Alemania acusa, España paga
El sector hortícola español ya acumula pérdidas estimadas hace unos días de más de 300 millones de euros, y de forma vergonzosa y humillantes, la UE ha propuesto resarcir a nuestros agricultores dando una limosna de de 150 millones de euros, no solo para España, si no para todos los países afectados por lo que conocemos como la “crisis de la bacteria E.Coli”.
Alemania acusa y, España paga los platos rotos de una política desastrosa del ministerio español de agricultura, pesca y otras sandeces. Hamburgo carga el muerto a España, de que nuestras hortalizas son las culpables de la muerte de una decena de alemanes, debiendo éstos de echar marchas atrás, sin saberse al día de hoy de donde salió la bacteria y cual es su origen.
Alemania acusa, saltándose todos los protocolos comunitarios, con su dedo acusador de una gravísima alerta sanitaria en España, y los miembros de la U.E. al unísono, cierran sus mercados a los productos hortícolas españoles.
Alemania acusa. Y nadie de la U.E., excepto España, claro está, ha reprochado el incalculable daño que ha hecho a nuestra horticultura la conjura de éstos nuevos necios
La impunidad con que se mueve Alemania frente al resto de los países miembros de la U.E., está provocando el desmoronamiento de lo que fue en su génesis la constitución europea. La U.E. ya no es la unión de facto de todos los productos, servicios, ciudadanía, y mucho menos la de Europa de las patrias. En Europa se trata con distinto rasero a cada país, según los dirigentes que haya y su fuerza interna.
Alemania, por ejemplo, también apoya la reforma del Tratado Schengen, y su ministro de Interior ve con buenos ojos la propuesta italo-francesa para restringir la circulación en las fronteras internas de la U.E. en contra del resto de los eurodiputados de la U.E.; es decir, que hasta que los alemanes no dan su bendición particular, italo-franceses están atados de manos para aplicar medidas anti-inmigracionistas una vez asaltadas sus fronteras últimamente por miles de norteafricanos famélicos. Ni que decir tiene que las propuestas hechas por el líder de los Verdaderos Finlandeses, Timo Soini, que hizo de las políticas de inmigración un asunto clave de su campaña electoral donde multiplico por seis sus escaños, y convirtiéndose en pilar del gobierno finlandés, automáticamente fue acusado por alemanes de xenófobo y otras hierbas. Ese es el doble rasero de medir que tiene el gobierno alemán.
Alemania, con su dedo acusador y malintencionado ha quitado a cientos de agricultores españoles la ilusión, su trabajo y su dinero. Alemania sigue dando palos de ciego sin que la comisión Europea depure responsabilidad alguna y a nuestros agricultores sobre todo el poniente granadino y almeriense, reciban sus indemnizaciones justas de más de 300 millones de euros. Alemania acusa y España paga.