¿Qué tienen en común un excura, un nudista y un florista budista?
Gabriel Villamil.- Con más de 3.900 partidos políticos fichados por el Ministerio del Interior, puede pasar cualquier cosa. No todos se presentan en las elecciones, pero el soponcio está garantizado. Al menos cuando se echa un vistazo a las siglas minoritarias, que son la inmensa mayoría. Ya pueden respetar a rajatabla la Constitución, que luego la candidata se muestra en ‘top-less’ y más de uno pierde los papeles y las papeletas. Otros prefieren hacer campaña repartiendo abrazos, algo mucho menos agresivo. También los hay que defienden públicamente la amistad y el beneficio (el propio, se entiende) y muchos aplauden a rabiar.
Ninguno se atiene a los convencionalismos y se les olvida morderse la lengua. Para bien o para mal. Luego los españoles deciden. Con conocimiento, se entiende. Vean, si no, el caso del pueblo tarraconense de La Vilella Alta, que en estas elecciones se ha plantado con una abstención del 100% porque no conocían «a nadie en las listas, ni en la del PSOE ni en la del PP». Tremendo.
Aquí, por contra, les presentamos a diez políticos singulares que se han desgañitado para hacerse notar.
Antonio Rojas. Parado
«Tengo una ‘tasquita’ para mimar a los afiliados»
De haberle puesto empeño, igual termina resucitando a los muertos. ¡Vaya fenómeno dejaron escapar los Hermanos Fossores! Son religiosos que cuidan de los cementerios y, entre sus filas, tuvieron como novicio nada menos que a Antonio Rojas, vecino del barrio de Las Cuevas en Guadix (Granada). Un riojano que pone los ojos como platos a cualquiera. Para empezar, sepan que en su ‘tasquita’, «pegadita a mi casa», corre el vino y la alegría a partes iguales. Buena manera de hacer amigos, ganar dinero y mimar a los simpatizantes.
No tiene trabajo ni de barrendero municipal -«llegó el PP y me echaron a la calle»-, pero se empeña en mantener muy alto el pabellón del CDUR (Centro Democrático Unido Renovado). Un guiño a Adolfo Suárez, pero nada más. No se confundan. El bueno de Antonio es representante local y provincial de un partido con sede en Madrid que se compone de «personas humanas». Menos mal. Ahora bien, los proyectos que presentaba para Guadix no parecían de este mundo. Quería construir una plaza de toros, abrir una piscina cubierta y montar una universidad.
-¿Cuánta gente le ha apoyado como candidato a alcalde?
-Pues han sido 110 personas (el 1,04% ), un poquito menos que la otra vez, cuando llegamos a 139.
-¿ A qué achaca ese bajón?
-Lo típico. La gente se ha ido a lo fácil: el PP y el PSOE. La ley electoral está muy mal hecha y, además, yo creo que no hemos sabido transmitir el mensaje.
-¿Se presentará a las próximas elecciones?
-Mmm, igual dejo el lugar a una mujer. ¡Hay que apostar por la igualdad de género!
-¿Y qué le dice la familia?
-¡Todos son militantes! Mi hija, la mayor, tiene 27 años y es secretaria provincial del partido. Hay que comprometerse, que las cosas están muy mal.
Arturo García. Abogado y excura
«La búsqueda del placer es inherente al hombre»
Tiene dos despachos de abogados, uno en Oviedo y otro en Madrid. No le va nada mal. Tiene 38 años y se ha podido permitir el capricho de un Audi TT descapotable, «que costó 15.000 euros porque es de segunda mano». Todo es cuestión de organizarse y barajar todas las posibilidades. Con calma. Y mucho sentido del humor. Arturo García se ordenó cura a los 26 años y, a estas alturas, se considera de vuelta de todo. «Hay que desmitificar las cosas. ¡La concupiscencia es algo inherente al ser humano!». Y se aguanta la risa.
O sea, no dramaticemos: el apetito por los bienes y placeres terrenales resulta difícil de controlar. Así que más vale tener manga ancha. «No juzgues y no serás juzgado», insiste y esta vez con tono serio. Solo se vive una vez y Arturo no pierde el tiempo. ¡Le encanta la velocidad! Las motos, los coches y la vida.
Como candidato a la presidencia de Asturias, a la cabeza del Partido Democrático y Constitucional (PDYC), no soltó ni un solo sermón. Ya había colgado los hábitos -«de una vez y para siempre»- y miraba hacia adelante. Listo para la carrera política. Su experiencia en tres parroquias, su paso por el acuartelamiento de Cabo Noval y su labor en el Hospital Central de Asturias le habían calentado la cabeza lo justo y necesario para querer cambiar de aires. Entre feligreses, sargentos y cirujanos, vio la luz y descubrió que la sotana le quedaba corta. No dudó en liarse la manta a la cabeza.
Le pudo la fe en sí mismo. Ni se imaginaba que PDYC recibiría el apoyo de 1.040 electores (el 0,17%), frente a los 177.588 de Álvarez Cascos, que ha conseguido 16 escaños con FAC (Foro Asturias). A duras penas puede disimular su frustración: «Esto de Cascos es un ‘bluf’, una burbuja que reventará enseguida». Y pensar que Arturo soñaba con luchar «por los parados, discapacitados y personas mayores, sin más motivación que ayudar al prójimo». Cosas de la Providencia, no hay quien la entienda.
José Manuel Méndez. Político de muchos partidos
«La política hay que llevarla como una empresa»
Su trayectoria es un ‘carrousel’ de todos los colores: BNG, PP, PSOE, Plataforma de los Independientes de España (PIE) y, ahora, Independientes por Arroyo de la Encomienda (IPAE). Se llama José Manuel Méndez Freijo y alardea de tener «un montón de amigos». Lo mismo en Galicia que en Castilla y León. «Es lo mejor que te puede pasar», confiesa con la mano en el corazón. Parece sincero. Se metió a concejal con 21 años, en su localidad natal de Los Nogales (Lugo), y muy pronto descubrió sin necesidad de estudiar a Maquiavelo o Hobbes que «esto de la política hay que llevarlo como una empresa». Dicho con pocas palabras: eficacia y beneficio. Cueste lo que cueste.
Sus votantes le dan la razón con los ojos cerrados: acaba de ser elegido alcalde del municipio vallisoletano de Arroyo de la Encomienda. Por tercera vez y con una mayoría que supera el 58%. Les convence su capacidad resolutiva y su contundencia, de político que no se encomienda ni a Dios ni al diablo. Ejerce el poder sin pedir permiso -ni perdón- a nadie. Y así ocurre lo que ocurre: está imputado por el caso Arroyo (cohecho, prevaricación, tráfico de influencias y delito fiscal) que afecta a la recalificación de más de 25.000 metros cuadrados de suelo industrial. También le debe a Hacienda algo más de 836.000 euros.
Por no hablar del ‘regalo’ que hizo al pueblo de Los Nogales: un parque infantil público, con columpios, balancines y tobogán. Ya ven, cualquier cosa por los amigos.
Sole Sánchez. La candidata que exhibió sus pechos
«Ni izquierdas ni derechas, yo tengo delantera»
No se considera de derechas ni de izquierdas. «Lo mío es la delantera», suelta con desparpajo. Algo que saben de primera mano los residentes en Ciutadella (Menorca). No tenían más que ver el cartel del Partido Democrático ‘con dos grandes argumentos’, como se subrayaba en el eslogan. Sole Sánchez Mohamed salía desnuda de cintura para arriba y en ‘Interviú’ no tardaron en hacer sus cálculos. Aquello prometía.
«Me ofrecieron mucho dinero por enseñar el trasero, pero dije que no. ¡No estoy para enseñarlo! Le sobran varios kilos, no tiene nada que ver con lo que ellos suelen sacar», reflexiona Sole, una mujer de 38 años que solo quiere «defender los derechos de los trabajadores». No tiene más sueños. Comparte piso con un gato y no necesita más. «Lo adoro y es mi razón de vida. Mi familia y compañero». Eso es amor.
Ha llegado a un punto en que busca a toda costa el equilibrio. Dice que ahora está estudiando Filosofía por la UNED y se empeña en «liberar a la gente de las tinieblas, hay que sacarlos de las cavernas». Lleva varios años impartiendo clases en una academia -lo mismo de Historia del Arte que de Matemáticas- y tiene buena memoria. Todo se le queda grabado. Igual que los discursos de Julio Anguita, «el político que más respeto porque decía verdades como puños». Queda la duda de qué habrá pensado ‘El Califa’ al ver las fotos más rompedoras de una admiradora que ha conseguido 80 votos (el 0,69% ) en un consistorio dominado por el PP. Moraleja: no bastan dos buenas razones.
Rafael Gómez, ‘Sandokán’. Empresario
«No he ganado porque me han crucificado»
Igual que los Beatles, se compara con Jesucristo. No porque se considere muy famoso -que también- sino en calidad de «crucificado». De no ser por el linchamiento de los medios de comunicación, está convencido de que habría logrado «una mayoría aplastante». Eso es pisar fuerte. Muy propio de Rafael Gómez, alias ‘Sandokán’, un empresario cordobés imputado en el ‘caso Malaya’ -corrupción urbanística en Marbella- que ha conseguido cinco concejales en su ciudad, con un respaldo de 24.805 votos (el 15,23%).
Da igual que todavía no haya pagado al Ayuntamiento de Córdoba una multa de 24,6 millones de euros, por construir naves industriales sin licencia. Son cerca de 40.000 metros cuadrados, en las faldas de Sierra Morena, donde ‘Sandokán’ no esconde la cabeza ni busca refugio. Todo lo contrario. Allí mismo ha celebrado un resultado que lo consolida como segunda fuerza del consistorio, detrás del PP, que cuenta con 16 ediles. A ver la que monta ahora. No hay que olvidar que prometía levantar 5.000 viviendas y «una obra faraónica para crear entre 500 y 1.000 puestos de trabajo».
En Córdoba lo conocen muy bien y todavía colea su amistad con Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente y antigua alcaldesa. Una relación que acabó mal, pero ya nadie le quita lo bailado. Los contactos y la compra de voluntades -le encanta que le devuelvan los favores- han aupado a este cabrero inconformista. Así empezó, entre riscos y con un cayado, orgulloso de «no haber leído ni un solo libro porque una de dos, o me lo ha enseñado ya la vida o es mentira». El taller de joyería y las empresas de construcción no han sido más que peldaños en una trayectoria que da vértigo. De momento, ‘Sandokán’ se las arregla para caer de pie y continuar subiendo hasta… quién sabe dónde.
Luis Pérez Garde. Nudista
«Ir desnudo es lo más higiénico, te aireas»
No le verán bailando al ritmo del ‘waka-waka’. Le da alergia todo lo que huela a comercial. Incluida Shakira. Es un hombre de principios puros y sencillos, como los de un recién nacido. ¡Fuera convenciones! Luis Pérez Garde es un navarro asentado en Almería que reivindica los cueros vivos como portavoz del colectivo INUNA (Integración del Nudismo y el Naturalismo). Y no se limita a patalear: se ha aliado con Los Verdes para despojar a todo el mundo «de tantísima hipocresía y doble moral».
Algo que llevará su tiempo porque en el pueblo de Vera solo han votado 109 personas (el 2,05%) a la coalición INUNA-Los Verdes. Aun así, no piensa tirar la toalla. Ya cuando vivía en Pamplona, allá por 2005, era lo único que llevaba a la piscina. La toalla, se entiende. Se hizo famoso por salir de casa desnudo. «En aquellas ocasiones solía llamar a los medios de comunicación, sobre todo para que me arroparan…», recuerda con aire evocador. Se empeñaba en romper tabúes pero, a ser posible, sin que le partieran la cara. Hombre cabal.
Ahora reside en la urbanización Vera Natura, donde llegó un verano a trabajar como socorrista. «En la actualidad estoy en el servicio de mantenimiento y vendo productos naturales en un ‘eco-quiosco’. Los vecinos vamos sin ropa y muy bien. Es lo más higiénico, así te aireas entero». A ver quién le lleva la contraria.
Jorge Manso de Zúñiga. Noble
«De los 14 que votan, 12 son de mi familia»
Torremontalbo suena a cuento de Ana María Matute. Algún lugar con castillo, fincas y bodega. Pero no se lo pierdan: el municipio existe. No hay más que coger la N-232, entre Logroño y Haro, para encontrarlo. Tiene ocho kilómetros cuadrados que se extienden hasta orillas del Najerilla, donde abundan las choperas y se respira paz. Normal. Apenas viven de continuo ocho personas y su alcalde reside en Madrid y trabaja en Toledo. Muy lejos para tirarse los trastos a la cabeza.
Jorge Manso de Zúñiga lleva en el cargo diez años y nadie tiene queja. Su partido -Candidatura Independiente de Torremontalbo (CIT)- siempre obtiene todos los votos. De cuento. El pueblo tiene 14 electores y 12 pertenecen a su familia, «aunque algunos son parientes lejanos, de cuarto grado…», detalla el primer edil, hermano para más señas del conde de Hervías. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
«¿Por qué no tenemos competencia política? Será que no hay interés por gobernar en Torremontalbo. Aunque a veces concurren otras siglas, más que nada para cuadrar las estadísticas… Ahora, por ejemplo, han participado el PSOE y el Partido Riojano. No han recibido ningún voto». Jorge ha revalidado su puesto gracias a ocho votos, pero -oh, misterio- se ha topado con cuatro en blanco. Ganas de incordiar.
En todas partes cuecen habas. Por lo demás, no hay roces. Las cosas se resuelven con mucho arte y finura, sobre todo con un regidor que ha dirigido la restauración de los lienzos de la ermita Virgen de La Estrella, de Toledo. Los nobles como Jorge Manso de Zúñiga no se limitan a pasear por el castillo y poner orden en sus dominios, ya sean en la canalizaciones o servicios mancomunados. También trabajan.
Marisol Ayala. Vecina de Chiclana
«Ya verán, seremos ‘llave’ de las decisiones»
Llegó del pueblecito burgalés de Villambistia y se enamoró perdidamente de Cádiz. «Chiclana de la Frontera es un paraíso. Tenemos una playa de 6 kilómetros y un montón de chalés. Mira, aquí tenemos arbolitos, cabras, vacas, gallinas…», enumera Marisol Ayala, cabeza de lista del Partido Vecinal Regionalista (PVRE). Habla por los codos a pesar de la ronquera que arrastra de la campaña. Se presentaron a las elecciones municipales para defender los intereses de los dueños de más de 40.000 viviendas irregulares -ella incluida- y han conseguido dos concejales. Ni el PP ni el PSOE dan crédito.
Son la ‘llave’ a la hora de tomar las decisiones. «Se van a enterar. Vamos a poner en primer lugar el interés general, tanto en temas de medio ambiente como urbanismo. ¡Y en todo lo demás!». Marisol no se achanta y tiene la ventaja de convivir con el ‘cerebro’ del partido. A su marido, Miguel Pérez, la veteranía le impide tomarse las cosas a la ligera. Tiene 75 años, fue secretario general del PSOE en Santander y llegó a tener una empresa de telefonía por satélite en Madrid. «Estaba desencantado de la política pero, mira, ahora está entusiasmado», advierte Marisol con alegría. Esto no ha hecho más que empezar.
Jorge Gabriel García. Estudiante
«Me matricularé en Ciencias Políticas»
Es hijo de ganadero y modista. Con madera de líder. Bebe los vientos por su paisano Arturo Pérez Reverte y solo se despeina cuando juega al fútbol. Alto, veloz, con buenas piernas y pelo corto. Buen compañero y tipo serio. De los que saca brillo a los zapatos cada noche. Tiene 19 años y algún día será presidente del Gobierno. Está convencido de que los hombres de bien -«sobre todo cuando tienen sangre española»- deben dejarse la piel en su misión. Que siempre es algo grande, digno de ovaciones y vítores.
Eso sí, paso a paso. José Gabriel García se conforma por ahora con dos concejales en su pueblo. «Fui uno de los candidatos más jóvenes de España pero, oiga, los vecinos me respetan», asegura con tono solemne y aguerrido. No hay en la huerta murciana -entre Las Torres de Cotillas y Lorquí- un chaval con más espíritu conquistador. No tiene tiempo para novias, le basta con intentar seducir en la arena política.
Ha fundado un partido, Unidad por Alguazas (UXA), y se ha convertido en la tercera fuerza al obtener 825 votos (el 18,82%). Y seguro que lo vive como el capitán Alatriste, a juzgar por la opinión que le merecen sus rivales: el PP ha revalidado su mayoría absoluta con José Antonio Fernández Lladó -«un corrupto que lleva ocho años como alcalde»- y el PSOE presentó «un candidato sin preparación». Ni el espadachín de Reverte daría tantos mandobles y cintarazos. ¡Zas y zas!
Más de 500 personas llegaron a jalearlo cuando prometía «bajar los impuestos y mejorar los servicios sociales». Y ahora, afianzado en sus propósitos, quiere estudiar Ciencias Políticas para no defraudar. «Me conviene. ¡Así estaré mejor preparado!».
Fernando Orozco. Florista
«Me hice budista y volví a votar»
De joven jugaba al rugby y desde hace tres años practica el budismo. Una religión sin Dios que propugna la felicidad de todo bicho viviente. De ahí a afiliarse al partido Por un Mundo Más Justo (PUM+J) no había más que un paso. Fundado por un ingeniero de Caminos en 2004, defiende un modelo socioeconómico más equitativo. Es algo así como el brazo pragmático de las ONG.
¿Qué más se puede pedir? El vitoriano Fernando Orozco dijo ‘amén’ y se puso manos a la obra. No votaba desde la entrada en la OTAN pero, de golpe y porrazo, se le despertó la vocación política. Un giro radical que ha encajado estupendamente. El rugby y la profesión de florista le han aguzado el olfato. Se le da bien anticiparse y captar los nuevos vientos. Nunca se descalabra.
«Me he presentado a las Juntas Generales de Álava y he recibido 1.929 votos. ¡No vea lo satisfecho y agradecido que me siento! Para mí es una responsabilidad tremenda. Me reafirma en este camino… De verdad, creo que no hay otro», confiesa con un fervor contagioso. Tiene dos hijos, de 10 y 16 años, y por ellos ha salido a la calle, a repartir abrazos y gritar a los cuatro vientos. No les daba el presupuesto de la campaña -«poco más de 50 euros»- para comprar un megáfono, pero su vozarrón era más que suficiente.
Mil veces habrá repetido su eslogan favorito: ‘Acabar con la pobreza es una decisión política’. Más de ocho millones de españoles se encuentran en riesgo de exclusión social y la cifra no para de subir. Un panorama que indigna a Fernando. Está claro que se niega a quedarse sentado en posición de loto.
Este articulo da la razon a la Biblia: “Es infinito el numero de los necios”.