Valle Piñar, durante un acto de AES en Madrid.

Valle Piñar Gutiérrez es la candidata a la Alcaldía de Madrid del partido Alternativa Española (AES). Se mide con Alberto Ruiz Gallardón el próximo domingo y con la certeza de estar escribiendo el prólogo de una fertil etapa de los socialcristianos en la capital de España. Licenciada en Derecho y Filología Inglesa, madre de familia numerosa, Valle Piñar hace un alto en el último trano de la campaña para atender a la redactora de Alerta Digital. Antes de iniciar la entrevista nos agradece la publicación en este medio de algunos de sus artículos. “Este sí que es un medio auténticamente libre e independiente”, señala.

– Usted es hija de Blas Piñar, ¿cómo ha influido este hecho en la campaña?

Le voy a contestar con una anécdota claramente ilustrativa. El diario El Mundo hizo un repaso a las candidaturas al Ayuntamiento de Madrid al arrancar la campaña. Se detuvo en la nuestra, pero tuvieron exquisito cuidado a la hora de omitir mi apellido. Yo fui la única candidata sin apellidos. Simplemente María del Valle. Aunque estoy pensando que quizás lo patente como marca electoral.

Mire, yo me siento muy orgullosa de mis apellidos y de lo que significan en la reciente historia de España. Yo creo que la cualidad política más sobresaliente de mi padre es su coherencia y yo también soy coherente. Por lo demás hemos padecido el mismo silencio que siempre. La casta política no quiere aires distintos y voces que sean políticamente incorrectas. Ya ha visto usted como, ante las protestas juveniles contra la casta política, ha salido a defender a todos los políticos, a los suyos y a los de enfrente.

-Ya que usted lo menciona ¿qué opinión tiene de ese movimiento que ha surgido, curiosamente, al final de la campaña electoral y cuyo epicentro es Madrid?

Es lógico que en la situación actual, cuando los ciudadanos estiman que uno de nuestros grandes problemas, el segundo tras la cuestión económica, es la clase política, cuando más del 40% de los jóvenes no tiene trabajo, cuando las familias se ven agobiadas, haya protestas en la calle. Lo sorprendente es que no se hayan producido antes. Lo que por otra parte tampoco debe extrañarnos, ya que la casta política y sindical dispone de importantes medios de control y reconducción, e incluso de anulación del ciudadano.

Con respecto a esas concentraciones que han sacudido el final de la campaña debemos distinguir entre lo que se llaman los “antisistema”, que son los que dan color a los acampados en la Puerta del Sol y las gentes que acuden a las concentraciones. Es la unión de dos elementos distintos en una misma protesta.

Ante lo que está sucediendo en la Puerta del Sol y en algunos otros puntos yo tengo, como muchos españoles, sensaciones encontradas, pero no veo, salvo que deriven incidentes provocados por los antisistema, que los propios concentrados deberían evitar, que se tenga que prohibir esta forma de protesta. Me escandaliza, muchísimo más que la acampada, el intento de manipulación de la casta política. PSOE e IU tratando de decir que ellos comparten sus reivindicaciones y Mariano Rajoy sacándose de la manga la frase habitual: “yo elaboraré un plan de empleo juvenil”. No me extrañaría que acabáramos viendo a algunos responsables de las juventudes del PP o del PSOE por el campamento buscando la foto. Fíjese que todos han procurado arrimar el ascua a su sardina a través de los medios. Lo del PSOE y ZP presentándose como los candidatos de los que protestan es de risa.

-Una curiosa rebelión a través de internet, ¿no?

Francamente, no. Mire si la protesta ha alcanzado notoriedad y apoyo es simplemente porque han jugado otros factores. Sin la publicidad que le han brindado los medios, por muy diversos intereses, cada uno en función de su estrategia política, pro-PP, pro-PSOE y antigubernativa, esas concentraciones no hubieran pasado de lo anecdótico. Por más que se empeñen no ha sido la “red social” la que ha movilizado a miles de personas, ha sido la publicidad derivada de la convocatoria en todos los medios.

– ¿Qué hará usted si ocupa un puesto en el Ayuntamiento?

Ser políticamente incorrecta. Lo que tienen que saber y valorar es que si yo en el Ayuntamiento y Mar Hurtado en la Comunidad, al igual que otros miembros de AES en otros puntos, ocupamos un puesto de concejal o un escaño en la Asamblea nos convertiremos en la voz de la denuncia. Seremos las que nos levantaremos para recordarle a Esperanza Aguirre que no puede firmar convenios con las clínicas abortistas; para indicarle a Gallardón y al Consejero de Sanidad lo que significa de atentado a la Vida el reparto de las píldoras abortivas. Yo alzaré mi voz, cuantas veces sea necesario, para denunciar cómo el señor Ruíz Gallardón deja en manos de la izquierda la política cultural madrileña. Estaremos ahí para denunciar todas y cada una de las exposiciones con las que se ataca a los católicos. Para decir no a que se emplee nuestro dinero para sufragar carnavaladas como el “Día del Orgullo Gay” o se subvencionen guías que más que de educación son de perversión sexual. Y estaremos ahí para proponer campañas a favor de la Vida, para denunciar el crimen del aborto, para que se apoye a las madres.

– Madrid es uno de los Ayuntamientos más endeudados de España y una de las ciudades más caras y no parece, según las encuestas, que esto sea importante a la hora de votar.

Ciertamente. Es algo que no deja de sorprender. Yo creo que es algo que los madrileños solo perciben cuando les toca pagar de forma directa y luego se olvida. Es necesario cambiar la política económica del Ayuntamiento. Los excesos y la dilapidación del erario público cometidos por Ruíz Gallardón son de sobra conocidos. Tenemos que cortar todo el entramado de subvenciones clientelares, el amiguismo, los asesores, el exceso de lujo y ornato. El dinero público tiene que ir a las familias y al empleo. El Ayuntamiento tiene que dejar de ser una máquina de inventar impuestos. Yo lo que quiero, y lo he repetido en varias ocasiones, es un Madrid en el que se pueda vivir y no un Madrid que nuestros hijos no podrán pagar.

El Ayuntamiento de Madrid necesita una política de ahorro, necesita pagar su deuda y hacerlo sin que ello afecte gravemente a las inversiones realmente sociales y a las productivas. Existen muchas partidas en las que es posible recortar: los gastos suntuarios, los viajes de relumbrón, la multiplicación de oficinas, las subvenciones… Es necesario poner fin a todo el sistema clientelar creado por las subvenciones y especialmente por todas aquellas que se dirigen a partidos y sindicatos. Mire, si yo tuviera que decidir, sólo recibirían ayuda aquellas entidades que, como Cáritas, ayudan directamente al ciudadano necesitado e impulsaría la creación de los Bancos de Alimentos para ayudar a tantas y tantas familias que no pueden hacer frente a la cesta de la compra. Pero fuera de ahí, Madrid no puede seguir endeudándose, se necesita austeridad y eficacia en el gasto.

– Gallardón sigue siendo el “faraón de ambiciones” como dice un conocido periodista.

Yo creo que -permítame la broma- que se ha construido su particular pirámide para alcanzar la eternidad. Gallardón, al igual que Esperanza Aguirre, aunque al primero aún le quede alguna oportunidad, esperaba ser el futuro líder del PP y por lo tanto presidente del gobierno. No creían en Mariano Rajoy. Las circunstancias, el desastre sin paliativos que ha sido el gobierno de Zapatero, especialmente en los últimos tres años, ha convertido a Rajoy en un líder indiscutido porque va a ganar las elecciones, no por otra cosa, y si gana estará o intentará estar dos legislaturas. Así que sume usted y parece evidente que Gallardón ha quedado desfondado en su carrera hasta lo más alto. Creo que se conformará con ser, más que un verso suelto, el alcalde perpetuo de Madrid.

-¿Qué problemas ve en Madrid además del económico o del atasco circulatorio del que es muy difícil salir a horas punta?

Tenemos una serie de problemas pequeños, que son los que más afectan al ciudadano de a pie, que no suelen salir en las noticias y que desaparecen de la agenda electoral. Mucho más en estas elecciones donde muy poco se habla de política local o autonómica ya que todo está planteado a nivel nacional.

En Madrid existe la inseguridad. Una inseguridad de bajo nivel si quiere: la del robo en el metro o en la calle, la de los tirones. También tenemos las nuevas formas de delincuencia, las bandas que preocupan a las madres porque no se sabe si tu hijo será asaltado o atraído a una de ellas al salir de clase o en el parque. No quiero olvidar los atracos a comercios y taxistas que demandan soluciones que nunca llegan. Yo apuesto por la seguridad preventiva, con un despliegue en la calle de policías de barrio.

-Pero las leyes no ayudan…

Cierto. Es necesario cambiar el Código Penal, la ley Penitenciaria, todo lo referente a los menores, y revisar la política inmigratoria, pero no es competencia de los Ayuntamientos. Ahora bien, las ordenanzas municipales sí permiten implementar nuevas políticas. Fíjese en Italia en el caso de la lucha contra la prostitución, una de las actuales formas de neoesclavitud sobre la que políticos como Esperanza Aguirre quiere abrir el debate para conducirnos a la legalización.

-Para terminar, ¿cómo ha afrontado AES la campaña que ahora termina?

Con ilusión. Para muchos sólo seremos testimoniales, pero hemos trabajado duro para estar ahí, en unas decenas de municipios. Nosotros no tenemos prisas, somos conscientes de que sólo podemos llegar a la gente casi individualmente. Vamos paso a paso, formando grupos y sumando gente a nuestro proyecto.

Yo espero que tengamos representación en muchos de esos lugares. En San Agustín de Guadalix, Nuevo Baztán, Alcobendas, Puentes Viejas, Los Santos de la Humosa, en Bárcena de Pie de Concha, en Yuncos, en Las Labores, en Ampuero, en Huesca, en Alcaudete, en Vegas del Genil, en Logroño, en Melilla… Creo que, para nosotros, estas elecciones marcarán un punto de inflexión.

Valle se despide con un saludo para todos los lectores de Alerta Digital. Es una mujer optimista que ha dado un salto a la primera línea política para intentar cambiar las cosas. De buen tronco buena rama.