La situación política/electoral “enquistada” en España hace imposible configurar ningún tipo de Gobierno. Así de complicado está el panorama. Es un auténtico galimatías llegar a acuerdos.

Históricamente, salvo mayorías absolutas, tanto PSOE como PP lograban el apoyo de catalanistas o/y vascos para formar Gobierno. Pero hace ya tiempo que, primero los catalanes y ahora también los vascos, han pasado de ser nacionalistas a independentistas.

Lo que significa lisa y llanamente que sólo apoyarían a cambio de sendos referéndums de autodeterminación, con miras a una independencia. Y referéndums, naturalmente, votados sólo por ellos. Nunca por todos los ciudadanos españoles.

Imposible desde el punto de vista constitucional. Y ni siquiera un cambio constitucional que lo permitiera sería aprobado por una mayoría social. Seguro!

Respecto a posibles mayorías absolutas, también imposibles de todo punto actualmente. Las apariciones en escena de Ciudadanos, Podemos, Vox y ahora Más País las hacen matemáticamente inalcanzables.

Y ni siquiera apoyando a uno de los grandes se desbloquea la situación. Porque los catalanes y vascos nunca darán su brazo a torcer. Y sin ellos, no hay mayorías.

Por mucho que se desinflen (que se van a desinflar) estos Partidos de nuevo cuño, jamás desaparecerán de la escena política. Y, en consecuencia, jamás ni PSOE ni PP volverán a alcanzar una mayoría absoluta, ni con su ayuda.

Ante este desolador panorama, entonces qué?

Pues la única solución posible es un cambio de la Ley Electoral. Pura y llanamente. Al ejemplo francés, segunda vuelta donde sólo compiten los dos que más votos hayan sacado en la primera. Y el que gane, gobierna.

Para ello sería necesario simplemente que PSOE y PP se pusieran de acuerdo para modificarla. Tienen escaños suficientes, sobre todo después del 10-N (como parecen vaticinar todas las encuestas).

Así de simple, así de clara es la solución.

No hay otra.