Informe PISA: España registra la peor nota en ciencias de su historia
El nivel educativo baja en España. Esto ocurre, en concreto, en ciencia y en matemáticas. Y en todas las comunidades autónomas. Lo constata el Informe PISA 2018 que presenta hoy la OCDE y que excluye los resultados en comprensión lectora en competencia digital, la prueba más importante de esta edición, después de que este organismo admitiera “anomalías” en la prueba al constatar que los alumnos habían dado respuestas “inverosímiles”.<
La OCDE también admite que los resultados de ciencias y matemáticas también pueden afectados, aunque “en menor proporción”. Y es que la nota de lectura ha servido como variable para determinar la de Matemáticas y Ciencias en alumnos que no se han examinado de estas materias, lo que ha desatado la polémica y ha generado críticas de comunidades autónomas como Madrid.
Al margen de esta circunstancia, y si nos atenemos estrictamente a los datos, España ha pasado de tener resultados en ciencias y matemáticas que nos situaban a la altura de los países más avanzados, como reveló la anterior edición (2016), a quedarnos por debajo de la media de la OCDE (489 puntos en ambas materias.
En el caso de ciencias, España, con 483 puntos, sufre el mayor descalabro de su historia al caer 10 puntos y obtener el peor resultado desde que se evalúa esta materia, hace trece años; mientras que en matemáticas, con 481 puntos, nos situamos a niveles registrados hace 16 años y, aunque el resultado es ligeramente más bajo, la caída no es tan estrepitosa y nos mantiene en niveles de ediciones anteriores. En ambas materias nos encontramos por debajo de la media de la OCDE.
En matemáticas, el 75% de los estudiantes españoles de 15 años es capaz de comparar la distancia que existe entre dos rutas alternativas o hacer una conversión de moneda, frente al 76% de la OCDE. Los alumnos más brillantes representan el 7%, frente al 11% de la OCDE.
En ciencias, el 79% puede reconocer cuestiones básicas, como la explicación correcta de fenómenos científicos e identifican, en casos simples, si una conclusión es válida en función de los datos proporcionados (78% es el promedio de la OCDE). Destaca sólo un 4% de estudiantes que “pueden aplicar de manera creativa y autónoma su conocimiento de la ciencia aplicada a una amplia variedad de situaciones, incluidas las que no les son familiares”, expone el informe.
El bajo rendimiento en las materias de ciencias puede resultar negativo en la medida en que actualmente, los perfiles más demandados por las empresas son aquellos relacionados con las disciplinas STEM, en los que se engloban estas materias y lo previsible es que la demanda aumente considerablemente en los próximos años. De ahí el esfuerzo que están haciendo las comunidades autónomas por implantar proyectos innovadores en estas áreas para atraer a un mayor número de alumnos a las carreras de ciencias. De hecho, entre los estudiantes con alto rendimiento en matemáticas o ciencias, uno de cada tres espera trabajar como ingeniero o en una profesión relacionada con las ciencias a los 30 años, mientra que ésto sólo lo piensa una de cada cinco niñas y sólo el 1% quiere trabajar en profesiones relacionadas con las TIC.
Llama la atención el hecho de que los niños hasta seis puntos mejores que las niñas en Matemáticas (5 puntos promedio OCDE), mientras que ellas los superan ligeramente en Ciencias (dos puntos).
Castilla y León, Galicia y Cantabria, entre las mejores
El informe vuelve a poner de manifiesto la brecha educativa en nuestro país. Comunidades que en anteriores ediciones estaban en los primeros puestos del podio en rendimiento educativo, ahora se caen del grupo de cabeza y quedan relegadas a peores posiciones, como Madrid y Navarra, que se sitúan en la media de la OCDE. La primera de ellas, de hecho, ya ha criticado la “chapuza” de esta edición de PISA y ha pedido explicaciones por los “errores continuos” y la “falta de transparencia”.
Ahora en el grupo de las mejores se sitúan Galicia, Cantabria y, como no, Castilla y León, que tradicionalmente ha llevado más de un año académico de ventaja a comunidades como la andaluza, si atendemos a la puntuación de PISA de anteriores ediciones. ¿Qué es lo que hace que esta Comunidad se sitúe siempre en lo más alto del ranking académico español? “la sociedad está muy concienciada de la importancia de la educación, siempre ha tenido un buen nivel y los alumnos de esta región son conscientes de la importancia de tener unos buenos resultados para su futuro. A eso se añade que han tenido políticas educativas sin grandes cambios, con medidas continuistas y eso genera cierta estabilidad y los centros saben a qué atenerse”, explica Ismael Sanz, Profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y ex director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación.
Más allá de cuestiones como el rendimiento, los alumnos españoles van contentos a clase y tienen buen ambiente en su centro educativo. Expresaron más sentimientos positivos que negativos respecto a los alumnos de su misma edad de la OCDE y tienen mayor sentido de la pertenencia al centro escolar, según revela el informe. El 86% cree que cae bien a otros estudiantes, el 86,5% se siente integrado, mientras que el 81% siente que hace amigos con facilidad, según revela el informe PISA. Esta situación “proporciona a los estudiantes un sentimiento de seguridad, identidad y comunidad que ayuda de forma positiva a su desarrollo académico, psicológico y social”, expone el informe. No obstante, también hay un 17% que se siente acosado, una cifra, no obstante, por debajo de la media de la OCDE, aunque supone un aumento de dos puntos.
Asi, en general, los estudiantes españoles que realizaron la prueba aseguran estar satisfechos con su vida. Más los chicos y los alumnos aventajados. Eso sí, faltan más a clase. La proporción de estudiantes que se habían ausentado del instituto en las dos semanas previas a la prueba PISA era claramente mayor que el promedio de la OCDE.
El informe PISA se elabora cada tres años y, en esta ocasión, han participado sólo en España 35.943 estudiantes de 15 años (4º de la ESO) de 1.102 centros educativos.