Algunos claros en el horizonte
El resultado de las elecciones en Reino Unido sin duda ha despejado el camino. Una de las nubes negras que acechaban la evolución de la economía. Cierto que el ideal hubiera sido que no se separaran de la Unión Europea, pero puesto que ese camino ya estaba cerrado, el final de esta historia ha sido finalmente el mejor posible. A falta de los flecos, que son importantes aún, ya sabemos que será el 31 de enero y que será ordenado, acordado. También hay que remarcar que el acuerdo preliminar entre China y Estados Unidos en su guerra comercial parece que se destensa. Habrá que ver si es flor de un día o algo más sólido. De lo que no cabe duda es de que estos dos hechos han logrado en pocas horas dar un respiro a los mercados y algo más de certidumbre.
Sin embargo, ahora toda la presión para la economía española se centra ahora en la falta de estabilidad política. A estas alturas aún no está claro si se podrá formar gobierno y si es así cuando se producirá. En todo caso, pase lo que pase será malo para la marcha de la economía, ya muy deteriorada por meses de incertidumbre, de desgobierno y de falta de acción y de reformas.
España sigue con unos presupuestos prorrogados, aunque el Gobierno en funciones de Sánchez continúa aprobando partidas de gasto que ahondan la abultada cifra de deuda pública y que a estas alturas dejan claro que impedirán cumplir con el déficit pactado. Además, cada día que pasa se agrava el problema de la financiación de las pensiones, por la menor creación de empleo y una tasa de natalidad que no para de bajar, alcanzando ya señales más que alarmantes. En apenas un año, el agujero de la Seguridad Social se ha situado por encima de los 17.500 millones de euros y ya supera los 52.500 millones de euros. El desempleo no baja del 14% y Sánchez no descarta volver a subir el SMI, lo que destrozará a las empresas y a los autónomos con trabajadores a su cargo expulsando a más gente del mercado de trabajo. Hay menos nubarrones. La cuestión es si los que de momento nos dirigen serán capaces de aprovechar los claros o se empeñarán con sus decisiones en empeorar aún más los problemas.