Las últimas revelaciones sobre el Santo Grial: «Jesús pudo tener en su manos el Cáliz de Valencia»
«Nunca se podrá saber si este Cáliz estuvo en las manos de Jesús pero sí tiene todas las características para que fuera así».
El libro «El cáliz revelado», del catedrático de Diseño de la Universitat Politècnica de Valencia Gabriel Songel, presentado este lunes en la Catedral de la capital del Turia, recoge las investigaciones sobre el Santo Cáliz publicadas en los últimos seis años y revela, entre otros hallazgos, que un acróstico descubierto en un manuscrito del siglo XI adelanta 300 años la primera referencia a la reliquia en un documento.
En la presentación del libro han tomado parte, además del autor, el canónigo de la Catedral Jaime Sancho; el canónigo celador del Santo Cáliz, Álvaro Almenar; el presidente de la Cofradía del Santo Cáliz, Antonio Rossi; la coordinadora de la Ruta del Grial, de Turisme Comunitat Valenciana, Fina Doménech; y el representante de la editorial Tirant lo Blanch Rafael Domínguez.
En referencia al acróstico, Songel ha explicado que ha sido encontrado en «El Relicario de San Juan de la Peña», un manuscrito del siglo XI «donde no aparece descrito el Santo Cáliz explícitamente pero sí en el acróstico, cuyas iniciales claves en los bloques del texto entrelazadas dan como resultado “Calis Lapis Exilis Domini” ( Un cáliz de piedra preciosa del Señor), y eso no puede ser una casualidad».
Por ello, «este hallazgo adelanta tres siglos la primera referencia a la existencia del Cáliz en un documento que hasta ahora era el documento en el que el rey aragonés Martín el Humano reclamaba, en 1399, a los monjes del monasterio de San Juan de la Peña, la entrega de la reliquia» y también «nos aporta un dato histórico y artístico de que el Cáliz fue compuesto, tal cual lo conocemos hoy, antes del siglo XIV».
Asimismo, el autor ha subrayado que los estudios que recoge el libro «vistos en conjunto refuerzan el mensaje de que el Cáliz no es una casualidad, no es un proyecto azaroso sino que fue muy estudiado» y, en este sentido, «la aportación más importante de esta obra, y dentro de lo que es mi campo, es conocer el punto de vista del artista que confeccionó la estructura en la que se apoya el vaso de ágata».
Descubrimientos sorprendentes
El catedrático ha citado, como descubrimientos «sorprendentes», el del patrón de diseño usado para construir el soporte de la copa «que es una retícula que coincide al cien por cien, y también se utilizó uno de esos patrones en la inscripción de 17 milímetros» así como «la coincidencia de los dibujos y formas de la moneda de Sancho Ramírez, rey de Aragón de finales del siglo XI, con la configuración del Cáliz».
Además, otro estudio se centra «en la inscripción descubierta en la base del Cáliz por el profesor Beltrán, interpretada en árabe cúfico y traducida como “la resplandeciente”. Desde una lectura especular y estudiada como idiograma, nos planteamos la idea de que podría estar escrita en hebreo y significar “Jesús es Dios” y, a partir de ahí, abordamos su posible autoría, atribuyéndola a Pedro Alfonso, antiguo rabino de Huesca, que usó símbolos ideográficos similares en sus escritos».
El libro también analiza las referencias al Santo Cáliz en las pinturas de la iglesia de Santa María de Taüll, en Lérida, que pueden verse en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, «donde se ve una persona que entra en la Catedral con dos cálices en la mano, y un ángel, en un lateral, que descubre un cáliz».
Por su lado, el celador del Santo Cáliz, Álvaro Almenar, ha indicado que el libro «habla de la belleza proporcionada» de la reliquia y ha recordado que en octubre comenzará el segundo Año Jubilar del Santo Cáliz en Valencia «en el que la Catedral seguirá abriendo sus puertas a peregrinos, cristianos y no cristianos, y a todos los interesados en la cultura, el arte, el testimonio histórico y desde la fe, porque el Santo Cáliz nos habla de Jesucristo, de la Eucaristía y de la importancia de la vida cristiana».
El único Cáliz «intacto»
Igualmente, Jaime Sancho ha explicado que «nunca se podrá saber si este Cáliz estuvo en las manos de Jesús pero sí tiene todas las características para que fuera así y aunque ha habido otros presuntos Cálices de la Última Cena, todos han caído, y el de Valencia es el único que permanece críticamente intacto», según el canónigo, que lo ha calificado como «una pieza única, por eso el milagro del Santo Cáliz es que, de aquella época, es el único que ha sobrevivido, llevado de mano en mano».
Sobre el libro, Sancho ha señalado que en el Cáliz «se había estudiado lo que es la copa, la reliquia, pero no el conjunto –las asas, la base y el tallo– porque pensábamos que podía ser un añadido pero hemos descubierto todo el diseño que tiene y su mensaje».
Por último, Fina Doménech, de Turisme Comunitat Valenciana, ha informado sobre la inauguración, en el mes de junio, de una exposición itinerante sobre el Santo Cáliz que recorrerá todos los municipios que conforman la Ruta del Grial.