MF.- La libertad de expresión está en la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos con el fin de destacar cuan importante es para la sociedad y la democracia del país. Sin embargo, la corrección política está pisoteando este derecho fundamental, incluso para quienes arriesgan su vida por la nación.

De estos casos se han conocido evidencias recientemente. Por ejemplo, un teniente coronel de la Fuerza Espacial fue destituido de su cargo, por afirmar durante un podcast llamado «Operación Información» que el marxismo está invadiendo a los militares.

Las afirmación vino en ocasión de la presentación en este programa de su libro «Revolución irresistible: el objetivo de conquista del marxismo y la destrucción de las Fuerzas Armadas estadounidenses».

La destitución tuvo una escueta justificación. Un portavoz de la Fuerza Espacial para el sitio military.com dijo que «esta decisión se basó en los comentarios públicos hechos por el teniente coronel Matthew Lohmeier en un podcast reciente».

La misma plataforma anunció que el teniente general Stephen Whiting ha iniciado una investigación dirigida por comandos, de modo que sirva para determinar si estos comentarios constituyen una actividad política partidista prohibida.

En su defensa, Lohmeier señaló que no buscaba criticar a ningún líder superior en particular, ni identificar públicamente a las tropas dentro del libro. El oficial explicó que se centró en las políticas que los miembros del servicio deben cumplir en estos momentos para alinearse con ciertas agendas «que ahora están afectando nuestra cultura».

Insistió en que su libro no es político, sino más bien una advertencia sobre la creciente politización de las fuerzas armadas, algunas de las cuales indicó haber visto de primera mano.

Respecto al secretario de Defensa, Lloyd Austin, comentó: «No demonizo al hombre, pero quiero dejar en claro tanto a él como a todos los miembros del servicio que esta agenda (de diversidad e inclusión) nos dividirá, no nos unificará».

Sin embargo, el teniente coronel Matthew Lohmeier fue reasignado temporalmente después de promocionar su libro. El oficial se desempeñaba como comandante del 11º Escuadrón de Alerta Espacial en la Base de la Fuerza Aérea Buckley en Colorado. En su libro afirma que una «agenda neomarxista» se ha infiltrado en los militares.

«La industria de la diversidad, la inclusión y la equidad y las capacitaciones que estamos recibiendo en el ejército… tienen sus raíces en la teoría crítica de la raza, que tiene sus raíces en el marxismo», dijo en el podcast del presentador L. Todd Wood.

Lohmeier también se mostró aparentemente en desacuerdo con el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, a quien se refirió solo como «un portavoz del Pentágono», alegando que Kirby había dicho que «hay demasiados pilotos blancos» en la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial.

Mediante un comunicado el pasado viernes 14 de mayo, Kirby negó haber hecho el comentario.

Las Fuerzas Armadas antes y después de Trump

El adoctrinamiento y la teoría crítica de raza es algo que el presidente Donald Trump combatió desde la Casa Blanca, quitando financiamiento y fomentando un discurso de la grandeza de Estados Unidos, lo opuesto a la agenda separatista.

Bajo ese ideario, Trump creó oficialmente la Fuerza Espacial. Es la sexta rama de las Fuerzas Armadas de EE. UU. y el primer nuevo servicio militar desde que se creó la Fuerza Aérea en 1947.

«El espacio es el dominio de guerra más nuevo del mundo», dijo el presidente Trump durante la ceremonia de firma. «En medio de graves amenazas a nuestra seguridad nacional, la superioridad estadounidense en el espacio es absolutamente vital. Y estamos liderando, aunque no lideramos lo suficiente. Pero muy pronto la lideraremos y mucho».

Durante la Guerra Fría, la guerra espacial fue la forma en la cual las naciones destacaron su excelencia compitiendo por ser mejor que el otro.

Ahora, en lugar de combatir el comunismo, como hizo EE.UU. por décadas, dentro de sus filas hay denuncias que está profundamente infiltrada.

Y la mayor muestra es que en vez de destacar la excepcionalidad de EE.UU., se percibe la promoción de la fragmentación interna y no solo no defienden los valores fundacionales, como la libertad de expresión, sino que callan a quien denuncia cuando están en peligro.