La energía y el dólar en el siglo XXI (y III): Incorporación de China a la Organización Mundial de Comercio (WTO)
José A. Benítez Salas.- Cuando China despierte el mundo temblará, predijo Napoleón y así está siendo. Desde la introducción de las reformas económicas de 1978 impulsadas por Deng Xiaoping, China ha sido la economía de más rápido crecimiento del mundo, alcanzando en 2014 la primacía mundial en términos de PIB medido en paridad de poder adquisitivo y manteniéndose como la segunda potencia por PIB nominal. China es, además, el mayor exportador e importador de bienes y la primera potencia industrial.
El presidente Jiang Zemin y el premier Zhu Rongji lideraron la nación en los años 90. Bajo su administración, el buen funcionamiento económico chino sacó a cerca de 150 millones de campesinos de la pobreza y mantuvo una tasa promedio de crecimiento del PIB anual de 11,2 %.
La admisión de China en la Organización Mundial de Comercio (WTO) se produjo el 11 de diciembre de 2001.
Cuando China se adhirió a la OMC, aceptó condiciones mucho más duras que otros países en desarrollo: el sector de servicios se liberalizó considerablemente y se permitió la inversión extranjera. La banca, los servicios financieros, los seguros y las telecomunicaciones también se abrieron a ella. Además, China tuvo que hacer frente a objeciones relacionadas con la transparencia y la propiedad intelectual y aunque no superó todas al cabo de los diez años de transición ya no se la podía excluir de los mercados globales.
Los Estados Unidos tenían gran interés en China porque era uno de los mercados de más rápido crecimiento para sus bienes y servicios. El bajísimo coste de los factores de producción en China tuvo, sin embargo, efectos perniciosos sobre la economía americana que pasaban desapercibidos en el corto plazo. Así la mayor parte de la industria americana fue externalizando paulatinamente sus procesos manufactureros a este país y con ellos su Know How.
Por ingeniería inversa, con estos conocimientos, una economía tan atrasada como la China pudo dar un gran salto adelante y transformarse en una potencia líder en nuevas tecnologías e Inteligencia Artificial al tiempo que maximizaba su Dividendo Demográfico.
El flujo de la Balanza de Pagos entre ambas economías se invirtió y su colosal Superávit comercial se colocó en Deuda Pública Estadounidense (Treasuries) superando, hace aproximadamente una década, a Japón como el mayor tenedor extranjero.
La Deuda Pública americana en manos chinas alcanzaba más de 1.12 billones de dólares a fines de marzo, de acuerdo con los datos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Japón está en segundo lugar con casi 1.08 billones de dólares.
Las tenencias Chinas alcanzaron su máximo a fines de 2013 con casi 1.32 billones de dólares y han descendido en aproximadamente un 15% desde entonces. En marzo fueron los más bajos de los últimos dos años.
En la cumbre Chino-Rusa de Shanghai 2014, la delegación rusa firmó el llamado “acuerdo del siglo” por el que en los próximos 30 años, China compraría 400 mil millones de dólares en gas natural ruso, pagaderos en rublos y yuanes.
Por otro lado, la ruptura de los acuerdos con Irán firmados por Obama y el aislamiento económico al que está sometida por la administración Trump están obligando a Irán a vender petróleo al margen del mercado “oficial” a China e India y no en Dólares precisamente sino en Yuanes.
Las presiones arancelarias de la administración Trump sobre Pekín persiguen un doble objetivo: restablecer el Dólar como moneda de intercambio en las transacciones petrolíferas y energéticas chinas y equilibrar la Balanza Comercial Chino-Estadounidense.
La respuesta china, aunque sin efectos inmediatos, está siendo contundente:
– Creación de un Mercado de Futuros Petrolíferos en Yuanes (Petroyuan o Petroremimbi). En noviembre de 2013 se estableció el Shanghai International Energy Exchange (INE). Totalmente de propiedad de la Bolsa de Futuros de Shanghai, el INE comenzó los trabajos para ofrecer un contrato alternativo de futuros de petróleo crudo a los mercados mundiales de petróleo.
– Fundación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (Asian Infrastructure Investment Bank o AIIB), institución financiera internacional propuesta por el gobierno de China para financiar la Nueva Ruta de la Seda y proyectos de infraestructura en Asia mediante préstamos preferenciales y el fomento del sistema de libre mercado en los países asiáticos. El AIIB es considerado por algunos como una versión continental del FMI y del Banco Mundial y busca ser un rival, por la influencia en la región, del Banco de Desarrollo asiático (ADB) alineado con los intereses de potencias tanto regionales (Japón), como globales (Estados Unidos, la Unión Europea).
El banco fue propuesto por Xi Jinping en 2013 e inaugurado en Pekín en octubre de 2014 y entre otras está destinado a financiar las inversiones de la Iniciativa ONE BELT ONE ROAD, también llamada Nueva Ruta de la Seda que se realizarán principalmente en Yuanes y monedas locales de los países y rutas marítimas involucrados que eventualmente vincularían Oriente con Occidente.
– Establecimiento de un centro de compensación en Kuala Lumpur, que promoverá un mayor uso del yuan y su intercambio por otras monedas a nivel local en el Sureste Asiático y que facilitaría las reexportaciones chinas burlando los aranceles americanos.
Entretanto China, Rusia y otros países han estado acumulando ingentes reservas de oro y es que el verdadero cambio se está produciendo no en las plazas sino en las oficinas. Tuvo lugar el 29 de marzo de 2019 con compromiso de entrada en vigor el 1 de enero de 2022. Esta revolución se llama “Basilea III” y ha sido llevada a cabo por el Banco de Pagos Internacionales (BIS).
El oro hasta ahora era considerado como una reserva (garantía) de tercera categoría estando prohibida su utilización como medio de pago para todos los bancos, desde los centrales hasta los comerciales, donde las reservas se encontraban, en primer lugar, en dólares y bonos de los Estados Unidos.
La crisis financiera de 2008 constató una acusada falta de activos para hacer frente al volumen total de deuda acumulada. Por ello las normas de Basilea III exigen un aumento, en primer lugar, en las reservas monetarias, activos que respalden la deuda y para ello se decidió colocar el Oro nuevamente en esa primera categoría de activos.
El oro vuelve a hacer su aparición como respaldo de valor en el escenario económico mundial con unas consecuencias que exceden las pretensiones de este artículo.
Si a Vd. le deben un Dólar, ¿cómo preferiría que se lo pagasen: en un billete de la Reserva Federal o en Yuanes de oro?
Jaque al dólar.
Bueno, bueno… Lo que es, es y lo que quiere ser… Vaya a saber. La tecnología espacial america la tiene muy desarrollada. Sabián, que se han detectado grandisimas cantidades de oro en planetas cercanos. El mejor oro es el trabajo bien hecho y la mercancia que tiene crédito… Estoy de pelusillas harta. Compro textiles con marchamo de NO PELUSILLA. Vamos a empezar por eso.
Recuerdo que al inicio de la película v de Vendetta el narrador de la misma dice en los primeros minutos de la cinta EEUU era un país que lo tenía todo disponía de todo pero sus malos gobiernos y sus guerras en final terminaron por destruirlo y lo convirtieron en un país de segundo tercera clase ahora poco a poco se está cumpliendo lo profetizado en el libro de Daniel oa Apocalipsis no recuerdo muy bien que dice yo el señor levantaré al pueblo del Oriente que come ratón y vendrán 200000000 en contra de Occidente curiosamente el único país… Leer más »