Mejora la salud en tu hogar con un deshumidificador
La humedad es un problema grave que puede presentarse en cualquier hogar, es producto de una mala ventilación o un ambiente demasiado oscuro. Sea cual sea su origen, hace el mismo daño: afecta la respiración, intensifica las alergias y fomenta la aparición de moho en paredes y techos.
Hay varias soluciones para este tipo de problemas, y una de las más rápidas, económicas y eficaces es adquirir un deshumidificador. Estos dispositivos se encargan de eliminar la humedad del aire, para convertirla en agua y, después, desecharla. Hay muchas opciones y tipos en el mercado, en esta completa web de deshumidificadores tienes toda la información.
Así mismo, con uno de estos dispositivos, la humedad (vapor de agua) deja de estar en el aire. Es importante saber reconocer cuándo un ambiente tiene un porcentaje excesivo de humedad relativa, y estas son las señales que lo indican:
· Ambiente pesado, con olor particularmente desagradable, y proliferación de esporas o partículas visibles.
· Aumento de alergias o dificultad para respirar en el ambiente.
· Moho en paredes, techos y/o muebles de madera.
· Paredes y techos húmedos, goteantes.
Si hay sospecha o humedad confirmada en un ambiente, también es muy importante tener en cuenta qué tan grave es, ya que hay diferentes dispositivos deshumidificadores según la ocasión. Aunque, para situaciones domésticas y menos técnicas, la mayoría de los modelos se adaptan a todo.
Tipos de deshumidificadores y sus ventajas
En el mercado hay gran variedad, sobre todo en marcas y modelos, pero, básicamente hay dos tipos de deshumidificadores, según su forma de eliminar la humedad: los desecantes y los refrigerantes. Como todo, cada uno tiene sus ventajas y trabajan mejor en cierto ambiente.
Los deshumidificadores refrigerantes son de los primeros en salir al mercado, y utilizan un compresor y líquido refrigerante para extraer la humedad, mediante la condensación. De este tipo, hay modelos domésticos e industriales, y su principal ventaja es que son perfectos para las situaciones de humedad grave. Aunque, como trabajan con bajas temperaturas, no se desempeñan muy bien en ambientes donde la temperatura exterior es menor a 5 °C.
Mientras que los deshumidificadores desecantes son más modernos, y utilizan gel de sílice para absorber la humedad presente en el ambiente, y liberarla en forma de agua líquida. Su principal ventaja es que funcionan muy bien en ambientes muy fríos y son muy eficientes, además, suelen tener prestaciones modernas, diseños compactos y ligeros. Sin embargo, su precio también tiende a ser más elevado en comparación.
También, hay una función extra que puede tener un deshumidificador, ya sea refrigerante o desecante, y es la opción de ser ionizador.
Los modelos ionizadores no sólo eliminan la humedad del ambiente, sino que liberan iones negativos que impiden la circulación de partículas de polvo en el aire, mejorando mucho la calidad del mismo.
De esta forma, tener un deshumidificador solo trae beneficios al hogar y a quienes habitan en él. Sin mencionar que se pueden encontrar modelos muy económicos y de todos los tamaños en el mercado.