Francia ventila el abismo pedófilo que ha salpicado durante décadas a sus intelectuales progres
Las primeras investigaciones judiciales sobre el caso del escritor pedófilo Gabriel Matzneff están desenterrando otras historias de turismo sexual, en «busca» de niños y niñas menores de quince años, en Manila (Filipinas), Pattaya (Tailandia) y Marrakech (Marruecos), protagonizadas por escritores y personalidades famosas.
Matzneff publicó con mucho éxito numerosos libros haciendo el elogio de la pedofilia, contando con la complicidad y la estima de jefes de Estado (François Mitterrand, Jacques Chirac) y el apoyo entusiasta de toda la prensa literaria parisina, con raras excepciones. Menos publicidad recibía una página web que se llamaba matzneff.com teóricamente publicada durante muchos años por un «admirador» del escritor a quien el vespertino «Le Monde» califica de «pedocriminal». En esa página se publicaban fotos íntimas de las niñas y niños que Matzneff seducía y fotografiaba.
Esa página web ha desaparecido «misteriosamente», a los pocos días del estallido del escándalo. Matzneff ha decidido tomarse unos «días de vacaciones». Pero las primeras investigaciones están descubriendo «historias» que sorprenden por su «franqueza». Si la Justicia consigue rescatar esos escritos e imágenes del océano de internet, se tratará de una documentación importante, de un valor jurídico imprevisible.
Niños y niñas de 10 años
Según varias fuentes bien informadas, Matzneff cuenta por lo menudo, «numerosos» viajes realizados en compañía de otro escritor de cierta fama, Christian Giudicelli, consagrados, ambos, durante varias semanas, al «turismo sexual» con niños y niñas de 10 a 12 años, en Manila (Filipinas).
El mismo Christian Giudicelli también cuenta en varios libros, publicados por Gallimard, sus «aventuras» compartidas con su amigo íntimo, Matzneff. El turismo sexual de la pareja también tenía una «contrapartida» literaria, comercial y muy interesada. Como miembro del jurado del premio de ensayo «Renaudot», Giudicelli fue el «artífice» de la concesión de ese premio a su amigoy compañero pedófilo, el 2013.
Jueces y policías que instruyen el caso de Matzneff intentan buscar y estudiar copias de la página web del escritor, donde se publicaron numerosas fotos y «confesiones» del pedófilo, con un alcance judicial imprevisible. No es fácil saber si habrá pruebas prescritas, o no, de un comportamiento pedófilo que el autor nunca ha negado, bien al contrario. Las revelaciones del turismo sexual de Matzneff han desenterrado el turismo sexual no menos polémico y de muy diversa naturaleza de otros escritores y personalidades célebres, como el novelista Michel Houellebecq y el ex ministro de Cultura Frédéric Mitterrand, sobrino de François Mitterrand.
«Mi hijo es un cabrón con pintas»
Desde hace una larga década, casi todos los libros de Michel Houellebecq estuvieron acompañados del tufo de escándalos de diversa naturaleza. El turismo sexual, entre adultos, visitando algunas «capitales» de la «pedofilia turística» (Manila, Pattaya) tiene un puesto importante en esos libros. El escándalo Matzneff devuelve a esos «relatos» una dimensión «naturalista». Houellebecq describe en sus libros unos comportamientos que parecen tener mucho de «realismo» y de «autobiográfico». Detalle que no escapó a la madre del novelista, cuando definía a su hijo con esta sentencia: «Mi hijo es un cabrón con pintas».
Investigando y siguiendo la pista de la pedofilia y el turismo sexual, se han desenterrado las confesiones de Fabrice Thomas, que fue uno de los numerosos amantes de Yves Saint-Laurent, modisto legendario, y de Pierre Bergé, el amante y empresario del genio creador.
Fabrice Thomas cuenta en un libro de tórridas memorias como la pareja Saint-Laurent / Bergé convirtió su legendaria finca de recreo, en Marrakech, en un «picadero» por el que desfilaron numerosos niños, jovencitos y jovencitas, de corta edad, durante fiestas íntimas o «multitudinarias», en las que participaron ocasionalmente personalidades como Andy Warhol, los Rolling Stones y Catherine Deneuve.
Las historias de la pareja Saint-Laurent / Bergé, Michel Houellebecq y Frédéric Mitterrand, no eran desconocidas. Pero, en su día, fueron tratadas en un tono «menor». Cuando Frédéric Mitterrand era ministro de Cultura de Nicolas Sarkozy, entre 2009 y 2012, no dudó en publicar un libro de memorias en el que contaba con cierto detalle sus viajes de turismo sexual, gay, con menores, ocasionalmente, en Pattaya. Sarkozy no dudó en salir en defensa de su ministro, cuando aquellas revelaciones amenazaban en convertirse en un escándalo grave.
Diez años más tarde, el escándalo Matzneff salpica directa e indirectamente a Frédéric Mitterrand, que está sufriendo agresiones verbales cuando algunos transeúntes lo cruzan en la calle. Mitterrand ha sido interrogado sobre el comportamiento «pedocriminal» de Matzneff, y él dice considerarlo «horrible», agregando: «No me gusta el comportamiento en manada. De niño sufrí mucho de ese tipo de agresiones, cuando algunos amiguitos se reían de mi voz afeminada».
La investigación penal del comportamiento pedófilo de Gabriel Matzneff sigue su curso, imprevisible. El escritor parece incapaz de dar la cara, y ha buscado refugio en algún lugar de la costa mediterránea.
Buenos días tristeza…
Oui, oui, la grander merde.
Francia quien te ha visto y quien te ve.
Saludos Patriotas Españoles.
También Daniel Cohn-Bendit, “progre” de la “revolución” de los 60, “de padres alemanes de origen judío” (Wikipedia), se declaró pedófilo: https://tvs24.ru/pub/watch/1463/cohn-bendit/
Ahora es eurodiputado https://youtu.be/4svaYmpC3MQ
Oskar Freysinger (conservador suizo) le dice a Daniel Cohn-Bendit, irónicamente, que sí, que desde luego es cierto que “adora a los niños”: https://youtu.be/rXuf0eimkxs