Miedo, el salvavidas de muchos en tiempo de coronavirus
A ojos de los expertos el peligro ha terminado, motivo por el cual España se halla inmerso en lo que el gobierno ha venido ha llamar nueva normalidad. Una nueva normalidad que la mayoría esperaban ansiosamente y que no exime de unas determinadas precauciones para evitar nuevos contagios y con ello rebrotes que se han ido sucediendo de norte a sur y de este a oeste del territorio nacional.
El elevado número de multas impuestas por los cuerpos y fuerzas de seguridad durante el obligado confinamiento puso de manifiesto que existe un elevado número de habitantes a los que poco o nada importaba su salud y la de sus allegados, y que mostraban cero respeto por el resto de población que acataba las normas estoicamente, saliendo de sus hogares únicamente en los casos permitidos.
Sin embargo, esto es todo un clásico, pues con estado de alarma o sin él, siempre hay quien cree que las normas están para saltárselas.
En cualquier caso, lo cierto es que una aplastante mayoría decidieron respetar las normas de confinamiento, motivo por el cual los contagios fueron disminuyendo a lo ancho de todo el país, y gracias a ello llegó la nueva normalidad.
Pero en plena nueva normalidad todavía siguen siendo muchos los que se muestran reticentes a acudir a hospitales y clínicas, así como a otros lugares frecuentados por un elevado número de personas, por miedo a contagiarse de un virus que está causando estragos a lo ancho del planeta.
Y si acudir a una consulta médica es todo un reto para los más miedosos, tener que saltar de una clínica a otra para solventar distintas patologías es sin duda una de sus peores pesadillas, por eso, y tal y como indican desde la Clínica Esther Barroso, “las clínicas que aúnan servicios, como la nuestra, han experimentado un auge de pacientes. Y es que, son muchos los que prefieren exponerse y exponer a los suyos lo mínimo posible. De esta manera, y con una única visita, se pueden solventar problemas de medicina general, pediátricos u odontológicos, reduciendo el riesgo a la mínima expresión”.
Y es que, pese a la innumerable cantidad de imágenes que los medios han mostrado de fiestas, botellones y, en definitiva, reuniones sociales que eran celebradas sin ningún tipo medidas de protección para evitar contagios, tanto durante como después del confinamiento, lo cierto es que el groso de la población siente miedo ante el contagio y también ante la posibilidad de que la situación vivida se repita.