La ex candidata de Vox en Torremolinos que le ha dado la Alcaldía al PSOE es pareja de un dirigente socialista de la localidad
AD.- El socialista José Ortiz repite como alcalde en Torremolinos gracias al apoyo de la exconcejala de Vox, Lucía Cuín.
El socialista no tenía mayoría suficiente para formar gobierno. Este fin de semana ha recibido 13 votos frente a los 12 del Partido Popular.
Lucía Cuín era la número dos en la candidatura de Vox al Ayuntamiento de Torremolinos pero fue expulsada tras mostrar su apoyo al Día del Orgullo LGTBI del municipio.
Cuín decidió apoyar al PSOE otorgándole la alcaldía. Las elecciones las ganó el PP por la mínima pero el voto de la ex candidata de Vox ha decantado la balanza.
En esta estrafalaria historia hay sobre todo un responsable máximo: José Enrique Lara, el coordinador provincial del partido verde que convierte en fracaso todo lo que toca. Lara fue candidato a la alcaldía de Málaga por el partido de Abascal y quedó fuera del consistorio al perder casi 40.000 votos de los obtenidos por Vox en la capital malagueña en las elecciones generales celebradas solo 26 días antes. En Marbella se opuso a la opinión mayoritaria de los militantes e impuso como candidata a la alcaldía a una extrabajadora de un club de alterne, que apenas superó el millar de votos.
En Mijas, la única concejala de Vox ya ha expresado su intención de abandonar esta formación. Si estos reveses los hubiese experimentado Lara en el ámbito de la empresa privada, es muy probable que a estas horas estuviese despedido por su manifiesta incompetencia. Pero Vox está muy lejos de regirse por criterios eficaces de gestión y ahí sigue Lara, de fracaso en fracaso, al frente de un partido que ha perdido ya a decenas de militantes en la provincia y con parte de la antigua dirección en pie de guerra. El abogado Martín Ortega ha anunciado a AD que prepara una moción de censura contra Lara, que cuenta cada día con más adhesiones. La última, producida en las últimas horas, nada menos que la del que fuera número 4 de la candidatura de Vox al Congreso de los Diputados, Antonio Díaz, que ejercía al mismo tiempo la labor de coordinador del distrito 10 de la capital malagueña.
Pero si hay un episodio que evidencia la desvergüenza de Lara no solo en el fondo sino también en las formas, ése no es otro que el vivido por Vox en Torremolinos. El pasado sábado, día de la elección del nuevo equipo de gobierno torremolinense, Lara se presentó en el Consistorio junto a un grupo de palmeros para abroncar a la concejala tránsfuga que él mismo impuso en contra del criterio de muchos afiliados. Lo que procede es que Lara explique a los militantes los motivos por los que Cuín figuró en el número dos de la lista de Vox al Ayuntamiento de Torremolinos, con apenas un mes de militancia en el partido. En una localidad donde todo el mundo se conoce, ¿desconocían Lara y su lacayo Antonio Sevilla, alcaldable de Vox, que Cuín es la pareja sentimental de un alto cargo del PSOE en Torremolinos? ¿Por qué no aclara Lara si son ciertas o no las acusaciones de algunos críticos relacionando la candidatura de Cuín al pago de un favor personal al padre de la díscola edil.
“Que no descarguen ahora su incompetencia en Lucía Cuín. Esta tránsfuga sin moral y sin escrúpulos no es peor que los que decidieron que fuera en las listas Dios sabe por qué”, manifestaron a este medio representantes del sector crítico.
Así las cosas, si entre las personas cercanas a Lara imperara un mínimo de honor y decencia, tendría que haber sido a él a quien corriesen a gorrazos el sábado (metafóricamente hablando, claro). Pero no lo harán porque Vox en Málaga representa en grado máximo todo el cúmulo de errores y traiciones que ha transformado la ilusión de millones de españoles en decepción colectiva. Que José Enrique Lara no se camufle en Lucía Cuín para camuflar su estratosférica incompetencia. O algo peor aún.
El sistema de selección de personal de VOX es manifiestamente mejorable y difícilmente empeorable.