‘Indignados’ con la casta: Buenas razones aunque ignorados objetivos
Cierta autoridad tiene AD para analizar el fenómeno sociológico de los miles de ‘indignados’ que copan estos días calles y plazas españoles al haber sido el primer medio en dar difusión a los preparativos de estas jornadas de protesta. Nuestro primer apunte de entrada es que, o mucho nos tememos, o estas protestas de razonable indignación terminarán diluyéndose en las procelosas aguas del sistema si no es el sistema mismo, y no meramente sus representantes estamentales, el objetivo último de estos miles de jóvenes. Hemos observado en las últimas horas cómo algunos de esos representantes, sin rebozo alguno, han pretendido reducir la exacerbación de los ánimos ciudadanos a una mera circunstancia accidental de fácil reparación a poco que la casta haga propósito de enmendar algunas de sus actuaciones de dudosa ejemplaridad. Como si el problema que sufre España dependiese ahora de la binintencionalidad cara a la galería de los mismos que lo han propiciado.
En este sentido ha resultado grotesco el testimonio del líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, situando a su coalición al margen de la indignación de los españoles. ¡Como si las normas que ellos han apoyado y votado no hubiesen contribuido a la creación de este basurero económico, social y moral en que se ha convertido la nación española! ¿Qué diferencia existe entre lo que los manifestantes reprochan a la casta y la pulsión a la corrupción que han acreditado estos años la alcaldesa deManilva (con la conversión de su Ayuntamiento malagueño en una agencia familiar de contratación) o el polémico primer teniente de alcalde de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, alias ‘El cigalas’? Cayo Lara carece de cualquier átomo de autoridad moral cuando habla en nombre de una coalición que ha establecido con el PSOE acuerdos y consorcios que el pueblo mayoriyariamente no ha elegido. Resulta peculiar que el ‘caradura’ hable de llenar el domingo las urnas con votos “indignados” cuando sabe que parte de esos votos a su coalición irían a parar a los socialistas, en comunidades como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. No lo decimos sólo nosotros. Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder del CUT-BAI (integrado dentro de IU), ha exigido a su coalición en Andalucía que garantice que no va a pactar tras las elecciones autonómicas con “un Gobierno socialista corrupto”, en alusión al caso de las irregularidades detectadas en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), tramitados por la Junta.
Sánchez Gordillo ha asegurado que “de ninguna de las maneras” IULV-CA puede pactar con los socialistas”, ya que, de ser así, “demostraríamos que es mentira que nos oponemos frontalmente a la corrupción y que luchamos contra ella”. “Sería incomprensible y contradictorio que pactemos con un partido que genera corrupción”.
Si pese a la menguada representación institucional con que cuenta IU, sus cuadros y dirigentes han tenido comparativamente las mismas actitudes corruptas que socialistas, populares y nacionalistas, ¿qué ocurriría si la representación de los comunistas fuese mayor? A decir verdad, estamos convencidos de que, o se acepta la responsabilidad de todas las grandes fuerzas políticas que estos años han tenido representación institucional, o mucho nos tememos que las protestas quedarán pronto desvirtuadas y sus principales promotores colocados ‘a dedo’ para aherrojar mañana las limpias conciencias de hoy.
La indignación de muchos miles de españoles remite a un Estado insostenible, una administración ineficaz, una sociedad narcotizada, un sistema electoral injusto, una clase política profesionalizada y corrupta, un modelo económico que ha privilegiado a la banca y a los grandes especuladores y una casta ya sólo interesada en blindar sus corralitos de cualquier intromisión externa. El problema no es simplemente cambiar de gobierno sino poner fin a un sistema endogámico que los grandes partidos defienden mientras se aferran a unas listas cerradas cada vez más corrompidas y a la retórica vacía de sus maquinarias electorales.
No se puede remediar los males de un país sin atinar en un buen diagnóstico. Y ese cuerpo enfermo y doliente no resistiría la acción renovada de los anticuerpos, aunque quieran presentarse ahora como tejidos sanos, tal y como han pretendido en las últimas horas Patxi López, Carmen Chacón, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pepiño Blanco, entre otros.
Tampoco podemos ni debemos tampoco diluir en un ‘totum revolutum’ la responsabilidad principal del Gobierno socialista. Ni aceptar sin presentar objeciones el hecho de que los errores de la derecha sean exclusivos de la derecha, mientras que los de la izquierda sean una vez más responsabilidad de todos. Algunos han contribuido más que otros a este pandemonium democrático, justo es reconocerlo. Cuentan que las ideologías de izquierda anhelan el progreso social, pero ocurre siempre que, con las izquierdas en el poder, se ensanchan las diferencias en los niveles de renta, se cierran empresas, se quebranta la moral ciudadana se abaratan los despidos y la conflictividad social termina convirtiéndose en una cuestión de orden público. Aún así, muchos de los damnificados andaluces y extremeños siguen dándoles el voto.
La capacidad de compra y de ahorro de una familia española de clase media es menor hoy que hace diez años. Las cargas financieras que soporta cualquier operación de compra inmobiliaria son mayores que las de hace seis. Adquirir un piso o acceder a un empleo se ha convertido para millones de jóvenes en un imposible. Cáritas le hace los deberes sociales al Gobierno. Con Zapatero ha pasado lo que como con todos los populistas latinos: venden una realidad sublime, mientras la población padece las políticas socialistas de viejo cuño peronista, prisioneras del clientelismo, el voto subvencionado y el disfraz ideológico.
La izquierda ha subvencionado sus expectativas de voto entre algunos sectores susceptibles de modificar sus intenciones electorales al olor de algunas monedas. Esta estrategia les fue de maravilla en Andalucía. Tanto que convirtieron el erial en un granero de votos. Zapatero sintió que podía llegar primero a la meta recorriendo el atajo más corto, aunque eso fuese trampear la competición y a la larga haya sido lo peor para todos. Porque el objetivo de la izquierda no es ni ha sido nunca mejorar las condiciones de vida de la gente. De hecho, a mayor progreso social y más formación cultural, menos izquierda. Eso es algo que los ‘indignados’ tendrían que tener en cuenta y no blandir como solución lo que ha sido fuente de males para casi todos.
El Gobierno socialista se sabe incapaz de gestionar eficazmente y ha optado por resucitar el espíritu de la guerra civil para camuflar su incompetencia. Por eso la España ‘indignada’ no puede ni debe esperar de ellos una reforma social que erradique el clientelismo político, fortalezca el Estado frente a los nacionalistas, robustezca la autoridad moral de las instituciones, disminuya la desigualdad y expanda la cultura de la excelencia y la competitividad en todos los ámbitos, en especial en economía, educación y tecnología.
Lo peor de la izquierda española es que, con tal de mantenerse en el poder, haya sido capaz de sacrificar las interacciones sociales, el nivel formativo de los alumnos, la cultura emprendedora de los jóvenes, la supervivencia del Estado en Cataluña, los valores morales de la comunidad, el principio de todos iguales ante la ley y todo lo que sea necesario con tal de seguir manteniendo viva esa gran estafa política e intelectual del progresismo como herramienta de cambio social…al servicio, ocioso es decirlo, de ellos mismos.
La ‘indignación’ devenirá cuento chino si esta crónica social y política termina siendo escrita con los renglones torcidos del mismo sistema que no ahorrará medios ni esfuerzos para emborronarla.
Esto es una combinación de cabreados, niños de papá y manipuladores ,tendrian que enviar 1000 policias antidisturbios y acabar con esta farsa. Y si de verdad estan en contra del sistema y quieren a nuestro pais que saquen banderas españolas y les quiten los cochazos a los politicos y sus prebendas y que protesten contra las ayudas a los extranjero esta gente son una panda de confusos utilizados por la izquierda.
Estas manifestaciones están promovidas y organizadas por el sistema, todos los que alguna vez hemos tenido activismo político en algún partido nacionalista español, sabemos perfectamente como se las gasta el sistema cuando no quiere que levantes cabeza. Supongamos por un momento que estas manifestaciones las organiza Democracia Nacional, ahora haceros las siguientes preguntas ¿tendrían la promoción que tienen en todos los medios de comunicación? o ¿serian totalmente ignoradas? Habiendo sido convocadas sin autorización ¿la policía se quedaría de brazos cruzados? o ¿ya las habría disuelto he identificado a los convocantes? habiéndose producido violencia ¿no habría detenciones? es mas ¿se habría… Leer más »
Basta leerse el manjfiesto de Democracia Real Ya, donde la prioridad fundamental es la igualdad progresista para darse cuenta de qué va la historia (igualdad y progreso son dos de los pilares ideológicos del sistema demoliberal). Me sorprende que desde este diario se le haya dado tanta cobertura favorable
¿Pero lo que quieren no es trabajo y justicia social? No he visto que ninguna de sus propuestas se dirija a cortar de una vez el flujo de inmigrantes. ¿Es que quieren dar trabajo a las personas de todo el mundo? Pues que sepan que están en la cola, así que paciencia.¿O son incapaces de plantear una propuesta políticamente incorrecta? Tampoco he visto ninguna propuesta referente a lo absurdo y criminal de los nacionalismos periféricos ni tampoco ninguna que se refiera a la derogación del costoso sistema de autonomías que sólo hace aumentar el grosor y control de esa casta… Leer más »