Biden celebra el apoyo de uno de los políticos más odiados y corruptos de Estados Unidos
Mientras se acentúa su caída en las encuestas, el candidato demócrata Joe Biden continúa decepcionando a su base de votantes, y su campaña cada vez se muestra más débil.
Esta vez, mediante un e-mail a sus seguidores, el candidato celebró el apoyo del ex-gobernador del Estado de Michigan, el republicano anti-Trump Rick Snyder, quien escribió una nota en el periódico local Detroit Free Press manifestando su apoyo a la candidatura del ex-vicepresidente y señalándolo como “el hombre correcto” para “unir a la nación”.
Pero ni Biden ni su campaña se percataron de que Snyder es uno de los políticos que ostenta los índices más bajos de popularidad en el país, y particularmente en el Estado de Michigan, ya que se lo señala como el responsable directo de la “Crisis del Agua” en la ciudad de Flint.
Desde el año 2014, debido a la corrupción y la negligencia de los gobernantes de ese Estado, Flint se vio inmersa en una de las peores crisis sanitarias de la historia del país. El agua de Flint se encontraba altamente contaminada con plomo y otros metales pesados, bacterias, y otros componentes tóxicos que causaron que los residentes de Flint se vieran afectados por todo tipo de enfermedades.
Se estima que entre los años 2014 y 2015, 115 residentes de Flint fallecieron por una bacteria que se encontraba en el agua de la pequeña ciudad.
Snyder, quien por ese entonces se desempeñaba como Gobernador de Michigan, desoyó las recomendaciones de los expertos e ignoró la crisis que ocurría. Solo en 2016, cuando el Congreso lo citó para testificar, Snyder reconoció los verdaderos efectos de la crisis.
En abril de 2020, la revista VICE publicó un artículo que describe los manejos que desembocaron en la crisis y como los políticos de la ciudad y del Estado intentaron ocultar la creciente crisis que se vivía en Flint.
La crisis de Flint obtuvo repercusión nacional, lo que llevó al entonces presidente demócrata Barack Obama a visitar la ciudad y conversar con los residentes en plena crisis.
En uno de los actos mas canallescos de un político en la historia reciente, Obama no solo no escuchó a los ciudadanos de Flint sino que se burló de ellos. En un momento de su discurso, el entonces presidente pidió un vaso y bebió el agua de la ciudad, afirmando que el agua se encontraba en perfecto estado y era segura de tomar.
Los residentes de Flint, una ciudad de aproximadamente 100.000 habitantes y con mayoría de población afroamericana, no podían creer lo ocurrido, tal como lo plasmó el documentalista de extrema izquierda Michael Moore en uno de sus filmes.
Los ciudadanos de Flint no olvidaron este acto cuando acudieron a las urnas en la elección presidencial de 2016. Si bien el Partido Demócrata venció en dicha ciudad, la candidata Hillary Clinton obtuvo solo el 52% de los votos, 11,5% menos que el resultado de Obama en 2012.
Flint, considerada como un bastión demócrata gracias a su población predominantemente afroamericana, le dio al republicano Donald Trump un histórico 42% de los votos en esa ciudad, marcando el camino para que el actual presidente ganara el Estado de Michigan, central en su victoria en el Colegio Electoral.
Sin lugar a dudas, que Biden celebre el apoyo de uno de los políticos más odiados de Michigan, acusado de corrupción y de ser el principal culpable de una crisis sanitaria que casó decenas de muertos, es una pésima señal para su campaña de cara a la elección de noviembre, y una clara muestra de su desesperación por atraer votos del centro.