Mientras los votos valgan lo mismo no saldremos del abismo
¡Más claro el agua! La diferencia entre los votantes socialistas y los populares es estrictamente abismal… Otra cosa es qué se pueda decir. Me voy a explicar por decencia, que no por antagonismo. Me voy a explicar inflexible, neutro de toda asunción partidista, pues ni he votado, ni pido voto para nadie mientras no se cambie el actual sistema, el cual avala la dictadura para unos pocos en detrimento de la democracia extraída del sudor y sangre de todos.
Siguiendo con el tema: Verdad es que nada parece más democrático que todos los votos, sean de quienes sean, valgan lo mismo. Sin embargo, existe en muchos casos una abismal diferencia conceptual que merece, ateniéndonos a la lógica, plantearse la siguiente disyuntiva… Sabido es que hay votos que asesinan. Votos gratis. Votos fervorosos. Votos mediáticos. Votos ignorantes, etc. En definitiva, varios y variados intereses, inopias, controversias y demás particularidades personales tratados con idéntica dignidad contable, cuando en realidad hay votos que por indignos más que votos son auténticas lacras.
Veamos algún ejemplo; el voto de los familiares de las víctimas cuenta con la misma dignidad que el de los asesinos de sus familiares. El voto de los parias sociales, igual que el voto de los esforzados estudiantes. El voto del los extremistas nacionalistas, de los traidores, igual que el de los más honrados patriotas. El voto de un analfabeto igual que el de un ilustrado, el voto de un okupa igual que el voto de aquellos que se encuentran con las cerraduras de sus casas cambiadas y de patitas en la calle, etc.
En definitiva, la dignidad del voto una vez dentro de la urna es idéntica entre indecentes y decentes, entre inmorales y ejemplares, entre insensatos y sensatos, entre canallas y virtuosos, entre separatistas e integracionistas, víctimas o verdugos.
Todo este compendio de intereses, virtudes y lacras son objeto de “idéntica” democracia mediante inventados criterios humanos, dignos por otra parte, de execrable ilegalidades, si nos atenemos a la lógica universal, única verdad exenta de interés personal alguno.
La neutra lógica, o lógica universal, no deja lugar a dudas. Los dictámenes sociales, es decir los votos, únicamente pueden ser objeto de “idéntico valor” si lo votado obedece a “idéntico dolor”.
Los partidos políticos, al fin y a la postre receptores de todas estas morrallas sociales, han ido cambiando sus estrategias adaptándolas a sus intereses, ya que lo verdaderamente importante es el voto, da igual de quien venga, esté o no manchado de sangre, odio o fanatismo. Ahora bien, existe una notable diferencia entre los votantes de unos y otros ideales políticos.
Ya que mientras la derecha, únicamente ha cambiado las formas manteniendo el fondo- el fondo del socialismo hace años que dejó de existir- la izquierda carece por entero de fondo, es decir, de contenido político alguno que ofrecer a la sociedad sensata.
La representación del socialismo, del antaño proletariado, actualmente recae en los mayores capitalistas. Sabido es que las mayores fortunas se encuentran en manos de los que dicen ser socialistas. En socialismos actual,desprovisto de espacio social sensato y hartos de capital, únicamente pueden sobrevivir mediante las caducas consignas de la derecha- de ahí su lema más coreado “que viene la derecha”- cuando en realidad la derecha hace décadas que dejó de ser, al menos en España, “el lobo feroz de tiempos pasados.” Desde su nacimiento ha ido ganando cuotas de poder mediante la “demonización” de la derecha. Largo Caballero fue uno de los mayores agitadores. Su visceral odio hacia la derecha de antaño fue determinante para que se produjera el alzamiento nacional y posterior guerra civil.
Es obvio, conocido y conocible que la política de la derecha actual no tiene absolutamente nada que ver con aquella derecha. Sin embargo, mediante el Zapatero de las largas cejas y la inestimable ayuda del siniestro Rubalcaba, los socialistas aplicaron la misma medicina ,utilizada décadas atrás por Largo Caballero, para lograr el poder en las elecciones del 2004. El fatídico 11M le vino como llovido del cielo… Y es que a pesar se su suprema mediocridad, los actuales líderes socialistas saben de la caducidad de sus ideales.
Saben que para sobrevivir precisan convencer a sus huestes-las cuales se nutren, bajo excepciones, de reaccionarios, de incultos, de ricos con denominación de pobres, además de los menos laboriosos, gandules, y obstinados- del inexistente “ruido de los sables de los ya muertos franquistas… No se puede entender de otra manera que en las últimas elecciones el socialismo haya obtenido seis millones de votos si no es mediante lo ya explicado. ..
No existen otros argumentos posibles para que estos votantes depositen su confianza en un partido carente de contenidos sociales que dedica toda su política a premiar las desidias de la parasitaria juventud sin oficio ni beneficio proporcionándola un basurero legal donde echar sus nefríticos cólicos vaginales, entre otras cosas. Que propaga el enfrentamiento contra quienes defienden la concordia. Que negocia con los traidores separatistas la patria de todos. Que prima con subvenciones en vez de generar trabajo. Que incita al pillaje del sudor de los demás en vez del ahorro propio. Que ha dilapidado caprichosamente en una legislatura las arcas públicas beneficiando, sobremanera, a la vez que comprando, a los más afines, entre otros, a determinados grupos elitistas, asociaciones pornográficas, academias productoras de basuras guturales a las cuales denominan cultura, amén de un sinfín de deplorables cambalaches hartos macabros con la sangre de las inocentes víctimas del terrorismo. Sin olvidarnos de las arbitrarias interpretaciones jurídicas mediante soeces argumentos con las cuales beneficiar a los asesinos del inocente pueblo español. En definitiva, una política propia de patanas y patanes deslenguados, cuyo único fin es provocar la confrontación entre honestidades e indecencia, entre juiciosos e irresponsables, entre élites y pueblo, entre asesinos y víctimas.
Resumiendo, el socialismo actualmente se alimenta de los indolentes, sabedores de que únicamente pueden sobrevivir de las “alcantarillas” de la sociedad. No hace falta decir que para llevar adelante esta degradante política hace falta unos políticos igual de degradantes, traidores, elitistas y analfabetos. En definitiva, miembros y mienbras como el agitador Zapatero. El traidor Rubalcaba. La elitista Chacón. El analfabeto Pepiño. La indolente Pajín. La feminista radical Aído .El cuatrero Chaves y demás escoria política que por desgracia nos gobiernan.
¡Más claro el agua! La diferencia entre los votantes socialistas y los populares es estrictamente abismal…Otra cosa es que se pueda decir. Yo lo digo. Es más, también digo que el socialismo actual es un cadáver que precisa regenerar por completo su rancia política o morirá para siempre. Amén.
No se salva nadie Mago,, pero lo cierto es que unos más que otros.Lógica amigo. miré usted el estrato social del cual se mantiene el socialismo actual. Es facíl ver cuando la vista se dirige hacia la neutralidad..De qué se nutre el nacionalismo vasco… de qué se nutre Bildu-ETA- es facíl identicamente de facíl que saber de que se nutre el socialismo.
Saludos y suerte
José Luis P:R
Esto no es una barbaridad…Es una verdadera aberración partidista… Solo se salvan los votantes del PP, como si no hubiera entre ellos, ladrones, vagos, analfabetos, juristas corruptos, recibidores de regalos, regaladores de licencias, amigos de…
En fin, que me imagino que usted debe vivir en los mundos de yupi, y me alegraría que siguiera usted ahí por mucho tiempo, tanto como la vida le respete…
Brillante artículo. Impecable análisis. Felicidades.
Alfredo Llaquet los votos valen lo mismo.. eso es la demencial democracia del denominado ser humano.. No se trata de decidir que voto es más digno, se trata de votar idéntico y común objetivo: la convivencia entre seres humanos.
Su artículo me parece, para decirlo tan claro como el agua, una verdadera barbaridad. Si los votos no han de valer lo mismo, ¿quién ha de decidir cuáles valen más? ¿Usted? ¿Un comité de sabios? Por más que a usted le duela, lo más parecido a un ser humano es cualquier otro ser humano, así que la mejor aproximación a esa etérea “lógica universal” que usted esgrime como si no fuera una entelequia es que todos los votos valgan lo mismo. Espero, al menos, que usted tenga la decencia de no andar diciendo por ahí que es un demócrata.
Muchísimas gracias y haber cuándo ¿el pueblo soberano? toma cartas en el asunto y los politiquillos nos dejan de mentir tanto, sobre todo los socialistas y la izqueirda en general, sobre el valor de las cosas, y procuren que el pueblo está más instruido, para que así caigan los poderes en manos de corruptos, chorizos, etc, etc.
Me gusta la idea y quien votaria al psoe.
Estoy de acuerdo con su analisi y me parece con mucho sentido comun todo lo que dice. Creo que todos los ciudadanos debemos partir con igualdad de oportunidades y derechos. El voto en democracia es un derecho pero creo que tambien tiene que estar sujeto a unas obligaciones y no pude valer igual el voto de un ciudadano ejemplar que el de un ciudadano destructivo, no puede valer igual el voto de un intelectual que el voto de un vago. El voto deberia de corregirse y puntual en un carnet, como el permiso de conducir.