Pablo Iglesias suma y sigue: también entorpece las relaciones con Marruecos
Pablo Iglesias vuelve a estar en el punto de mira por sus declaraciones. En esta ocasión, es Marruecos el país desde donde se reprochan las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno español: se considera que es el también líder de Podemos el que ha propiciado que las relaciones entre nuestro país y el reino africano se hayan enfriado un tanto en los últimos tiempos.
Es lo que deja entrever el último número de la revista BAB, editada por la agencia oficial de noticias de Marruecos, MAP. “La geopolítica está cambiando a unas pocas decenas de kilómetros de sus fronteras. Es una realidad que España no esperaba y que sólo acepta de mala gana. Parece haber cogido por sorpresa al vecino del Norte y a la antigua potencia colonial”, se puede leer en sus páginas al hilo de la confusión que genera la posición española: alineación con la ONU a nivel oficial en lo que respecta al Sáhara Occidental, pero también apoyo al FrentePolisario (que reclama la independencia de este territorio) por parte de algunos políticos.
Que Estados Unidos haya reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara ha enrarecido aún más el ambiente. “El vecino ibérico ya no sabe en qué pie bailar. Y hay que decirlo, sabiendo que los vecinos del Norte conocen a la perfección el peso de Marruecos en determinadas cuestiones cruciales para toda Europa, en particular en los expedientes migratorios y de seguridad; y otros expedientes directamente relacionados con España, como el de la pesca”, se puede leer también en la revista BAB.
En la publicación escama especialmente que “si bien se reprime severamente cualquier deseo de independencia en Cataluña, se sigue apoyando, entre bastidores, la autodeterminación de los separatistas del Polisario”. Así, queda claro que las relaciones entre España y Marruecos no están en su mejor momento. También lo demostraron episodios como unas palabras del primer ministro marroquí sobre Ceuta y Melilla (“Son marroquíes como el Sáhara”) o la suspensión de una cumbre bilateral por “la situación epidemiológica actual”. Por no hablar de la crisis migratoria de Canarias, en la que se señaló al país vecino al ser marroquíes muchos de los llegados a las Islas.
A pesar de todo, el Gobierno se esfuerza por intentar suavizar la tensión con los vecinos marroquíes. Tal y como publicó El Confidencial, el Ejecutivo se ha gastado 10,6 millones de euros para dotar al Ministerio de Interior marroquí de material de vigilancia para reforzar sus fronteras: cámaras térmicas y visores nocturnos. También se destinarán 7,8 millones para 98 cámaras de visión térmica adicionales y 12 para vehículos.