos yihadistas, no terminarán financiando actividades específicas contra ellos o con la ocupación del terreno por parte de las potencias mundiales “en defensa de los pueblos africanos”; la única manera será que los Estados tengan las herramientas necesarias para fortalecer sus instituciones, mejorar la situación de sus poblaciones, garantizar los derechos de sus ciudadanos, garantizar el acceso a oportunidades… mientras haya hambre, pobreza e ignorancia, la respuesta seguirá estando en el fundamentalismo (de cualquier religión) y la opción seguirá siendo la guerra, las armas… a su vez, mientras haya guerra, habrá muerte, hambre, odios y desigualdad. Para acabar con este círculo vicioso hay que invertir en desarrollo, no en más armas ni en más guerra.
Maestra en Estudios de Asia y África, especialidad África, por El Colegio de México.
(La Gaceta Europea)
Imposible que esta señora sea maestra de estudios de Asia y África, y menos especialista. O bien esta señora está escribiendo con un guión sorista mundialista del buenrrollismo en general, o todavía le escuece el favor que le hicieron los españoles de apaciguar las beligerantes tribus de mexico cuyo deporte favorito de los domingos era cortarse la cabeza entre ellos y ofrecersela al dios sol. El “dossier” de esta señora esta falto de fondo por el hecho de que no tiene en cuenta la propia naturaleza beligerante de las tribus africanas. De hecho yo diría que la beligerancia a dia… Leer más »
El problema de África son sus habitantes. Ántes, durante, y después de la mas bien corta colonización europea, que en la mayoría de los casos no era más que 70 u 80 años, y casi nunca fue intensa, no hubo progreso. Guerras tribales, esclavitud, canibalismo etc. Lo mismo de ahora. Lo que más progesó fue justamente donde más intensa colonización europea hubo (Sudáfrica). Dentro de 100 años o lo que sea, seguirá igual. Quizás peor si aún cabe, con la explosión demográfica que hay allí (gracias a las medicinas del hombre blanco).
Uff empieza con la culpa de los males actuales de aafrica es que fueron colonias de un paraiso con unas tribus que al parecer se llevaban muy bien con los vecinos, para contarnos la expansión islamista por culpa de la pobreza derivada de haber sido colonias y que sin colonizarlos de nuevo solo pueden ser sacandolos de su pobreza ayudandandolos, y claro ahora los chinos y estadounidenses les roban sus recursos y debemos ayudar a que tengan gobiernos fuertes….. Y no sera que ellos mismos se explotan desde que no son colonias y son peores que los colonialistas? El otro… Leer más »
Falta en Africa miles de jovenes europeos vestidos de saco y descalzos que marchen predicando la palabra de Jesus el Cristo Rey de Reyes.
Por favor jovenes,hagan el ERASMUS en Africa,enseñando en parabola la palabra siempre bendita del Cristo Jesus.
Creo que con los medios que existen hoy en día, si realmente se quisiera acabar con el ISIS y Al Qaeda, ya se habría acabado con ellos.
Están ahí porque son armas de guerra y siguen siendo instrumentos útiles para atacar países y cambiar gobiernos que a algunos amos del mundo les estorben en sus planes.
El corazón de las tinieblas…
La inestabilidad en muchos paises del Sahel e, incluso, en algunos paises del Africa Subsahariana está siendo provocada por la aparición de grupos yihadistas que pretenden imponer la sharía, o ley islámica, en esos paises. Esos grupos yihadistas se financian mediante la obtención de rescates por el secuestro de incautos occidentales que viajan a esos paises como turistas o como cooperantes, y mediante el dinero que procede de acaudalados jeques del Golfo Pérsico (es decir, de Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait) interesados en la expansión del islam mediante la lucha armada.
Simplificando lo dijo ya el librero catalán perseguido acosado encarcelado y juzgado y condenado Pedro Varela geiss cada quien en su casa y Dios en la de todos y todos en paz