Andalucía no sale del tercermundismo económico
Cuando una región o país, exporta sector primario (materias primas, alimentos) e importa bienes de equipo y tecnologías, se considera que es un país subdesarrollado. Dicho de otro modo, el comercio exterior y las inversiones extranjeras son un factor determinante para el desarrollo económico. Pues bien, en el caso andaluz y en lo que se refiere a la exportación, Andalucía está dentro del grupo que se caracteriza por sus exportaciones en productos alimenticios. En importaciones, apenas destacamos. En inversiones extranjeras, estamos a la cola de España.
Murcia tiene más de un 61% de sus exportaciones concentradas en productos alimenticios y es la región que más destaca, seguida de Extremadura (por encima del 50%), La Rioja(caso especial) y Andalucía. Comunidades en las que cerca de la mitad de sus ventas al exterior se concentran en el sector del automóvil son Aragón, Castilla y León y Navarra, que superan con creces el umbral del 50%, mientras que Galicia, que ocupa una segunda categoría en este grupo, sobrepasa el umbral del 30%.
Por otro, Comunidades en las que predominan las exportaciones de bienes de equipo destaca el caso de Baleares, aunque, dada su reducida cuota exportadora sobre el total nacional, el elevado porcentaje de este sector (52%) no es demasiado significativo. Más relevantes son, por el contrario, las cifras de Cantabria, Madrid y País Vasco, en las que este sector aglutina, en promedio, más del 30% de sus exportaciones.
Comunidades cuyo patrón exportador está diversificado, excluidos los casos de Canarias y Asturias, en los que las exportaciones de productos energéticos, en la primera, y semimanufacturas, en la segunda, tienen un peso muy alto en las correspondientes exportaciones regionales, el resto de comunidades autónomas (Cataluña y Comunidad Valenciana) presentan una estructura exportadora relativamente diversificada.
Dicho de otro modo, las Comunidades autónomas fuertemente especializadas en exportaciones de contendido tecnológico bajo son Murcia, La Rioja y Extremadura seguidas de Castilla-La Mancha, Andalucía y Comunidad Valenciana. Comunidades autónomas fuertemente especializadas en la exportación de productos de contenido tecnológico medio bajo son Asturias, seguida por País Vasco, Baleares y Canarias. Comunidades autónomas fuertemente especializadas en la exportación de productos de contenido tecnológico medio alto son Aragón y Navarra y, en menor medida, el de Castilla y León. Especializadas en la exportación de productos de contenido tecnológico alto son dos comunidades, Madrid y Baleares. Es más, añaden que en realidad “sólo Madrid mantiene un patrón exportador en el que los bienes industriales de contenido tecnológico alto están mucho mejor representados que en el conjunto del país.”
Importaciones
Y al contrario, Andalucía apenas destaca en iumportaciones, pero se centra en el sector energético. Aragón, Castilla y León y Navarra concentran la mayor parte de sus exportaciones en el sector del automóvil y también lo hacen desde el punto de vista de las importaciones; en tercer lugar, digamos que hay tres comunidades autónomas (Baleares, Castilla-La Mancha y Madrid) en las que las importaciones se concentran, fundamentalmente, en el sector de bienes de equipo ; y, en cuarto y último lugar que las importaciones de productos energéticos desempeñan un papel preponderante en Murcia, Andalucía y Canarias. En el resto de comunidades la diversificación sectorial es más pronunciada.
La estructura importadora de acuerdo con el nivel tecnológico del bien adquirido ha dado muestras de cambios bastante importantes. Los más significativos se produjeron en relación con los bienes de tecnología alta, que aumentaron su peso en trece de las diecisiete regiones, y en algunas (Extremadura, Galicia, La Rioja y Castilla-La Mancha) en magnitudes relativas muy fuertes. No se encuentra Andalucía entre ellas; la situación contraria se muestra en Murcia, donde este tipo de bienes redujo su cuota en el total regional cerca de un 80%. En el resto de grupos, por el contrario, la evolución regional estuvo más equilibrada.
En inversión extranjera, a la cola
La FDI (Inversión Directa Extranjera) en España está fuertemente concentrada en Madrid y Cataluña (recibieron, en promedio durante el periodo 1995-2008, el 79% de la FDI total), aunque el volumen de la primera fue cuatro veces y media superior al de la segunda. Si a la inversión recibida por estas dos regiones añadiéramos la recibida por el País Vasco y la Comunidad Valenciana (4,5% y 4,3%, respectivamente), la inversión acumulada por estas cuatro regiones supondría cerca del 90% de la FDI recibida por España. Andalucía está en la cola.
En segundo lugar, Madrid, Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana casi siempre se sitúan en los primeros puestos del ranking, mientras que, por el contrario, Cantabria, Extremadura y La Rioja ocupan permanentemente las últimas posiciones.
Aunque Madrid continua siendo un lugar privilegiado para la localización de la FDI, Navarra y el País Vasco parecen estar mejor situadas en términos potenciales; y, por otra parte, las regiones con los peores registros en el Índice de Comportamiento (coeficiente de localización relativizando la FDI con el PIB) y el Índice Potencial (medido a través de la tasa de crecimiento del PIB per cápita, grado de apertura al exterior, gastos en I+D, capital público per cápita, entre otras variables) no son completamente coincidentes, destacando al respecto los casos de Cantabria y Baleares.
En la comparación entre las dos clasificaciones hay cuatro regiones que se pueden considerar como punteras, entre las que sobresale la Comunidad de Madrid. El grupo de las economías por encima del potencial también incluye a cuatro regiones, entre las que se encuentran los dos archipiélagos. El grupo de las regiones por debajo del potencial aglutina, asimismo, a cuatro regiones, siendo Navarra la que muestra un peor aprovechamiento de su potencial. También se aprecia que algunas de las regiones menos desarrolladas (Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia) aparecen incluidas en el grupo de regiones retrasadas.
Cambios notables se han producido por ejemplo en Murcia, que pasa de ser una región retrasada a convertirse en una puntera.
Otro aspecto importante de los flujos de FDI a las regiones españolas estriba en que la mayor parte de los mismos proceden de países de la UE15. Esto significa que las regiones españolas, al igual que, por ejemplo, las italianas (Iammarino y Santangelo, 2000), han sido más atractivas para los inversores de la UE que para los de otros países.
Con una media próxima al 89% del total entre 1995 y 2008, el efecto de integración en la UE no se ha manifestado de forma similar en todas las regiones, ya que en algunas de ellas (Asturias, La Rioja y Castilla-La Mancha) el porcentaje de FDI procedente de la UE supera el 95%, mientras que en otras (Extremadura y Andalucía) no alcanza siquiera el 60%.