Abascal pretende cronificar también en la Comunidad de Madrid la división de la derecha. Comenzó meses atrás con el circo mediático de la moción de censura sabiendo que no saldría adelante. La presentó simplemente como marketing político y como exposición mediática ante los medios para superar un contexto que en ese momento no le estaba favoreciendo. ¡Habían alcanzado ya el techo de votos! Pero el Partido Popular no cayó en esa trampa. Casado sabía que esa moción lo que dilucidaba era la hegemonía dentro de la derecha. De ahí su duro mensaje contra Abascal, que muchos votantes del Partido Popular no entendieron, pero que pudo neutralizar el burdo intento de dividir a la derecha por puro egocentrismo político, que la formación verde mantiene entre ceja y ceja desde el subidón de adrenalina con aquellos 20 diputados en Andalucía.

Que aquella moción- sabiendo que no saldría adelante y en plena pandemia- solo hizo gracia a los seguidores de Abascal es una realidad. Durante días, las redes sociales eran un hervidero de insultos y descalificaciones al líder del PP. No han conseguido nada, ni siquiera tuvieron un gran protagonismo en la pandemia, agua tibia contra el gobierno comunista. El único protagonismo que han tenido últimamente los de Abascal ha sido por el apoyo a Sánchez en los fondos europeos que gestionará el gobierno social comunista como le venga en gana… y ahora se arrepienten, Esa ha sido su primera gran novatada política. Derrotar a Sánchez no se logra sin agrupar el voto de la derecha, lo opuesto a lo que hizo Vox.

Ahora, el 4 de mayo, los madrileños tendrán que decidir a quién quieren para dirigir la Comunidad de Madrid; las encuestas dan a Ayuso la mayoría absoluta, si bien con el apoyo de Vox. La duda es Ciudadanos. ¿A dónde irán a parar sus votos? Muy posiblemente se repartan entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Va a ser muy importante el voto indeciso; ese que unas veces vota al Partido Popular y otras veces al Partido Socialista, pero que en esta ocasión, y tal cómo nos ha dejado el panorama en España el Gobierno social comunista que nos gobierna, quizás ese voto indeciso sea para Isabel Díaz Ayuso.

También hay que contar con los indecisos de la derecha, los que podrían darle el voto a Vox porque les hayan convencido a través de redes sociales con sus discursos, pero que a última hora y pensando en el voto útil, y esta vez es más útil que nunca, podrían aglutinar el voto en Díaz Ayuso. Madrid será un escaparate en la lucha contra el comunismo en el que se va a mirar el resto de España y también los ciudadanos indecisos en la emisión de su voto.

Vox, por supuesto, apoyará la gobernabilidad del Partido Popular en la Comunidad de Madrid; sin embargo, para que Ayuso pueda gobernar sola, para que no le pasen traiciones por delante como la de Arrimadas, más que nunca, el Partido Popular debe pedir a los madrileños la agrupación, la aglutinación del voto en sus siglas, de cara al objetivo de librar a Madrid del comunismo más rancio.

Al final Vox es la misma derecha que el PP: ya no habla de inmigración, ni de nacionalismo identitario, ni de comunidades autónomas… Al fin y al cabo es la derecha moderada de siempre. Así que mejor siempre el original que la copia.