¿Por qué Vox, no, y Podemos y ERC, sí?
Paloma Cervilla. Yo no entiendo la diferente vara de medir que muchos utilizan para criticar la presencia de Vox en las instituciones y no la de Podemos y ERC. Si Vox es extrema derecha, Podemos es la extrema izquierda y ERC no digamos lo que es, un partido antisistema con dirigentes condenados por sedición y cuya máxima es saltarse la legalidad vigente.
Pues en este país, a algunos le parece normal sentarse a negociar un futuro Gobierno con Podemos que alaba el régimen represivo de Maduro, que flirtea con los proetarras de Bildu, que le parece genial que a las Fuerzas de Seguridad se les agreda en la valla de Ceuta y Melilla o que apoya la celebración de un referéndum ilegal en Cataluña para separarse de España.
Y aún más, también les parece de lo más progre sentarse en una mesa con el miembro de ERC, Josep María Jové, al que en 2017 la Guardia Civil le encontró en su casa una libreta con el diseño del procés, o sea, el cerebro intelectual del desafío a España.
Pues en este clima de “normalidad”, estos mismos se llevan las manos a la cabeza porque Vox, al que se le pueden criticar muchas cosas y muchos posicionamientos políticos, quiere estar presente en la Mesa del Congreso. Nos podrá gustar más o menos, pero tiene 52 diputados y casi cuatro millones de votos y, hasta ahora, se encuentra dentro de la legalidad constitucional, no apoya a terroristas y no diseña planes para reventar España.
Un poco de sensatez en la política española no estaría mal. Nos acercamos al abismo, señores, y el PSOE blanqueando a secesionistas y proetarras.