El coronel jefe de la Legión en Ceuta glosa los 99 años del Tercio y se olvida de Francisco Franco, uno de sus fundadores
IM/AD.- Hace tiempo que dejamos de admirar al Ejército, víctima de la gangrena institucional. Está reducido a una ficción, incapaz para afrontar una eficaz defensa de la unidad de España que constitucionalmente incumbe a las Fuerzas Armadas. También frente a una agresión exterior que a todas luces provendrá del norte de Africa. Su desmantelamiento, tanto moral como estructural, comenzó ya bajo el gobierno ucedista y de la mano del vicepresidente Gutiérrez Mellado, con el concurso del ministro de Defensa. La orden, por ejemplo, de que los militares vistieran de paisano hasta llegar a los cuarteles para preservarles de los atentados terroristas y los funerales casi clandestinos de sus víctimas castrenses atentaba contra el honor castrense, una de sus virtudes capitales, y contribuía a su desmoralización.
El pasado viernes la Legión cumplió 99 años. Este aniversario tuvo una celebración muy especial en la ciudad de Ceuta, considerada cuna del Tercio. En su discurso para glosar los 99 años de andadura de La Legión, el coronel jefe ignoró el nombre de uno de sus fundadores, Francisco Franco.
Ignorar a Franco en un acto conmemorativo del 99 aniversario de la Legión es tan inverosímil como ignorar a George Washington en los discursos institucionales del 15 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos. Actitud cobarde e impresentable la del coronel. El Generalato bien vale una infamia. Otra más.
Es triste y penoso que hasta La Legión haya sucumbido a los odios, los rencores y los revanchismos de quienes han demonizado la figura de Franco.
La actitud de los mandos militares es consecuencia de la tarea de desmantelamiento de las Fuerzas Armadas que se inició bajo los gobiernos de la UCD y continuó con los gobiernos de González. Favorecieron hasta la desmesura la objeción de conciencia y cualesquiera otras acciones “progresistas” de evasión del servicio militar. E instrumentaron una intensa campaña que propugnaba su abolición y su sustitución por unas Fuerzas Armadas profesionales que los socialistas han descafeinado hasta el extremo.
No conviene olvidar en este punto que en todo el “proceso” estuvo siempre presente, con cargos más o menos relevantes, Eduardo Serra, cuya adscripción masónica consideran algunos expertos en la materia fuera de toda duda. Llamó la atención de los especialistas en temas militares que fuera el gobierno del Aznar el que suprimiera el servicio militar obligatorio y llevara a efecto lo perseguido por los gobiernos socialistas de González. E igualmente, que nombrara a Eduardo Serra ministro de Defensa. Era el menos apropiado para un departamento clave de un gobierno conservador, aunque escorado hacia el centro progresista. La ductilidad de su ejecutoria avalaba esa consternación. La confidencia de un conocido político atribuye el nombramiento, al igual que el de Dezcaller para director del CNI, a imposición o impulso real. Lo cierto es que, una vez cumplida su misión, Eduardo Serra pasaría a encabezar el Instituto Elcano de Estudios Estratégicos, desde el que se impartía una doctrina militar acorde con el descoyuntamiento de la institución castrense iniciada por Gutiérrez Mellado y proseguida bajo González por Narciso Serra, a la que no fue ajeno.
Los gobiernos de la democracia han trasformado el Ejército en ONGs pacificadoras que envía a zonas de guerra con la orden taxativa de no emplear las armas aunque sean agredidas y sufran bajas. Y si las tienen, como sucedió con los helicópteros abatidos en Afganistán, se encubren como accidentes. Coartada análoga a la utilizada para edulcorar los dos muertos en el chantajista atentado etarra del aeropuerto de Barajas.
Se supo, por ejemplo, aunque no por el ministerio de Defensa, que la fuerza pseudomilitar enviada al Líbano sufrió repetidas agresiones y que el contingente logístico, al que se encomendó el insuficiente y casi indefenso montaje de su espacio campamental, las fuerzas de Hezbolá le cortaron su evacuación a Beirut para retornar a España. Nada de insólito encierra que sean cada vez más los que, pese a mejores emolumentos, se valen de triquiñuelas para eludir su incorporación a las unidades enviadas a zonas de conflicto armado.
El director de AD, Armando Robles, vinculado familiarmente a La Legión desde su fundación, rememoró la importancia decisiva del legionario Francisco Franco en su propia existencia. Esto escribió: “Poco después de la aniquilación del ejército español en Annual, perdidas las posiciones que defendían nuestras plazas en África, con el traidor Abdelkrim poniendo cerco a la ciudad de Melilla, rebosante de niños, mujeres, ancianos y heridos de guerra. No había hombres para defenderla. Al fin, en la amanecida del 24 de julio llegan dos banderas legionarias al puerto de Melilla. Millán Astray está al frente. Saluda de este modo al pueblo aterrorizado: «¡Melillenses!: Os saludamos, es La Legión que viene a salvaros, no temáis, nuestras vidas os lo garantizan..!».
Desembarcan los legionarios desfilando con paso alegre, firme y rápido, entonando «La Madelón» y «Los Voluntarios» al son de cornetas y tambores, haciendo demostraciones de armas, arrancando de la población vivas y aplausos. Entre ellos ya despuntaba la figura de un joven comandante de origen ferrolano llamado Francisco Franco. Entre las que vitoreaban a los salvadores legionarios estaba mi abuela Francisca. Acababa de perder a sus dos hermanos en Annual, cuyos restos descansan hoy en el panteón de los héroes del cementerio melillense, el espacio geográfico español con más valientes por metro cuadrado. Aquellos legionarios la salvaron de una muerte segura y sabe Dios de cuántas afrentas más.
En recuerdo de aquella jornada, Melilla dedicó una estatua al comandante Franco, que aún hoy se conserva en la entrada del puerto, junto a las murallas de la imponente Acrópolis.
Toda mi vida, por lo tanto, se siente fielmente ligada a los caballeros legionarios. Gracias a ellos abracé la fe española al conjuro de la voz de mi madre, a la que permanezco fiel, de que nada había más grande que nacer siendo español. De la niñez endulzada con recuerdos legionarios (los muros del acuartelamiento Valenzuela nos servían de improvisadas porterías) a esta insólita madurez que me ha tocado vivir, donde hasta La Legión me parece irreconocible”.
A ese ser , no le considero soldado de España .
¡¡ VIVA FRANCO !!
¿pero todavía os creéis la historia de que el ejército esta para defender la patria? No seáis inocentes hubo un tiempo que así fue, pero hace décadas que las fuerzas armadas son una ONG con pistola. La prueba esta que una fragata fue hasta Italia a buscar ilegales. Ahora no hay ejército de tierra mar y aire, es toda una mierda que huele a kilómetros. Son vividores del peloteo disfrazados de militares.
VIVA España viva el caudillo
jueces y militares a lo único que están es al ascenso y por tanto a por la pasta. carecen de lo que hay que tener.
miremos el chaparrón que tuvo que aguantar el magistrado de la audiencia que votó por la no condena a los miembros de la manada en los términos que pedía el poder político y las hordas de feminazis.
SENTÍ VERGÜENZA cuando visité, por vocación, el Museo Militar de Almeida en Santa Cruz de Tenerife, hace dos años. En la garita de entrada había seguridad privada; en toda la exposición no aparecía la figura de Franco y sí otros personajes; en la mesa de reuniones había, sólo, periódicos “progresistas”; el militar que me atendió, de paisano, era manifiestamente marica; la condición femenina era notoria…Al militar que me atendió le hice algunos observaciones comparadas con los tiempos de mi estancia en el ejército y me contestó con un seco: “eran otros tiempos”. Eso sí, me invitó a participar en un… Leer más »
Este coronel quiere ser general.
Es la única explicación plausible.
Además de ser un mierda, claro. Y un cobarde.
El vídeo y discurso del coronel legionario en Ceuta, el pasado viernes 20-09-2019, al que se refiere este artículo, pueden visionario, oírlo y juzgar cada quien por sí mismo en la siguiente dirección: https://youtu.be/9dV993W1SLA
Pues igual que este coronel, semejante deslealtad a Franco cometieron la semana pasada el general Marcos Llago, en Almería y los coroneles legionarios en Melilla y Ronda.
Pase por la A.G.M. Soy militar . Siento verguenza ajena por estos perroflautas con faginitis apoltronados que llevan años destruyendo nuestro Ejercito y nuestras mas hondas tradiciones . Que asco. VIVA ESPAÑA.
Con ese lenguaje de perroflauta seguro que si pasó usted por la AGM no llegó a salir….
Si que sali y ejerciendo 40 años . Y lo de perroflauta es lo mas suave que se me pasa por la cabeza,pero si quiere lo dejamos en CABRONES.
Será por que ese general es un cobarde que teme homenajear a Franco y así seguir de lambiscón del gobierno de Sánchez, para luego seguir ascendiendo y tener cargos importantes y claro lo más importante para él y muchos, el estar cobrando un buen sueldo. éste debe ser de los que no se casan con nadie, ni con Dios , ni con España, y mucho menos con franco.
La foto puede ser sintomática del estado de la cosa, posturalmente en vez de sacar pecho, lo que sacan es barriga, que quizas refleje que están no tanto por la patria, como por tener donde sacar el pan
Joder pero que cierto, los hombros caidos hacia delante.
Les debe parecer demasiado auténtico y potente sacar pecho y por eso no pueden hacerlo, no les sale, ni natural, ni forzado por “decoro”.
El tema de los uniformes tiene tambien que ver con la masculinidad y fortaleza que emanan, demasiada influencia viril para una sociedad obligada a feminizarse, punto.
Las horas de argumentos sobre este único asunto me las reservo.