José Manuel Rojas, ex número 2 de Vox Málaga, rompe su silencio en AD: “Me negué a formar parte de una candidatura confeccionada en base a espurios intereses y al pago de sólo Dios sabe qué favores”
AR.- Se trata sin duda de una de las pocas referencias éticas que ha tenido la dirección de Vox en la provincia de Málaga. Su concepción de la lealtad y del trabajo mancomunado la siguen recordando los afiliados que sobreviven de su etapa de secretario provincial del partido verde en Málaga. Destacan sobre todo que José Manuel Rojas nunca se acomodó a las circunstancias en su propio beneficio. Pudo haber sido diputado nacional por Málaga y renunció al puesto por coherencia con sus principios.
Titulado universitario de formación superior, especialista en derecho bancario, economía e inversiones, José Manuel Rojas (Málaga, 1962) desempeñó durante 11 años las funciones de director comercial en una entidad bancaria en el área de Marbella. Desde el año 2000 ejerce de empresario del sector financiero-inmobiliario. Habla inglés, alemán y francés.
En pleno proceso electoral para la elección del nuevo presidente provincial, hemos conversado largamente con el ex número 2 del partido y conocido mucho más acerca del hacer y del sentir de un hombre con sobrados recursos que un día decidió dedicar su vida al proyecto político en el que confiaba. Su voz pausada y su magisterio en el campo de la política ha sido todo un ejercicio de amasar la etapa viva y dolorosa del larismo dándole serenidad y perspectiva. De hecho, de las ideas que este malagueño recio y austero sigue defendiendo han mamado muchos que luego fingieron ignorarla o desdeñarla. Pocos ejemplos hay en Vox de análisis tan certero y de exposición convincente, como el que Rojas logra en todas sus respuestas. Pocos políticos locales serían capaces de coordinar el análisis profundo y la esmerada autocrítica como el hombre que tengo frente a mí, que recobra el ánimo y reaviva su vocación política al hablar de Vox. Y lo hace desde la autoridad moral de quien sigue siendo para muchos militantes su principal paradigma. José Manuel Rojas ha elegido AD para romper el silencio que ha mantenido desde su marcha de Vox.
– ¿Imaginaba un escenario tan convulso al anunciarse el proceso de primarias en Málaga?
No es ya que lo imaginase, es que en su día lo vaticiné. La información de la que disponía, así como el conocimiento interno y la experiencia adquirida a lo largo de los años no dejaban margen de error. A esto añadiría que por grave que parezca el escenario actual, no debemos olvidar que por mala que sea, toda situación es susceptible de empeorar. Y hasta ahí puedo leer.
– Se sabe que quien ejerce el control de un partido en un proceso electoral interno tiene más posibilidades que el candidato alternativo. ¿No habría sido más lógico el nombramiento de una gestora hasta las elecciones, si es que se llevan a cabo?
Efectivamente, usted lo ha dicho: “Si es que se llevan a cabo”. Un matiz que fácilmente puede pasar desapercibido, pero que tiene su relevancia.
Dicho esto, habría que puntualizar que “La lógica”, entendida como método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas, no es aplicable en determinados ámbitos o entornos, y no es aplicable especialmente en ámbitos en los que se establecen normas y principios con un objetivo distinto que el de obtener criterios de verdad. Es precisamente en este tipo de entornos donde no siempre se aplica lo más lógico, sino lo más conveniente para alguien.
Lamentablemente corren tiempos en los que la lógica ha perdido gran parte de su verdadero protagonismo, en los que el sentido común no es precisamente el más común de los sentidos y en los que principios y valores como la honradez, la honestidad y la integridad cotizan a la baja.
– ¿Qué opinión le merece el nivel de fracturación y confrontación que ha alcanzado el partido en Málaga? ¿Se trataba de algo previsible o era algo que en cabeza alguna cabría esperar?
Sorprenderme, no me sorprende en absoluto como ya le he indicado al inicio de la entrevista. La situación actual no es más que la lógica consecuencia de una determinada forma de gestionar y dirigir que se ha evidenciado manifiestamente errónea. Bien es sabido que quien siembra vientos recoge tempestades. Entiendo, que por esperada y previsible, la situación actual no debe sorprender a nadie, y mucho menos, a quien lleva tiempo provocando un enorme embrollo entre la militancia, a quien ha erosionado ininterrumpidamente el funcionamiento de las estructuras locales del partido, a quien se ha servido de la mentira como instrumento para confundir a los afiliados, a quien ha dinamitado incansablemente las bases y cimientos del partido en la provincia, o a quien cultiva amistades peligrosas y promociona a una camarilla obediente que se pliega a sus designios, en sus manos la prepotencia y la arbitrariedad se han vuelto herramientas habituales con las que tratar a sus rivales; todo esto ha enrarecido el ambiente hasta convertirlo en irrespirable, burdo y vulgar.
Ahora, ante la proximidad de unas teóricas primarias, se da un paso más y, ante la posibilidad de perder unas elecciones que se están poniendo cuesta arriba, se anda haciendo todo lo posible por convertir al adversario en un ambicioso desmedido, cuando no en un apestado. Incluso el vocabulario que se está utilizando empieza a ser mucho más grueso, y las acusaciones lacerantes. Creo que es momento de restaurar la cordura y la compostura, lo cual pasa por establecer unas reglas del juego justas y equitativas, antes de llegar a un punto desde el que no haya retorno.
– Goza usted de una excelente imagen en un amplio sector de la militancia de Vox en Málaga, que le consideran una de las principales referencias políticas y éticas que ha tenido el partido. No entienden, ni yo tampoco, que un partido como Vox Málaga pueda prescindir de un activo como usted…
No le quepa duda que esa imagen que de mí le han trasladado -quienes quiera que sean los que lo hayan hecho- y a la que usted se refiere, es tan excesivamente generosa como inmerecida y no es más que una manifestación de aprecio, empatía y afecto por parte de aquellos que así se lo han trasladado, a quienes, como no podía ser de otra manera, agradezco sinceramente el gesto.
Pero centrándome en su pregunta… partiendo de la base de que nadie es imprescindible y más allá de lo que cada cual pueda o quiera entender, si bien puede que sea cierto como usted afirma, que aún a día de hoy gozo de la simpatía de un amplio sector de la militancia, no es menos cierto que quien o quienes en su día decidía o decidían, y hasta donde yo sé, sigue o siguen decidiendo, quién es válido y quién no, así como quien es prescindible y quien no, y tal y como fue en mi caso, quién era merecedor de ser retenido y quien no, más que probablemente tenga o tengan una visión y un concepto muy distinto, no ya de los principios y valores por los que se ha de regir un partido, sino de la propia ética en sí, de la que tiene esa amplia mayoría de la afiliación a la que se refiere en su pregunta, así como de la que usted mismo pueda tener. Se trata de una mera cuestión de perspectiva, rectitud y moralidad.
– Su nombre circuló con fuerza como candidato número 1 al Congreso por Málaga en las elecciones generales de abril. ¿Qué circunstancia impidió su designación, que contaba con un amplio apoyo dentro y fuera del partido?
Dice usted bien: “circuló”, porque en momento alguno llegó a materializarse. Entre otras cosas, porque me negué rotundamente, no ya a formar parte de la misma (ni como número 1 ni como 21, tal y como le trasladé a los entonces miembros del Comité Ejecutivo Provincial), sino ni siquiera a colaborar, en la elaboración de una candidatura confeccionada, al menos en lo que a su encabezamiento se refería, en base a espurios intereses, al tráfico de influencias y al pago de sólo Dios sabe qué favores debidos, tal como y acabó por descubrirse, y todo ello ante la aquiescencia de quien o quienes tenían en su mano la posibilidad de impedir tamaña ignominia. En ese momento sentí que se traicionaban todos y cada uno de los principios y valores de los que tanto habíamos hecho gala desde los inicios y consideré sencillamente inmoral mirar hacia otro lado y permanecer impasible en el cargo, por lo que opté por presentar mi dimisión. Si algo tuve claro en ese momento fue que mi conciencia jamás me perdonaría semejante bajeza.
Los hechos y circunstancias que propiciaron mi decisión de dimitir tenían un tufo de falsedad, cinismo y deslealtad alarmante. En cualquier caso, no es mi intención entrar en más disquisiciones al respecto, no es a mí a quien corresponde dar explicaciones de los detalles y pormenores de este asunto, esa tarea más que incumbencia, es obligación de quien, en su día, debiendo hacerlo no lo hizo, y si lo hizo, lo hizo sirviéndose de infundios y calumnias. Cierto es que cada cual es esclavo de sus actos, dueño de sus silencios y responsable de sus miserias, como es igualmente cierto que en ocasiones uno vale más por lo que calla que por lo que cuenta.
– ¿Qué mensaje trasladaría usted a los afiliados de Vox en Málaga?
De los afiliados de Vox en Málaga guardo un gratísimo recuerdo y nunca les agradeceré suficientemente el apoyo, el respeto y la consideración que en todo momento me han demostrado y aún a día de hoy me siguen demostrando. Me faltarían palabras para expresar textualmente mi gratitud en su exacta medida, si bien me queda la tranquilidad de saber que son plenamente sabedores que el afecto y el cariño que me trasladan es mutuo. Parafraseando a Sócrates, simplemente les diría que: “Yo no puedo enseñar nada a nadie. Sólo puedo hacerles pensar”.
– Sin embargo nuestra intromisión en una cuestión que pertenece al ámbito personal, ¿podríamos conocer a quién votaría?
Si su pregunta va referida a las elecciones primarias de Vox en Málaga, sinceramente le diré, que a día de hoy, estoy tan absolutamente distanciado de este proyecto y lo siento tan sumamente lejano que ni siquiera me lo he planteado. Ahora bien, lo que sí le podría adelantar, y tengo meridianamente claro, es a quién no votaría.
– ¿Y a quién no votaría José Manuel Rojas?
No votaría a la ignominia, al deshonor, al oprobio a la infamia, al enchufismo, ni por supuesto a la deshonestidad. A partir de ahí que cada cual saque sus conclusiones.
– Es previsible que, sea cuáles sean los resultados de las elecciones en Málaga, se producirá una desbandada de militantes. ¿Debería preocuparse la dirección nacional por esta cuestión habida cuenta de la importancia de esta provincia en el contexto político español?
Una cosa es lo que debería preocupar a la dirección nacional, tal y como usted plantea, y otra bien distinta es lo que realmente le preocupa. Es el propio Santiago Abascal quien en una reciente entrevista concedida a EsRadio -creo recordar que el viernes día 2 de octubre, afirmó literalmente que la situación del partido en Málaga no le preocupa especialmente. Dicho esto, poco más me queda a mí que añadir. Si obviamos que los partidos los componen personas y que sus afiliados son la base y el sustento de los mismos y por tanto acreedores de una atención, interés y cuidado específicos, ¿qué más puedo agregar?, ¿quién soy yo para corregir la plana a nadie? Doctores tiene la iglesia.
Si la adopción de medidas en aras al apaciguamiento de la situación insostenible que actualmente se vive en el partido, si el cese de la beligerancia reinante, si la instauración y asentamiento de la calma, la paz y el sosiego, si la extinción de estériles disputas y guerras de egos, si el juicio, la cohesión, la reflexión y el buen criterio en la toma de decisiones dejan de ser objetivos prioritarios para quien debieran serlo y no le preocupan especialmente, creo que está todo dicho.
De momento sabemos lo que no preocupa a la dirección nacional; tal vez algún día descubramos lo que sí le preocupa.
– ¿Descarta José Manuel Rojas volver a la primera línea política?
Aun siendo cierto aquello de: “nunca digas de esta agua no beberé”, no es menos cierto que: “si inteligente es aquel que sabe dónde quiere ir, más inteligente es aún el que sabe dónde no debe volver”.
Pedro Sánchez se frota las manos: Vox se olvida del PSOE y sale en tromba contra el PP llamando «cobardes» a sus votantes.Recuerden: por esta razon hoy en España hay un gobierno social-comunista
La memoria es el ecribano del alma “Aristoteles”
27/03/2019 ad, alerta Dgital REDACCION | 14152 lecturas ¿Y qué esperábais de Vox..?. A Vox se han acercado dos tipos de “patriotas”: los ingenuos y los oportunistas.Los primeros -quizá por exceso de optimismo o falta de formación política- han querido ver en el partido de Abascal una forma de oposición al frentepopulismo revanchista de la izquierda y el separatismo. Comienzan sin embargo a descubrir que Vox no es más que una añagaza del Sistema para perpetuarse a costa incluso de los que están en contra del mismo. También que la defensa de una España fuertemente identitaria es incompatible con las… Leer más »
Don J. Manuel, gracias por representar la dignidad de los militantes que nos fuimos del partido después de irse usted. Esperamos que esa dignidad que usted atesora vuelva a estar representada en el partido con don Enrique de Vivero al frente.
Excelente entrevista. ¡Lara, vete ya! ¡Todos a votar a Enrique de Vivero!
Que Grande es Usted Señor Rojas!!
Admirable su educación, elegancia y lealtad a sus principios!! como se le hecha de menos en Vox Málaga.
Los Grandes Hombres siempre siguen en nuestros corazones.
Mis felicitaciones Señor Robles y Señor Rojas por tan Excelente articulo!!