Ocho años después de conquistar su última Liga Europea, el Coinasa Liceo se adjudicó ayer su quinta corona continental al batir por 7-4 al Tecnol Reus en una espectacular final en la que el equipo gallego remontó un 0-3 en contra. El Liceo tendrá ahora la oportunidad de hacer el doblete conquistando la OK Liga en la última jornada si gana al Barça en el Palau Blaugrana. En caso contrario, el campeón será el Reus, siempre que gane en casa al Tenerife.

El Reus salió muy enchufado al partido y, en un espectacular arranque, se colocó con un inesperado 3-0 a favor en apenas 15 minutos. Cuando sólo habían transcurrido tres Xavi Caldú envió al fondo de la portería un rechace de Malián a tiro de Molet. Era el 1-0 al que siguieron el 2-0 de Marín tras culminar un rápido contragolpe conducido por Gual y el 3-0 de Casanovas, de potente tiro desde fuera del área a la salida de una falta.

Pero pese al 3-0, la final no estaba decidida, ya que el Liceo, dirigido por un sabio de los banquillos como Carlos Gil, es un equipo muy compacto y con muchos recursos. Y los dos más importantes son Pablo Álvarez y Jordi Bargalló, en los que se comenzó a fraguar la remontada. El argentino, que la próxima temporada jugará en el Barça, marcó el 3-1 en una bola que cazó en el área y el catalán anotó el 3-2 en una acción personal marca de la casa que precedió al 3-3 de Ricardo Barreiros.

Con el Reus tocado y el Liceo crecido, Pablo Álvarez marcó el 4-3 a los 8 minutos de la segunda mitad y a continuación Raül Marín desperdició una falta directa para empatar. Pero el gol clave lo logró Barreiros, uno de los tres portugueses del Liceo, que marcó el 5-3 a 4’45” del final. Los hombres de Alejandro Domínguez lo acusaron y,después de que el meta Trabal fuera expulsado por protestar que había sido obstaculizado en el gol, Álvarez marcó un minuto después el 6-3. La final estaba sentenciada porque, aunque Gual anotó el 6-4 cuando el Reus jugaba en inferioridad, Pablito Álvarez, que fue elegido el MVP de la final, sentenció a 1’29” de la conclusión.

“Ha sido una final muy bonita. Es una lástima que uno de los dos equipos se haya quedado sin el título”, dijo Carlos Gil. “Soñamos con el 3-0, pero las finales duran 50 minutos y el Liceo fue justo campeón”, reconoció Domínguez.