La OMS autocorrige su calificación del nivel de riesgo del coronavirus chino: lo eleva de «moderado» a «alto»
La OMS ha corregido hoy su evaluación de la amenaza del virus que apareció en China, calificándolo de riesgo «alto» a nivel internacional y ya no de «moderado», admitiendo haber cometido un «error de formulación» en sus informes anteriores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) había anunciado previamente que el riesgo era «muy alto en China, alto a nivel regional y moderado a nivel internacional». «Fue un error de formulación y lo corregimos», dijo a la agencia AFP una portavoz de la organización, con sede en Ginebra. «Esto no significa que hayamos cambiado nuestra evaluación de riesgos, pero este error se ha introducido» en los informes de situación, agregó.
La OMS ha publicado seis informes de situación desde el comienzo de la crisis, con epicentro en la ciudad china de Wuhan.
Esta corrección no cambia el hecho de que la OMS no considera que la epidemia sea una «emergencia de salud pública de interés internacional», se apresuró a decir.
Hasta ahora, la OMS ha utilizado este término solo en casos raros de epidemias que requieren una respuesta global trascendetal, incluida la gripe porcina H1N1 en 2009, el virus zika en 2016 y la fiebre del Ébola, que devastó parte de África occidental de 2014 a 2016 y la República Democrática del Congo desde 2018. Parte de la familia del coronavirus (como el SARS), el virus 2019-nCoV causa síntomas de gripe en personas infectadas, hasta síndromes respiratorios graves. Ha matado al menos a 81 personas e infectado a más de 2.700 en China desde su aparición a fines de diciembre, antes de extenderse a Europa y los Estados Unidos.
En el momento del SARS (2002-2003), la OMS había criticado enérgicamente a Pekín por retrasar la alarma e intentar ocultar el alcance de la epidemia. La Organización Mundial de la Salud también ha sido objeto de fuertes críticas en los últimos años. Considerada demasiado alarmista durante la epidemia de l gripe aviar, H1N1, en 2009, fue acusada posteriormente, en el momento de la terrible epidemia de ébola en África Occidental (2014), de no haber medido el alcance de la epidemia.