Votantes de Bildu
El otro día llegó a mis manos un mapa del País Vasco con todos sus municipios reflejados en él. Habían sido coloreados cada uno de ellos en función al partido gobernante después de las pasadas elecciones municipales. Me produjo un impacto desgarrador visualizar lo que ya sabía. No obstante, no fue hasta entonces cuando lo capté en su absoluta magnitud, con su preocupante significado.
El color verde claro, que representaba a Bildu, predominaba de tal forma que las tres provincias aparecían, casi sin discusión, en ese tono. Como persona, me resulta difícil entender que tanta gente se ponga de acuerdo sin pacto previo para elegir a los amigos de la muerte y el crimen haciéndolos depositarios de su confianza. Como española, me resulta difícil entender que el futuro de nuestro país esté condenado, sin reacción alguna para salvarlo. No hay dolor por su descomposición inminente. No hay consenso para evitarlo.
He oído críticas al Tribunal Constitucional por su decisión de devolver a ETA un poder territorial impresionante, por permitir que los que arrojamos del juego democrático retornen con el camino diáfano. Por situarlos en la administración del dinero, que usarán para sus fines deleznables. Por situarlos al frente de información que en vez de servir para proteger a los ciudadanos, los pondrán en evidencia y en permanente peligro. Los magistrados responsables de tal fechoría deberían sentirse igual que Judas con su bolsa de monedas. Judas lloró de remordimientos. Y se ahorcó.
He oído críticas al PSOE y especialmente a Rubalcaba por fomentar y permitir esta situación repugnante desde todos los puntos de vista. Críticas merecidas que despiertan todas las alertas sobre la falta de escrúpulos de los actuales gobernantes españoles. El PSOE creía que la intromisión de Bildu en la lucha política se saldaría con merma de votos para el PNV y, en consecuencia, con mayor apoyo a las siglas socialistas. Defender que el fin justifica los medios es en sí mismo un razonamiento perverso que a Rubalcaba le encaja como anillo al dedo.
Pero en ningún caso he oído críticas al votante vasco por expresar con libertad sus preferencias, por mostrar su verdadera cara. Bildu no se ha impuesto por la fuerza. Lo ha logrado con la papeleta de miles de personas que están de acuerdo con ellos, que educan a sus hijos en el odio a España, que desprecian la historia de nuestro país, que prefieren a estos representantes peligrosos, que no escogen la honestidad, que se alinean con los que no respetan la vida.
Los ciudadanos del País Vasco que han votado a Bildu simpatizan más con los verdugos que con las víctimas. Son cómplices de apoyo macabro. Son personas que están propiciando una situación de imposible convivencia. Son los electores de lo terrible. Son los que nos conducirán a un camino sin retorno.
Las prioridades de estos votantes se han reflejado con nitidez. Es sorprendente que su elección no nos asuste, no nos aleje, no nos haga cuestionarnos qué clase de personas son las que prefieren de manera masiva a unos representantes tan tenebrosos. Es sorprendente que su elección no nos introduzca en un estado de reflexión permanente.
Desde que vi el mapa del País Vasco coloreado de verde claro, del color que enseña el horror, me encuentro en una burbuja de espanto que me entristece. Además de las perversiones del Tribunal Constitucional y de Rubalcaba, están las de los que deseaban ansiosos abrazar a los amigos de la muerte y del crimen. Viven tranquilos, como personas normales. Viven perpetuando su escala de valores trastocada. Viven regodeándose con el éxito de las siglas espantosas.
Sobre todo lo demás, es esto lo que me inquieta y preocupa: la normalidad de lo que no es normal.
El verde ya no es el color de la esperanza. Es más bien el de la frustración.
*Alcaldesa de Fuengirola y portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía.
usted lo ve verde y nosotros lo vemos azul. aki los unicos que han escrito su historia a base de conquistas ha sido ESPAÑA. los borbones,franco……estos si que han provocado sufrimiento. de aquellos polvos estos lodos. mientras no se nos reconozca el derecho al pueblo vasco a decidir nuestro futuro como en cualquier pais DEMOCRATICO de europa(escocia,flandes) bildu estara ahi, pero sobre todo mirando al futuro y evitando estos enfrentamientos absurdos. por cierto…se ha preguntado alguna vez que opina la comunidad internacional del conflicto vasco? se sorprenderia.