Una plaza de toros de Valencia entregada a Rajoy exige la dimisión de Zapatero
Mariano Rajoy recibió ayer un contundente respaldo para afrontar con más garantías todavía el próximo 22 de mayo. La plaza de toros de Valencia volvió a acoger uno de esos gigantescos mítines del PP -quizá el mayor de toda España- en los que, por encima de los parlamentos de los dirigentes que tomaron la palabra, lo que quedó clara es la fortaleza de ese partido en una Comunitat que, si las encuestas no se equivocan, volverá a apostar de forma indiscutible por los populares. La imagen del coso de la calle Xátiva a reventar es la mejor prueba.
El PP valenciano envió un mensaje indiscutible: «Zapatero dimisión». Lo proclamaron los asistentes al acto en más de una veintena de ocasiones, incluso mucho antes de que Mariano Rajoy, Francisco Camps, Rita Barberá y Alfonso Rus llegaran a la plaza. El discurso de unas elecciones en clave nacional que el PP valenciano ha hecho suyo durante toda la campaña electoral ha calado entre afiliados y simpatizantes. De manera que incluso dos horas antes del comienzo del mitin, los graderíos ya coreaban la consigna de forma armónica. Una petición de dimisión unida a otras como ‘socialista el que no bote’ y ‘ese Paco, ese Paco, eh’ que sirvieron para calentar el ambiente.
Rajoy, que se empapó del calor del acto con la tradicional vuelta al ruedo por el callejón, comenzó su intervención reconociendo los ánimos que una imagen como la obtenida por los populares ayer le daba para afrontar la recta final de campaña. Como reconocimiento, el dirigente popular elogió el carácter emprendedor de la Comunitat. «Valencia, Castellón y Alicante son tierras de luz y alegría, y de gente emprendedora y trabajadora. Valencia cree en Valencia, y eso se nota», dijo. «España no se entiende sin Valencia y Rajoy siempre estará con Valencia», remachó. El líder popular pareció querer serenar los ánimos. «Lo importante es que el domingo las urnas estén como nunca y que este ánimo no decaiga». «Las encuestas dicen lo que todo el mundo sabe, pero el futuro no se escribe con encuestas sino con votos», añadió.
Pese a esa apelación a no confiarse, el dirigente popular no ocultó su optimismo. «Vamos a ganar las elecciones el 22 de mayo» se mostró convencido, como dejándose llevar por el entusiasmo que, de forma especial en este mitin pero también en otros actos de campaña (y sobre todo por las encuestas) percibe entre sus simpatizantes. «Hemos trabajado bien en esta campaña», dijo satisfecho. «La gente tiene ya un juicio formado y sabe que el PSOE quiere recuperar en tres días la confianza que ha dilapidado en cuatro años», añadió.
El mensaje, a tres días de que finalice la campaña, fue el de lanzarse a pedir el voto también a los decepcionados con el PSOE. «Vamos a pedir la confianza a los que siempre nos la dieron, y también a los que se la dieron a otro partido que les engañó y que no respondió a su confianza». El olor a victoria del PP puede animar a algún votante socialista a cambiar de opción, o más probablemente a quedarse en casa y no acudir a votar. Para los intereses populares, tanto sirve una cosa y otra. En su intervención, de poco más de 20 minutos, Rajoy bromeó al preguntarse a quién le echarán las culpas de su derrota los dirigentes del PSPV el 22 de mayo. «¿Quién va a ser su chivo expiatorio?», dijo. Se preguntó si sería a Rajoy, «aunque no parece lo más razonable». Hizo lo propio con Camps, aunque él mismo se respondió con otra pregunta: «¿Cómo lo van a hacer después de lo que han dicho de él durante los últimos cuatro años? Si les gana, ¿cómo le van a echar la culpa? Sería miserable», remachó. Rajoy, divertido, siguió con su ‘duda. «¿Le echarán la culpa a los votantes? ¿Les llamarán bellacos?».
Así que, para encontrar la respuesta, el líder popular comenzó a dirigir preguntas a los asistentes. «¿Quién congeló las pensiones? ¿quién bajó el sueldo de los funcionarios, quién eliminó el cheque-bebé? A cada pregunta, la plaza de toros contestaba enfervorecida: «Zapatero». Sólo quedó rematarlo con otro «Zapatero dimisión».
Rajoy se mostró orgulloso de la campaña electoral que está haciendo su partido, y que, según remató, está provocando «que surjan Pepiños por doquier». «Al PSOE no le gusta, no paran de atizarme», dijo.
El líder popular aseguró que en España «falta liderazgo, razón, grandeza y hablar de los problemas de la gente. Y contruir, y no destruir», dijo. Aseguró que su partido no se resignará, y que no lo harán ni los cinco millones de parados, ni el 45% de jóvenes que no puede trabajar. «Hablaremos de empleo, rechazaremos la congelación de las pensiones, porque gastando la mitad de lo que se gastó con el Plan E no habría hecho falta congelarlas», dijo.
Si Mariano Rajoy quería encarar la recta final de campaña con la imagen de poderío que da una plaza de toros completamente llena, ayer lo consiguió en Valencia. Quizá el PP valenciano no logró el colapso de mitines históricos como el de 2007 bajo una pertinaz lluvia (y antes de que la reforma redujera el aforo), pero los populares salieron de la cita central más que satisfechos. Rajoy, en su intervención, así lo admitió. «Abarrotar esta plaza no lo hace cualquiera, pero el PP valenciano sí». El poderío de los populares, a la vista.
LAS FRASES
RAJOY PRESIDENTE DEL PP
«No se entiende España sin Valencia ni el PP sin el partido en la Comunitat»
CAMPS PRESIDENTE PPCV
«Hay que votar al PP en las autonómicas para acabar con un Gobierno maligno»
RITA BARBERÁ ALCALDESA VALENCIA
«Otros aparentaron llenar la plaza con autobuses de otras comunidades»
RUS PRESIDENTE PROVINCIAL
«Mariano, estos son nuestros poderes. Estos son también tus poderes»