Ronda estrechó con lazo fuerte a Enrique de Vivero en el acto más emotivo y concurrido de las primarias de Vox en Málaga
AR.- Sin duda el acto más emotivo de la campaña de primarias de Enrique de Vivero, candidato a la presidencia de Vox en Málaga. Fue en el imponente Parador de Turismo de la ciudad de Ronda, cuna del toreo a pie y uno de los viveros de La Legión al albergar el IV Tercio Alejandro Farnesio. En una ciudad taurina y legionaria a partes iguales no podía fallar Enrique de Vivero, que ayer presentó sus credenciales para salir por la puerta grande del proceso de primarias.
Decenas de personas se congregaron en el parador de Ronda, a escasos metros de su legendaria plaza de toros. Fue como una reconsagración del viejo espíritu español, fiel hasta el tuétano, antes de que las modas progres lo adulteraran todo. La Legión transformó ayer a Enrique de Vivero en un discurso en el que dio rienda suelta a los recuerdos y al dictado de su pasado legionario repleto de reconocimientos dentro y fuera de España.
Estamos en Ronda y percibimos lo evidente. Pasan los años, se envilece todo, y La Legión nos sigue mudando de barrio durante unas horas. Si quisiéramos aprender de ellos, de los que por ser legionarios de raza no dejarán nunca de ser personas cabales y españoles decentes, su ejemplo serviría para reorientar nuestras pobres vidas, en muchos casos egoístas y vacías, hacia fórmulas morales que pudieran resumirse en el elogio de la lealtad y el compañerismo como linimentos para la musculatura social española. También nos podrían proyectar su luz sobre los adecuados lugares, en ellos comunes, a los que sería aconsejable enviar a muchos de nuestros jóvenes, o sobre la conveniencia de hacer del compañerismo y la recta disciplina una saludable forma de vida. Todo ello es tanto más de agradecer teniendo en cuenta que por primera vez un ex alto mando del Ejército puede imprimir esos valores morales a una formación política.
El salón que acogió el acto estaba completamente abarrotado. Hubo mucha gente que tuvo que quedarse fuera. Aguardaron estoicamente a que saliera Enrique de Vivero para expresarle su apoyo. Algunos viejos legionarios cuentan historias y anécdotas vividas con el hoy candidato de Vox. Parecen arrebatarse como si le volviese al cuerpo maltrecho aquella gloriosa juventud legionaria en el Sahara, mientras el tenaz estribillo suena más fuerte que nunca por las calles de Ronda: «La estreché con lazo fuerte y su amor fue mi bandera».
Mientras, Enrique de Vivero hace un discurso que sobre todo es señal de fe, de corazón entero, de hombre cabal. Habló de la situación dramática que vive España, reivindicó un proceso limpio y transparente, garantizó la plena participación de los afiliados en la toma de decisiones en Vox Málaga, abogó por un partido ilusionante, ganador, depositario de valores innegociables y orgulloso de sus siglas y del carácter invencible de sus miembros. Tuvo palabras de afecto para sus ex compañeros de armas y defendió la tauromaquia como uno de los ejes de nuestra idiosincracia nacional.
Tras el acto, saludos y selfies. Todo un baño de masas dentro de las limitaciones impuestas por la pandemia. Muy emocionado, Enrique de Vivero devolvió complacido las innumerables muestras de apoyo y respeto, mostrando su corazón más humano en este reencuentro tan cálido con el sonido envolvente de sus legionarios.