La radicalizada sociedad catalana le obligó a dar un golpe en la mesa madridista y el pelele lo ha hecho. Ni siquiera el trato de favor de la Federación Española de Fútbol y de los árbitros europeos ha sido capaz de rebajar la tendencia al victimismo que ha caracterizado siempre a los dirigentes azulgranas. Sandro Rosell ha advertido al Real Madrid de que si la temporada que viene vuelve “a traspasar todos los límites de lo deportivo”, el Barcelona “romperá las relaciones institucionales de forma inmediata”.

Este ha sido el aviso del presidente azulgrana a la hora de hacer balance de la temporada (“la mejor de la historia” del Barça), que se ha iniciado con la lectura de una declaración institucional en la que ha recordado que “por responsabilidad social” la respuesta a todos los ataques del club blanco no se ha producido hasta este jueves.

“El corazón nos pedía otra cosa, pero el seny nos hizo optar por la prudencia. Nos provocaron y nos aguantamos”, ha explicado Rosell, que ha agregado que todas las acusaciones del Madrid “han sido premeditadas y tan solo tenían un objetivo: conseguir fuera del campo lo que no se podía lograr dentro”.

Para Rosell, que considera que “la exhibición de Wembley es la respuesta más contundente que se podía hacer a los ataques”, hubo dos momentos complicados: las acusaciones de dopaje y la demanda contra ocho jugadores para que no pudieran jugar la final de la Champions.

Reproches a Florentino

Rosell ha calificado de “miserables” las acusaciones de dopaje de la COPE, la cual “citaba de manera reiterada al Real Madrid como fuente y origen de la información”. En este sentido, el presidente ha explicado que sí llegó a hablar con Florentino Pérez de este tema y le ha reprochado al dirigente que no actuara de otra forma: “Les aseguro que si alguien en nombre del Barcelona se hubiera atrevido a hacer una acusación de este tipo, hubiéramos actuado con determinación, desmintiéndolo de forma inmediata y llevando a sus responsables ante los tribunales”.

El presidente del Barça considera que el técnico blanco José Mourinho también ha traspasado todos los límites de la rivalidad deportiva, como cuando dijo que Guardiola “debería tener vergüenza de algunas de sus victorias”. “La rueda de prensa que hizo Mourinho tras el partido de ida de la semifinal de la Champions sí que avergüenza a cualquiera que se sienta deportista”, ha sentenciado el presidente azulgrana, que ha considerado que su homólogo blanco “se ha visto arrollado” por la actitud del entrenador portugués, aunque ha subrayado: “Pero él es el máximo responsable de la entidad”. “Si lo que ha hecho el Madrid lo hubiera hecho el Barça, yo no estaría feliz aunque hubiéramos ganado 15 títulos”.

Rivalidad histórica

Rosell ha apelado a que siga existiendo “la rivalidad deportiva histórica” entre ambos clubs y que “solo se hable de fútbol”, pero ha agregado: “Si los límites de la deportividad se vuelven a traspasar, romperemos relaciones de forma inmediata. No nos temblará el pulso”. El presidente del Barcelona ha invitado a Florentino ha tomar la iniciativa para “reconducir las relaciones dentro y fuera del campo”.