Un ex asesor del partido de Abascal en Asturias denuncia un infierno laboral: “Me veo como el verdadero negro de Vox”
La formación que lidera Santiago Abascal suma un nuevo escándalo en sus filas. En este caso, en Asturias y su protagonista se llama Fernando Fernández de la Pradilla. Hasta mayo del año pasado desempeñaba labores como asesor económico del grupo parlamentario, momento en el que decidió dimitir de su cargo. “Me explotaron laboralmente”, ha asegurado en una entrevista en SER Gijón. El ex trabajador fichó por la formación en 2019 tras las elecciones autonómicas que le dieron a Vox dos diputados en el Principado y en 2020, con motivo de la pandemia, pasó a teletrabajar. Su contrato era por media jornada, pero pronto las tareas diarias comenzaron a superar, con creces, lo firmado. Más allá de las cuatro horas acordadas, “por las tardes tenía que tener total disposición con mensajes, llamadas, correos, trabajo por las noches y hasta altas horas de la madrugada. Ha habido ocasiones que he estado hasta la una y tres de la mañana, fines de semana, festivos…”, ha relatado. Sin embargo, uno de los momentos más complicados fue cuando se produjo el debate de las cuentas regionales. “Teníamos que presentar enmiendas y el plazo es limitado. Durante un par de días estuve durmiendo cuatro horas. No es normal”, ha recordado.
Fernández de la Pradilla no se arruga y asegura que todo lo que cuenta lo puede demostrar. “Tengo correos que lo atestiguan con el coordinador del grupo parlamentario, Juan Gonzalo Castilla. Es la persona que manda en Vox Asturias y al principio enviaba los trabajos a los diputados, pero con el paso del tiempo dijo que primero había que mandárselo todo a él. Poseo decenas de mails, ya no voy a entrar en llamadas y mensajes. Simplemente con una selección de cinco correos electrónicos lo demuestro en cualquier juzgado y ante la opinión pública”, ha advertido. El ritmo de trabajo era “infernal” y llegó a hablar con el coordinador para que le aumentaran a jornada completa. Lo rechazaron y durante la pandemia tomó la decisión de dejar el barco, “llegó un punto en el que dije hasta aquí, no puedo más”.
¿Qué le ha llevado a hacerlo público ahora, casi doce meses después? “Son políticos elegidos por los asturianos, deben dar ejemplo y no lo están haciendo. Deberían explicarlo y, de no hacerlo, el resto de partidos tendrían que abrir una comisión de investigación para ver si hay más gente en mi situación porque no quiero que le pase a nadie más”, ha explicado. En un principio se planteó su marcha como algo normal, aunque posteriormente cambió de idea. “¿Por qué voy a dejar de cobrar unas horas que trabajé, de cotizar un trabajo que hice?”, se ha preguntado y comenzaron las conversaciones con la diputada Sara Álvarez Rouco. Hubo algunos mensajes y llamadas, pero tras el último mensaje donde la representante le pedía “arreglar el tema dentro del partido”, le dieron la espalda. “Estoy esperando por una respuesta al burofax que envié al señor Ignacio Blanco (diputado y presidente del partido en Asturias). También se lo envié a su correo de la Junta y al del grupo parlamentario, con lo que es difícil que no lo hayan recibido”, ha insistido.
El siguiente paso será la presentación de una denuncia por fraude a la Seguridad Social. “No me queda otro remedio que denunciar. No quería llegar ahí, pero para estos temas de cotizaciones la Seguridad Social te da un plazo de un año y esta próximo el vencimiento. Si no me abonan lo que trabajé, me veré obligado”, aunque lo que todavía no está claro es la fórmula que utilizará su defensa. “No sé si iré contra el grupo parlamentario o a título personal contra los dos diputados y el coordinador. Eso lo decidirán mis abogados”, ha avanzado.
Otra de las cosas que le ha molestado ha sido el cartel electoral utilizado por la ultraderecha en la estación de metro de Sol donde se compara la pensión de una persona mayor y las ayudas que, según el partido de Abascal, reciben los menores extranjeros no acompañados. “Hacer esa comparación con los menas no me parece acertada, pero podríamos hacerla con lo que se cotizaba por mi.
Me veo como el verdadero negro de Vox y es posible que me mantuvieran en un régimen casi de esclavitud, aunque lo tendrán que determinar los abogados cuando se presente la demanda y lo veremos si se llega a un juicio”, ha detallado. De hecho, la actitud del presidente y portavoz en Asturias también ha suscitado su crítica. “El señor Ignacio Blanco se presenta en la Junta como defensor de los trabajadores asturianos y creo que es pura hipocresía”, ha lamentado. Por último, dice sentirse apoyado por la gente, también por la familia y los amigos que fueron los primeros en recomendarle que dejara el trabajo. El ex asesor escribe así el primer capítulo de una batalla que habrá que ver cómo acaba.