Ascienden a cuatro los fallecidos por la explosión en Madrid tras el fallecimiento del sacerdote Rubén Pérez
En la madrugada de este jueves se ha confirmado el fallecimiento de Rubén Pérez, de 35 años, uno de los sacerdotes que vivía en el edificio en el que se ha producido a primera hora de la tarde de este miércoles una gran explosión. Con su pérdida ya son cuatro las víctimas mortales que se han producido a causa de este trágico suceso.
El sacerdote Rubén Pérez se encontraba ingresado en el Hospital Virgen de la Paz de Madrid, donde había sido operado esta misma noche. Según confirma COPE, la última víctima ha fallecido en la UVI pocos minutos antes de las tres de la madrugada.
“Rubén está en la UCI por la gran explosión del edificio de Madrid y van a operarle ahora de urgencia. Viví con él un año en tierra santa. Rezad por él para que salga vivo”, decía uno de sus amigos a través de Twitter horas antes de su fallecimiento.
Rubén Pérez logró salir del edificio semiderruído por su propio pie. Se ordenó sacerdote el pasado 20 de junio en la catedral de La Almudena y dio su primera misa al día siguiente.
El edificio que explotó este miércoles, situado en la calle Toledo de Madrid, pertenece a la parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, donde viven varios sacerdotes en dos de sus pisos. El resto está integrado por varios locales parroquiales y de Cáritas.
En cuanto a los demás fallecidos, una de las otras tres víctimas mortales está aún pendiente de identificación, mientras que una mujer de 85 años y David Santos, que se encontraba revisando una de las calderas del edificio junto al sacerdote Rubén Pérez, completan la lista de fallecidos.
Un retén de los Bomberos de Madrid ha permanecido esta madrugada en la zona de edificio de la madrileña calle de Toledo en el que se produjo este miércoles una fuerte explosión de gas en la que han muerto tres personas y otra decena ha resultado herida. Según ha informado Emergencias Madrid, un equipo de bomberos ha quedado toda la noche en el lugar del siniestro de forma preventiva hasta que hoy por la mañana se reanuden las labores de desescombro del inmueble. La “brutal” explosión de gas se produjo en torno a las tres de la tarde de ayer en el edificio parroquial de la Iglesia de La Paloma, ubicado en el número 98 de la calle Toledo de Madrid, cuando se revisaba una caldera.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, remarcaba desde el lugar de la explosión que las consecuencias han podido ser mucho más graves, ya que en las proximidades del edificio se encuentra una residencia de ancianos y el colegio La Salle, que por suerte no han tenido que lamentar daños personales.
La nieve que cubre todavía el patio del colegio ha permitido que las consecuencias no hayan sido menos grave de lo esperado en un primer momento, dado que un día normal los alumnos estarían en el recreo. Y es que parte de los escombros del edificio afectado por la deflagración han caído al patio del centro académico, vacío debido a las heladas aún sin derretir que dejo la borrasca ‘Filomena’.