La política de Podemos no es crear riqueza, es politizar el dolor
Carlos Herrera.- En este ambiente, lejos de buscar el entendimiento, el acuerdo con agentes económicos, comunidades autónomas, partidos de la oposición… el Gobierno ha actuado unilateralmente, no ha atendido a la centralidad apostando por la radicalidad, por una intervención de la economía donde han salido todos los resabios bolivarianos de Podemos: prohibir despidos, decretar la paralización de la economía, extender las sospechas sobre los empresarios, amenazar con expropiaciones que lo hizo ayer en un tuit Pablo Iglesias, es decir, prejuicios del comunismo más rancio aderezados con una absoluta chapuza administrativa como ha sido la gestión del último decreto de paralización de la actividad económica.
Hay mucha gente por ahí sensata que reclama un Gobierno de unidad nacional para hacer frente a la crisis pero con este sectario de Sánchez en la presidencia del Gobierno divisivo más divisivo que nunca, eso es literalmente imposible. Es tan divisivo que, además, hasta las crónicas hablan de la rotura abierta del Gobierno en dos frentes. Ejecutivo dividido, desbordado, que adopta medidas graves y no habla con nadie y sin embargo pide unidad olvidando que la lealtad que reclama es un camino de doble dirección, la lealtad va en dos sentidos, lo que pasa que Sánchez, bueno, confía en que todos los palmeros mediáticos, todos los pesebres bonitos que tiene instalados en parte de la prensa pues se lancen contra cualquiera que ose discrepar, criticar negar el apoyo incondicional al Gobierno, etc. Le caerá el sambenito de la falta de lealtad, de sentido de Estado, bueno, y ese trabajo se lo van a hacer gratis, bueno algo se llevarán, los pesebres se llevan algo siempre.
Fíjense ustedes, no hay más que comparar las exigencias que algunos le hacían a Rajoy por la crisis del ébola donde se acabó con la vida de un perro porque dos misioneros venían infectados desde el centro de África y las cosas que dijeron, pues hay que comprar aquello con el catálogo de excusas y comprensión que han desplegado ahora con el gobierno de Sánchez, los mismos los mismos pesebreros, la factoría de manipulaciones de Moncloa que es ese gobierno que se entrevista a sí mismo. Hoy escribe Félix Madero en una columna magnífica en ‘Voz populi’, sigue echando humo cada vez que alguien debe comparecer, el guion es el mismo: no somos responsables, hacemos lo que podemos, hacemos lo que dicen los expertos, entre la salud y la economía la salud es lo primero… Si todos estamos de acuerdo en eso, por eso hemos creado un sistema de bienestar social con salud universal y garantizada pero hay que recordar que para mantener ese sistema hace falta la economía, que el dinero público es público porque antes ha sido privado, es decir, ha sido generado por quienes generan el dinero y la riqueza que son empresas y trabajadores no la administración que no generan nada, y la sospecha que tenemos es que las decisiones que está tomando el gobierno está matando la economía sin ofrecernos ni un elemento para confiar en la eficacia, para cuidar la salud ni para para reconstruir una economía que habrá que retomar dentro de poco.
Esta a los de Podemos, por ejemplo, no les importa nada porque ellos nacieron, crecieron agitando el descontento por la crisis económica del 2008, y su política no es crear riqueza, su política -ya lo dijo Pablo Iglesias- es politizar el dolor. Y los últimos decretos del Gobierno así lo demuestran, es utilizar el dolor. Y la urgencia terrible de esta pandemia para llevar a cabo una agenda rupturista, radical y Sánchez pretende pedir apoyo y colaboración para eso. No, no, no….perdona pero no.
SI PERO ELLOS COBRANDO .Sí fuese sin ese suculento sueldo que les regalamos entonces sí tendrían ese dolor, mientras cobren se lo pasan por el arco del triunfo
Además de desenterrar a Franco y tener el presupuesto de gasto mas alto para el gabinete de ministros. ¿ Que han hecho ?.
Politizar el dolor y crear riqueza para el dictador y sus lameculos, emprobreciendo y anulando socialmente y moralmente a la gran masa de ciudadanos.
no tiene nombre