Importantes sumas de dinero de la Unión Europea para Libia terminan en manos de las mafias de la inmigración
Nueve años después del derrocamiento del rais Muamar el Gadafi, Libia continúa siendo el principal avispero de caos y violencia al otro lado del Mar Mediterráneo. Las mafias de la inmigración campan a sus anchas por el país magrebí, que sin un gobierno en funcionamiento se ha erigido en corredor principal de inmigrantes hacia Europa en esta década, para luego terminar en Lampedusa.
Roma y Bruselas han buscado detener y regularizar de algún modo las entradas destinando fondos a las autoridades locales. Sin embargo, una reciente investigación de la agencia Associated Press apunta a que la UE pagó 327 millones de euros a Libia para frenar la inmigración, financiando indirectamente a milicias y traficantes de personas.
La UE ha enviado más de 327,9 millones de euros a Libia, con 41 millones adicionales aprobados a principios de diciembre, en gran parte canalizados a través de varias agencias de la ONU. AP ha hallado desvíos de importantes sumas de dinero europeo a redes entrelazadas de milicianos, traficantes y miembros de la guardia costera que explotan a los migrantes. En algunos casos, los funcionarios de la ONU sabían que el dinero se destinaría a las redes de milicias, según correos internos.
En los últimos años la prensa internacional ha documentado las torturas, extorsiones y abusos de las milicias para con los migrantes con el objetivo de obtener pagos por rescates en centros de detención regados con dinero europeo -según esta investigación de AP- y bajo la atenta mirada de la ONU. Muchos migrantes simplemente desaparecen de los centros de detención, vendidos a traficantes u otros centros.
En el tráfico ilegal de personas, las mismas milicias colaboran von con algunos miembros de las unidades de la guardia costera libia, que desde hace años participa en cursos de capacitación organizados por la UE con el objetivo de mantener a los inmigrantes alejados de sus costas. Según AP, los miembros de la guardia costera devuelven a algunos inmigrantes a los centros de detención en virtud de acuerdos con las milicias, mediatne sobornos para permitir que otros pasen a Europa.
Las milicias involucradas en el abuso y el tráfico también roban fondos europeos otorgados a través de la ONU para alimentar y ayudar a los migrantes que pasan hambre.
AP aborda también el entramado de lavado de dinero en muchas de estas operaciones: el dinero va a la vecina Túnez para ser lavado antes de ser devuelto a las milicias libias.