El aviso de Pérez-Reverte sobre los verdaderos responsables de las mentiras del Gobierno
El novelista Arturo Pérez-Reverte ha querido trasladar un mensaje en redes sociales respecto a las supuestas mentiras que vierte el Gobierno durante esta crisis sanitaria. En una jornada en la que ya se permite en muchas autonomías la salida para acudir a las terrazas, con el pase a la fase 1, entra en juego un nuevo debate respecto a si el Gobierno está realizando bien su labor.
Te recordamos que en esa fase 1 puedes ver ya a tus seres queridos, se permiten reuniones de hasta 10 personas manteniendo siempre la distancia de seguridad y se puede ir a una terraza a tomar algo. Gran parte del país entra en una etapa que relaja las medidas de contención del coronavirus. No obstante, la fase 1 ya se activaba el pasado lunes en cuatro islas de Baleares y Canarias y hoy ya se extiende a otras zonas como Aragón, Extremadura y Murcia.
Esta fase permite mayor contacto con los allegados y una actividad comercial más intensa.
Llegados a este punto, el escritor Arturo Pérez Reverte ha querido lanzar una reflexión sobre quiénes son los verdaderos partícipes de las mentiras que traslada el Gobierno en todo este contexto. Estas son las palabras que trasladaba a través de twitter: “El problema no es que alguien con poder sobre vidas y economías mienta. Todos lo hacen, tarde o temprano. El problema, grave, es cuando a demasiada gente no le importa en absoluto que les mientan”. Pérez Reverte, a través de esta reflexión que ya acumula más de 8.000 retweets y 17.000 ‘likes’.
Con estas palabras, el novelista deja entrever que la sociedad española es general es la responsable de las mentiras del Gobierno al volverse “cómplices” quitándole importancia o valor a errores tan garrafales como por ejemplo la incongruencia de los datos respecto a los positivos por coronavirus. Otro ejemplo sería la polémica surgida con la compra de tests defectuosos por parte del Gobierno y la crítica desde la Embajada de España en China.
La respuesta de los usuarios a la reflexión de Pérez Reverte
Sobre esta reflexión muchos usuarios han querido compartir su propia opinión al respecto. Uno de los tuiteros indicaba lo siguiente: “Creo que es aún más retorcido. Si los que mienten son “los míos” entonces no me importa. Si los que mienten son “los otros”, menudos sinvergüenzas. Ese es el verdadero drama de este país. El sesgo político provoca ceguera colectiva y selectiva”, indicaba en respuesta a las declaraciones de Pérez Reverte.
Otro usuario, además, quiso ir más allá: “Yo diría que es peor cuando no sólo no les importa, sino cuando la mentira es la herramienta a utilizar para reafirmar la propia postura tomada a priori. Esa suele ser una de las diferencias entre las “mentiras hegemónicas” de todas las épocas y la “posverdad” de nuestro tiempo”, señalaba.
Vivimos en el reino de la gran mentira, cimentada en miles de mentiras, en crímenes contra la humanidad y en atracos a la soberanía nacional de las que APR nunca dijo ni mu: Por ejemplo: atentado de la CIA al almirante Carrero Blanco, el régimen masónico de la Constitución del 6 del mes 6+6 (ver crímenes del Expediente Royuela), la financiación de eta, los 300 asesinatos de eta sin resolver, el caso Alcasser, el dossier Pandora, 11-S, 11-M, la inmigración ilegal masiva y el reemplazo étnico, la venta de oro a precio de saldo por el ministro Solbes, los programas… Leer más »
Si hay mentirosos , tambén hay gente veraz. es imposible de todo punto que alguien pueda ser mentiroso y veraz al mismo tiempo sobre la misma cosa. Si alguien es veraz, da igual que sea mentiroso para el vulgo estupidizado. Es falso, señor reverte, que todos sean mentirosos. Si todas las brujas son falsas, entonces nisiquiera hay brujas falsas, porque las falsas lo son porque hay verdaderas, y si hay gentuza,también hay gente decente. No se puede excluir una parte sin automaticamente eliminar la otra. Una cosa es ser escritor y periodista, pero no es usted filósofo.
En este mundo sometido a la tiranía del relativismo moral, está de más decir que la mentira es el resultado inevitable que con gran prtoliferación aparece en el caldo de cultivo que representa esta posmodernidad que nos aflige.
Inaceptable esta deslealtad con la verdad por la que pierde su honor el que miente, pero ¿a cuántos les importa su honor hoy en día?