La política del avestruz
Carmen Tomás.- En los últimos días hemos asistido a una auténtica catarata de informes sobre la evolución de la economía española este año y el próximo. Todos, sin excepción, rebajan sus expectativas sobre crecimiento y empleo. El lunes le tocó el turno al servicio de estudios del BBVA. Y también creen estos expertos que el PIB crecerá este año por debajo del 2%, un 1,9% concretamente. En consonancia con esta previsión, también bajarán las afiliaciones a la Seguridad Social, es decir se creará menos empleo, y se reducirá menos el paro. De hecho, será en 2020 cuando piensan en BBVA que la tasa de paro bajará del 14%. Pero, además, opinan que tampoco cumpliremos los objetivos de déficit público. Nos salvará de una caída mayor, el comportamiento de las exportaciones, el consumo público y la inversión en vivienda
Ya sólo faltaba el movimiento del Gobierno en funciones y ya sabemos que en el plan presupuestario que ha enviado Bruselas, insiste en ser optimista, el más. Cree el Ejecutivo que el crecimiento de la economía este año será del 2,1%, apenas una décima menos de su idea inicial y muy por encima del resto de observadores. Para el próximo ejercicio, la expectativa es que el PIB aumente un 1,8%. En ambos años, considera el Gobierno que habrá equilibro entre la demanda interna y externa y ya considera que la tasa de paro bajará del 14% este año 2019.
El plan presupuestario fija una revalorización de las pensiones el año que viene del 0,9% y una subida salarial para los funcionarios del 2%. Por supuesto, en esta línea optimista, el Gobierno piensa que va a cumplir con los objetivos de déficit público, que este año se situará en el 2%. Este cuadro está desde luego en línea con las últimas declaraciones tanto de Sánchez como de Calviño que el mismo lunes a titular de Economía seguía insistiendo en la fortaleza de la economía española. En esta ocasión habló de que estamos aún en una fase expansiva del ciclo, incluso para 2020.
El gobierno puede seguir insistiendo en que no pasa nada para intentar que los españoles sigan en babia el máximo tiempo posible. La decisión del gobierno en funciones parece, al menos hasta el 10-N, seguir insistiendo en la política del avestruz: las cosas no van mal y sólo los socialistas somos capaces, si la economía empeora, de enderezar esta fase de caída. Comprobaremos cuál es su capacidad de persuasión y la de olvido de los ciudadanos. La anterior crisis con los socialistas en el gobierno nos dejó más de 3 millones de parados y las arcas públicas temblando de deudas. Veremos.