El juzgado de instrucción número 38 de Madrid investiga por un presunto delito sexual al exdiputado de Vox Carlos Fernández-Roca, quien renunció en noviembre a su escaño en el Congreso tras conocer que había sido denunciado por este motivo.

Fuentes jurídicas han confirmado a Efe la investigación judicial, adelantada este miércoles por el periódico Infolibre, un mes después de la dimisión del diputado.

Los hechos habrían ocurrido el 7 de noviembre, según la denuncia presentada por una joven cuatro días después, han precisado a Efe fuentes de la investigación, que han añadido que la mujer denunció haber sufrido una agresión sexual tras haber ingerido bebidas alcohólicas.

La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional se hizo cargo del caso tras la denuncia.

El viernes 13 de noviembre, Fernández-Roca publicó en Twitter su decisión de renunciar al escaño: «Tras haber conocido el miércoles la existencia de una denuncia contra mi persona, acudí inmediata y voluntariamente a dependencias policiales para ponerme a disposición. A pesar de ser inocente, el jueves por la mañana renuncié a mi acta de diputado».

Con esa decisión, perdió su condición de aforado y puede ser investigado por un juzgado ordinario en lugar de por el Tribunal Supremo. La cuenta de Twitter desde la que publicó esos mensajes ha sido borrada.

Este miércoles, varias responsables políticas se han pronunciado sobre la investigación judicial.

Por ejemplo, la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, quien ha escrito en Twitter: «Se llama Carlos Fernández-Roca, diputado de Vox. Dimitió sin dar explicaciones. Está acusado de agredir sexualmente a una chica que acabó sangrando. Es vergonzante y doloroso que alguien así se haya sentado en un escaño del Congreso».

O la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha enlazado la noticia de Infolibre y ha añadido en mayúsculas: «LA VIOLENCIA SÍ TIENE GÉNERO».