La fallida fórmula del 1+1+1 puede que vuelva a acabar con el PSOE controlando el Senado
Se repiten las elecciones, y se repiten las fórmulas mágicas de los partidos para intentar recabar más votos, y vuelve a estar encima de la mesa la famosa fórmula del 1+1+1 en el Senado, pero sus bondades son más que dudosas.
Santiago Abascal ha anunciado que su partido solo presentará un candidato a la Cámara Alta en cada circunscripción, y espera que PP y Ciudadanos hagan lo mismo para que los ciudadanos marquen una casilla de cada partido del bloque de centro derecha, y poder conseguir así más votos que el PSOE.
Sobre el papel, la teoría pinta bien, pero ese es el escenario ideal, no el que se daría en la vida real, porque probablemente no todos los ciudadanos votarían en bloque a los tres partidos, y, como en el Senado se aplica el recuento por el sistema mayoritario, la formación política con más votos, es decir, el PSOE, se llevaría el grueso de senadores, como ya pasó el pasado mes de abril.
La mejor solución para esas formaciones, pues, hubiera sido acudir juntos en una misma lista, pero a veces los experimentos tampoco salen bien, porque el electorado es caprichoso. En el año 2000 el PSOE de Joaquín Almunia llegó a una alianza con Izquierda Unida, liderada entonces por Francisco Frutos para acudir juntos en 27 provincias, pero esto no produjo a ninguna de las dos formaciones un beneficio electoral.